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La UE presiona a Irlanda a tomar la “ayuda” financiera

El titular del Banco Central irlandés salió a decir que aceptarán rescate pero continúa ardua negociación.

Expertos europeos y del Fondo Monetario Internacional (FMI) siguieron discutiendo ayer, después de tres días consecutivos, en Dublín, Irlanda, sobre una ayuda de varias “decenas de miles de millones” de euros en el marco de un plan de rescate de los bancos irlandeses, cuya astronómica deuda amenaza a Europa. Pero los irlandeses se resisten a semejante favor y el gobierno intenta separar lo que sería una ayuda al Estado de otra al sector bancario –principal causa de las dificultades irlandesas–. Aún así, las autoridades empiezan a barajar que un préstamo dirigido solo a los bancos también afectará a todo el Estado. En ese marco, el gobernador del Banco Central irlandés, Patrick Honohan, salió a decir que tiene la esperanza de recibir la ayuda, pero todavía la “ayuda” no fue aceptada.

“La esperanza (de la UE y el FMI) y la mía es que se ponga a disposición un préstamo”, declaró el gobernador del Banco Central irlandés, Patrick Honohan. “Hablamos de un préstamo muy importante de decenas de miles de millones de euros”, precisó en la radiotelevisión pública RTE.

Poco después de estas declaraciones, expertos de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI iniciaban conversaciones con dirigentes irlandeses sin que se revelara su contenido.

Reaccionando a las declaraciones de Honohan, el ministro irlandés de Finanzas, Brian Lenihan, estimó “muy deseable” un acuerdo que instaure un “fondo de previsión significativo” al que Irlanda pueda recurrir para respaldar a sus bancos hundidos por las deudas. “Sin embargo, todavía no hemos llegado a este punto”, advirtió.

En Washington, la directora de Relaciones Exteriores del FMI, Caroline Atkinson, dijo que las discusiones no versaban por el momento “sobre un programa de ayuda” y seguían siendo “técnicas”. “Los europeos tienen amplia capacidad para actuar” y solucionar los problemas de Irlanda, agregó.

Frente al ministerio de Finanzas, un puñado de miembros del Partido Socialista irlandés se manifestó contra “la dictadura del FMI y de la UE”. “Nos van a hacer cortar las prestaciones sociales”, aseguró Joe Higgins, eurodiputado y presidente de la pequeña formación.

Los irlandeses, entre los que hay numerosos euroescépticos, temen una pérdida de soberanía en caso de rescate y especialmente las concesiones que deberán realizar a cambio, especialmente en materia fiscal. Además, el gobierno de coalición del primer ministro irlandés, Brian Cowen, está decidido a proteger su impuesto a las corporaciones, uno de los más bajos de Europa (12,5 por ciento). Esa tasa le permite a Irlanda atraer a empresas internacionales, pero llevó a que países como Alemania lo consideraran una ventaja “injusta”. El impuesto “no es negociable”, afirmó la viceprimera ministra Mary Caughlan ante el Parlamento.

Por su parte, la UE y el FMI, deseosos de evitar las dilaciones que acentuaron este año la crisis griega, quieren tomar esta vez la delantera para evitar los riesgos de contagio a otros países muy endeudados de la eurozona como Portugal y España. Aunque ya se tomó una decisión de principio para desbloquear préstamos europeos y del FMI, Dublín no ha hecho todavía la demanda formal indispensable.

El primer ministro Cowen volvió a eludir un compromiso este jueves. “Mi responsabilidad es asegurar que obtengamos la mejor solución para el país”, dijo dando a entender que las negociaciones serán largas y arduas. La tormenta financiera que sacude a Irlanda pone nerviosos a los mercados, cuyo nerviosismo amenaza la estabilidad del resto de la eurozona.

El presidente del BCE, Jean Claude Trichet, que intenta convencer desde hace días a Irlanda para que acepte una ayuda exterior, manifestó ayer su “profunda preocupación” sobre la gobernabilidad económica y fiscal de la eurozona.

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