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Lagna toma distancia de Sain: “Van a ver a un ministro mucho más en la calle que el anterior”

El nuevo ministro de Seguridad dijo que “la urgencia es que la gente se sienta más protegida” y que una de sus metas es “que la Policía gane la calle”. Prometió dialogar con la oposición y las organizaciones intermedias. No habrá cambios en las unidades regionales ni en los equipos técnicos.


El nuevo ministro de Seguridad de la provincia, Jorge Lagna, comenzó a tomar distancia de su antecesor Marcelo Sain. “Van a ver a un ministro mucho más en la calle que el anterior”, sostuvo este lunes el funcionario provincial. Entre los ejes de su gestión, adelantó que dialogará con la oposición y con las organizaciones de la sociedad civil, aseguró que la etapa de diagnóstico está terminada y prometió incrementar las tareas de prevención y patrullaje en los barrios.

A cuatro días de haber asumido su cargo, el nuevo ministro de Seguridad se diferenció de su antecesor –al que se lo vio muy poco en el territorio– y de esa manera empezó a perfilar lo que será su gestión al frente del área más sensible de la administración provincial. Lagna sostuvo que pretender construir un perfil de cercanía con los vecinos, aunque se mostró muy consciente de las limitaciones de su función: “Los ministros de Seguridad somos como los técnicos de fútbol, somos el fusible”.

En declaraciones a LT10, Lagna afirmó que la etapa de diagnóstico iniciada por Sain ya está terminada y prometió más presencia policial en la calle: “Ya pasaron 14 meses. Hicimos el diagnóstico de que teníamos que mejorar la calidad y la cantidad de policías y de tecnología que tenemos; lo estamos haciendo”.

Lagna reconoció que, si bien la provincia tiene problemas severos con las bandas dedicadas a narcotráfico y delitos complejos, “a la mayor cantidad de santafesinos le aflige el delito predatorio, como robo, hurto o entraderas. Para eso la gente necesita sentirse cuidada, necesita que la Policía gane la calle. Esa es una de mis metas”.

Para ello, señaló que desde el Ministerio de Seguridad “estamos creando policías en las regiones para evitar el desarraigo. Además, queremos darle más tecnología a la Policía y sacarlos de los escritorios. La mitad de la Policía de Santa Fe estaba en los escritorios. Hoy ya logramos que la proporción sea 60-40 y buscamos llegar a 70-30. Quiero que eso se vea cuanto antes, es mi pretensión como la nueva impronta que tiene que tener el Ministerio, esa urgencia que tenemos de que la gente se sienta más protegida. Eso es lo urgente, más allá de los planes a mediano y largo plazo”.

Lagna dijo que, de momento, no habrá cambios en las unidades regionales de la Policía: “Va a haber algunos cambios en el equipo de trabajo, que estoy implementando en este momento. Hay gente muy capacitada y gente que con mi impronta quiero traer al Ministerio. Eso sucederá progresivamente, pero el gran porcentaje de los colaboradores que tenía el ministro anterior están conmigo. Seguirán, pero estamos todos a prueba. Nosotros somos el fusible. Los ministros de Seguridad somos como los técnicos de fútbol”.

 

Con la oposición y los vecinos

En otro tramo de sus declaraciones, el nuevo ministro dijo que aspira a mantener un contacto fluido con la oposición, pero también con las organizaciones de la sociedad civil: “Estoy dispuesto a dialogar con los legisladores, no solo de las leyes, sino de todo lo atinente a la seguridad. Y con las entidades intermedias, con la Iglesia, con los pastores. Este es un problema que nos atañe a todos y todos pueden ayudar”.

En ese punto, Lagna se diferenció de Sain: “Quizás van a ver a un ministro mucho más en la calle que el anterior. Y que la gente sienta que, cuando protesta, el funcionario no se enoja, sino que escucha, toma nota y trata de llevar una solución”.

Jorge Lagna asumió como nuevo ministro de Seguridad en reemplazo de Marcelo Sain

No obstante, a pesar de mostrarse dispuesto al diálogo, el nuevo ministro dejó en claro que la puja política con el socialismo seguirá a la orden del día: “Una de las cosas que va a cambiar en mi gestión es la burocratización del Estado. Si algo me asombró del socialismo gobernante es encontrar un Estado tan burocrático y tan lento como el de hace 50 años. De la época de (Víctor) Reviglio no cambió nada. Es todo papel acá”.

 

Bienestar policial

El ministro Lagna admitió que “hay deudas pendientes de la política con la Policía desde hace muchos años. Se destruyó la carrera policial, por ejemplo. Estaba devastada. No se formaron jefes policiales. Mandar no es para cualquiera. No había chalecos antibalas. No había balas. Empezamos muy de atrás y de a poquito queremos ir suturando esas heridas”.

“Intencionadamente, desde alguna usina, surgió que desde la administración Sain en adelante este era un Ministerio antipolicía. Nada más alejado de la realidad. Y conmigo se va a profundizar el acercamiento entre el Ministerio y la Policía. Nosotros tenemos que confiar en nuestra Policía y estar junto a ella porque se juegan la vida todos los días. Tenemos una tarea muy dura para adentro de la Policía. Estamos remediando de a poquito, mejorándoles el sueldo, que es lo primero. Es muy largo el camino”.

 

Políticas de género

“Tenemos que trabajar mucho en el trato de la Policía con la gente. Queremos que en los centros territoriales de denuncia haya un especialista en género. Estamos convencidos de que hay que trabajar muy fuerte en género. Por eso tenemos una Subsecretaría de Género en la Policía, que no existía. El Censo Policial nos reveló lo mal que la pasan las mujeres policías en la institución, que es machirula por excelencia. Este es un país machista. La Argentina es machirula. Hay que deconstruir mucho a la sociedad argentina”, criticó Lagna.

Idénticas observaciones hizo sobre el Poder Judicial: “Tenemos una Justicia muy machista y patriarcal, es algo cultural. Es un hecho cultural que nos va a llevar mucho tiempo desandarlo. Pero va mucho más rápido la norma que la costumbre. Cuesta todavía”.

“En los centros de denuncias –anticipó el ministro– tiene que haber paulatinamente gente que te escuche el tema de género y de violencia familiar, que hoy por hoy es el delito que más ha crecido, sin distinción de población: desde el pueblo más chiquito hasta Rosario. Muchas mujeres demostraron que sirven para ser policías, contra una tendencia de la gestión anterior en la que por ejemplo había cupos para las mujeres. Me parece una aberración en estos tiempos. Me parece que esa división es bien machista y no tiene nada que ver con el rendimiento ni con la actitud que pone una mujer cuando empuña un arma y tiene un uniforme”.

Por último, Lagna sostuvo que “muchas cosas han cambiado en la sociedad y tienen que cambiar en las instituciones, si no vamos a contramano”.

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