Ciudad

La solidaridad rosarina está lista para ir rumbo a Haití

La Facultad de Medicina recibió 4.000 litros de leche en polvo y agua mineral para la castigada isla.

Por: Diego Montilla

El esfuerzo –y sobre todo la solidaridad– parecen tener resultado en Rosario. Por ello, la campaña iniciada a comienzos de año en la Facultad de Ciencias Médicas –a través de su Comité de Contingencia para Catástrofes y Desastres Naturales– para ayudar a Haití ha rendido sus frutos. En estos momentos hay listos para ser enviados a la isla unos 4 mil litros de leche en polvo y agua mineral, todos empaquetados y esperando ser trasladados por Gendarmería Nacional hacia el depósito que los Cascos Blancos tienen en la ciudad de Buenos Aires. Se estima que esa ayuda será retirada la semana que viene, para luego partir rumbo a su destino final. Además, desde la casa de altos estudios informaron que las donaciones en efectivo recibidas en la cuenta abierta en el Banco Municipal para el mismo fin “rondan los 80 mil pesos”, que serán destinados para “brindar más equipamiento tecnológico” al hospital argentino de campaña que está instalado en el país caribeño.

El secretario general de la Facultad de Ciencias Médicas y presidente del mencionado comité, Marcelo Petrich, no ocultó su satisfacción ante las numerosas muestras de solidaridad, tanto de parte de los rosarinos como de habitantes de localidades vecinas, a partir del último 12 de enero, día en que Haití vivió una de sus peores pesadillas: quedó arrasada por un brutal terremoto. “La gente ayudó mucho y no se paró de trabajar un momento. La ayuda sigue siendo absolutamente necesaria y ahora seguimos trabajando con la idea de que algunos profesionales, que fueron capacitados durante todo este tiempo, puedan viajar allá para colaborar en todo lo que haga falta”, explicó.

Sobre lo colectado en la cuenta del Banco Municipal, el secretario comentó: “Hasta el momento se han juntado unos 80 mil pesos gracias a las donaciones. El destino de esos fondos ya está encaminado y es aportar tecnología y ayudar con medicamentos para el hospital argentino en Haití y también para algunas carpas de campaña que están ayudando día a día”.

Por su parte, Guillermo Bill, coordinador de la Secretaría General de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario, comentó que “está todo listo” para ser embarcado. “Ahora dependemos de los Cascos Blancos. El tema es que no es sencillo el traslado de mercadería entre países, aun cuando se trata de ayuda humanitaria. Los controles son muy estrictos y hay que respetar una serie de certificaciones y de normas de exportación que son muy estrictas. Nos contaron, por ejemplo, de un container lleno de arroz que por no tener los papeles en regla quedó varado en Centroamérica. Es por eso que nosotros hemos logrado una comunicación muy fluida con los Cascos Blancos para que todo termine llegando correctamente a destino”, subrayó.

La demora en el envío de la mercadería tiene sus razones en que el depósito que tienen los Cascos Blancos en Capital Federal está con su capacidad colmada en estos momentos. Es por eso que se esperará una semana más para realizarse el envío de material desde Rosario. El plan es que Gendarmería Nacional –junto a los voluntarios– cargue el embalaje en distintos camiones para que estos se dirijan a un depósito y después al puerto donde los espera un barco comercial contratado por los Cascos Blancos. Y desde allí, el destino final es la isla.

Con respecto a los haitianos residentes en la ciudad, Bill remarcó que “los 70 residentes de ese país estuvieron recibiendo ayuda alimentaria todas las semanas” desde que ocurrió la tragedia. “Se los estuvo conteniendo tanto económica como psicológicamente”, indicó el integrante de la Facultad de Medicina.

—“¿Y qué información hay sobre cómo está la isla actualmente?”, se le preguntó al coordinador de la Secretaría General.

—“Los chicos nos cuentan que sigue haciendo falta mucha ayuda, y en algunos lugares todavía más que en otros. Los Cascos Blancos están desbordados y muchas veces las cuestiones políticas actúan como escollos en lugar de solucionar las cosas. La cadena productiva de la isla está rota y eso dificulta todo. Lo que nos queda en claro es que la solidaridad de la gente ha actuado como un elemento de contención fundamental ante todo este desastre. Los haitianos tienen muchos problemas históricos y eso hace más difícil todavía la reconstrucción del país”, fue la respuesta.

“Nosotros, desde la facultad de medicina –agregó– no paramos un segundo. Las puertas del edificio fueron abiertas en enero cuando estábamos en período de receso. Acá lo fundamental también está en remarcar la tarea anónima de los 200 voluntarios que colaboraron de manera sistemática y eficaz. El grupo trabajó sin descanso, capacitándose permanentemente”.

Por último, el Comité de Contingencia para Catástrofes y Desastres Naturales de la Facultad de Ciencias Médicas informó que la semana que viene, después del feriado, se lanzará una convocatoria a los distintos medios de la ciudad “y a todos los actores que participaron de esta acción solidaria” para dar “los detalles de la campaña llevada a cabo hasta el momento y además presentar el balance financiero de la misma”.

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