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Lagarde se definió como continuidad

Seguirá las políticas de Strauss-Kahn en el FMI, aunque con perfil propio.

La flamante titular del FMI, la francesa Christine Lagarde, aseguró ayer que sus principales preocupaciones como nueva directora gerente del organismo son los problemas de deuda soberana en Europa, y en especial Grecia, y el “enorme flujo de capitales hacia los países emergentes”.

Lagarde alertó que el masivo desembarco de flujos de capital hacia los mercados emergentes está creando presiones inflacionarias en distintos países.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional intentó en su primera conferencia de prensa rescatar lo mejor de la herencia dejada por su predecesor Dominique Strauss-Kahn y marcar una ruptura en los temas controvertidos.

Sobre los cambios que planea realizar durante su mandato, esta francesa que sucede a otro francés en el cargo declaró que en materia económica encarna la continuidad.

Lagarde estimó que los dos temas prioritarios para la economía mundial son por una parte “la deuda pública”, “con una atención particular a la zona euro” y Grecia, y por otra el recalentamiento de las economías emergentes, expuestas “al riesgo de inflación importada”. Pero también mencionó problemas privilegiados por el ex número uno del Fondo.

“El camino abierto claramente por mi predecesor, Dominique Strauss-Kahn, para considerar temas tales como el empleo, las cuestiones sociales, como componentes periféricos de la visión económica tradicional sobre la situación de un país, debe ser seguido”, afirmó.

“El empleo es una cuestión esencial para el Fondo”, dijo Lagarde. “El desempleo todavía es elevado en numerosos lugares y en consecuencia queda mucho por hacer”, recordó.

Lagarde dijo también que quiere mantener la cooperación iniciada por Strauss-Kahn con la Organización Internacional del Trabajo en el verano de 2010. Luego de las revoluciones en Túnez y Egipto a inicios de 2011, el director gerente había invitado a sus economistas a estar particularmente atentos a la situación de los desempleados.

A uno de los requerimientos que le formularon los periodistas la funcionaria dijo que tuvo una conversación telefónica con su predecesor “sobre algunos asuntos pendientes y sobre cierto número de reformas que había propuesto”.

Interrogada en la conferencia de prensa sobre la diferencia entre ella, ex ministra de economía de un gobierno de derecha y Strauss-Kahn, un socialista, Lagarde rechazó “las etiquetas”.

“Nadie debería ser caracterizado por una etiqueta en particular”, explicó. “Pienso que se debe juzgar a la gente por lo que hace”, afirmó.

Entre sus planes, incluyó una nueva manera de ejercer sus funciones.

“Una diferencia que me surge inmediatamente, es el estilo de dirección, porque yo soy una persona diferente, probablemente más inclinada a la integración, hacia el trabajo en equipo”, destacó.

“Con la diversidad viene el respeto por el otro (…) y me aseguraré de que cada uno continúe siendo respetado, más allá de las diferencias. Eso concierne a la esencia de los análisis pero también a los individuos tal como son”, afirmó.

Strauss-Kahn había tenido una relación con una asistente tres meses después de su llegada a Washington. Recibió una amonestación.

“Yo seguiré de cerca la formación (del FMI) sobre la ética y creo que es bueno. Yo había establecido lo mismo en mi gabinete de abogados” (Baker & McKenzie, donde presidió el comité ejecutivo mundial de 1999 a 2004), recordó Lagarde.

La directora gerente rehusó hacer comentarios sobre la evolución del caso de agresión sexual contra Strauss-Kahn. “La presunción de inocencia es algo muy preciado en el mundo entero. Pienso que sería en honor de los medios si ellos también la respetan efectivamente”, afirmó.

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