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Sin agua en el origen del río Paraná

La sequía es también brasileña: es la peor en un siglo, amenaza cultivos y adelanta más incendios

Imágenes satelitales muestran la reducción sensible de espejos de agua y nivel en represas eléctricas. Cultivos y el Amazonas amenazados. Piden racionalizar consumo líquido y de energía. Las consecuencias se notan en el Litoral argentino: en Brasil extienden hasta noviembre la crisis del Paraná


Las condiciones meteorológicas prolongadas provocan la peor crisis hidrográfica de los últimos 91 años en el centro y sur de Brasil, según varias agencias gubernamentales del país. Advierten sobre pérdidas de cultivos, escasez de agua para consumo y electricidad y un aumento de la actividad de incendios en la selva amazónica y los humedales del Pantanal. Las consecuencias también se ven en la Argentina, con la histórica bajante del río Paraná.

Los bajos niveles de agua se notan alrededor de varios lagos en la cuenca del Paraná, donde están emplazadas varias represas y embalses hidroeléctricos que ayudan a alimentar la región. Siete de los 14 principales embalses cercanos se encuentran en sus niveles más bajos desde 1999. El Comité de Monitoreo del Sector Eléctrico de Brasil tuvo que reducir las restricciones en algunas represas para satisfacer las necesidades de electricidad y evitar cortes de energía.

La situación tiene relevantes consecuencia para la Argentina, y para el Litoral en particular: es uno de los factores de la extraordinaria bajante del río Paraná, por el escaso vertido de las represas que se suma a las mínimas lluvias en toda la cuenca. La Agencia Nacional de Agua y Saneamiento Básico (ANA) de Brasil declaró una “situación crítica” de los recursos hídricos en la cuenca del Paraná desde junio hasta noviembre de 2021.

Piden racionalizar agua y electricidad

El gobierno de Brasil usó la cadena nacional de radio y televisión para pedirle a la población que ahorre energía eléctrica y agua potable y sí “evitar aumentos de tarifas” y enfrentar la sequía en las principales cuencas hidrográficas.

El ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, dio el mensaje en la noche de este lunes en el marco de las medidas de emergencia aprobadas por su cartera para monitorear la situación crítica, aunque el gobierno de Jair Bolsonaro descarta que haya apagones o racionamiento como ocurrió en 2001, bajo la presidencia de Fernando Henrique Cardoso.

La medida ocurre a menos de una semana de la aprobación por parte del Congreso de la privatización del gigante estatal eléctrico Eletrobras, mayor empresa eléctrica latinoamericana, que perderá la mayoría accionaria del Estado federal.

Los aumentos tarifarios a los que aluden desde el gobierno se darán en caso de que sea necesario utilizar centrales térmicas para compensar la reducción de producción de energía hidroeléctrica, en la que se basa la matriz energética brasileña.

Los satélites exponen la peor crisis en 91 años
Lago das Brisas, en el río Paranaíba (Minas Gerais). Imágenes comparativas del satélite Landsat 8

 

El Operational Land Imager (OLI) instalado en el satélite Landsat 8 capturó las imágenes del Lago das Brisas en el río Paranaíba el 17 de junio de 2021 y las comparó con las del 12 de junio de 2019. Cinco embalses cercanos registraron niveles de agua más de dos metros por debajo del promedio (1993-2002), según Global Reservoir and Lake Monitor .

Los informes noticiosos afirman que los niveles de agua en el río Paraná están alrededor de 8,5 metros por debajo del promedio cerca de la frontera con Paraguay. El nivel bajo de agua podría interrumpir el tráfico de buques de carga en la cuenca y encarecer el transporte de mercancías.

El clima seco extraordinario también afecta la producción de importantes cultivos brasileños como café, maíz, caña de azúcar y naranjas. Una agencia de consultoría agrícola brasileña pronosticó que los rendimientos de la segunda cosecha de maíz podrían alcanzar un mínimo de cinco años. Se pronostica que la producción de café en el estado de São Paulo caerá entre un 20 y un 30 por ciento con respecto a los niveles normales.

Los mapas satelitales de la Nasa, mediante variadas tecnologías, permiten además medir el alto índice de estrés por evaporación de los cultivos.

Las áreas marrones indican plantas que están estresadas debido a una humedad inadecuada, incluso si sus hojas aún no se han marchitado.

 

Gran parte de la vegetación estresada se encuentra en estados agrícolas clave, incluidos Minas Gerais, Goiás, Mato Grosso do Sul, São Paulo y Paraná.

Muchas áreas de Brasil han experimentado lluvias por debajo del promedio desde al menos octubre de 2019, según las autoridades gubernamentales. La temporada de lluvias de noviembre a marzo en 2020/2021 fue de precipitaciones excepcionalmente escasas en los estados de São Paulo y Mato Grosso do Sul.

Varios científicos sugieren que las escasas lluvias se relacionaron con la reciente La Niña, que generalmente trae un clima más seco en la parte sur del continente. Organizaciones ambientales ponen sobre el tapete la acción del hombre, en particular, en Brasil, la continua deforestación en el Amazonas para avanzar con diferentes actividades productivas que disminuyen el potencial regulador del clima de ese enorme pulmón verde, entre otras afectaciones.

El sistema meteorológico nacional del país también advirtió sobre la escasez de agua en Minas Gerais, Goiás, Mato Grosso do Sul, Paraná y São Paulo hasta septiembre de 2021.

Intereses cruzados, quiénes ganan y quiénes pierden

En el último medio siglo, Brasil fundó en la energía hidroeléctrica su principal matriz energética. El ministro y Alburquerque calificó a ese esquema como “robusto”, pero deja heridos por las consecuencias sociales y ambientales y los emplazamientos de esas grandes construcciones.

En el Congreso, el oficialismo defiende, frente a las protestas indígenas, permitir la construcción de más hidroeléctricas y la profundización de la explotación minera en reservas indígenas.

San Pablo, el polo industrial más desarrollado de América Latina, recibe su energía de la central binacional brasileño paraguaya de de Itaipú y ya se creó un comité gestor de la crisis hídrica para tomar medidas específicas frente a esta situación.

 

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