Ciudad

La salud eficiente es pública

Por Juan Pablo Sarkissian.- El Servicio de Internación Domiciliaria, que funciona Rosario desde 1992, es una alternativa asistencial de salud integral descentralizada que comienza a extenderse de a poco a todo el territorio provincial.

En la ciudad de Rosario funciona, desde 1992, una alternativa asistencial de salud integral denominada Servicio de Internación Domiciliaria (SID).

Esta práctica, única en sus comienzos, implementada bajo la intendencia de Héctor Cavallero y Hermes Binner como subsecretario de salud municipal, está fuertemente ligada a valores como la convivencia familiar, entorno, afecto y responsabilidad participativa.

Ahora, en la lógica de una espiral ascendente, el desafío se plantea en el desarrollo provincial del sistema.

En concreto, “el procedimiento apunta a estar más cerca de los ciudadanos que necesitan ser atendidos”, señaló la licenciada en Enfermería María Rosa Gómez, responsable del equipo de trabajo que a su vez se divide en dos áreas: la pediátrica a cargo de la doctora Gabriela Faguaga y la de adultos dirigida por el doctor Omar Lassaga.

En este marco, Faguaga precisó que se trata de “una concepción moderna que intenta combinar la eficiencia de un equipo de salud interdisciplinario con recursos técnicos para lograr una prestación ambulatoria cuyo objetivo fundamental es resguardar la autonomía y calidad de vida”.

“Este sistema en red en el ámbito de la salud pública, el cual un modelo consolidado en Rosario, intenta relacionar e interactúa con los hospitales municipales y centros de atención primaria, con la finalidad de lograr la recuperación y rehabilitación del estado de salud del paciente en su propio domicilio”, indicó por su parte Lassaga.

De esta manera, todo el equipo de trabajo sostiene que “la implementación y aplicación de este servicio es de suma importancia en la construcción de un sujeto comprometido en el ejercicio del derecho a la salud, fomentando su capacidad de autocuidado al tiempo que educa al grupo familiar en la combinatoria salud-enfermedad y sus posibles complicaciones”.

Pero todo tiene su historia. Así, Lassaga indicó que el antecedente inmediatamente anterior al SID fue el Samed (Servicio de atención médica y enfermería a domicilio) que se desarrollaba desde el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) y que su implementación obedecía a razones casi puramente instrumentales: el Heca estaba desbordado.

“Esa crisis de crecimiento de a poco instala la idea de la descentralización de la salud”, destaca Lassaga.

La resultante de esa evolución fue la creación del SID desde 1992, el cual funciona el Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias de Rosario (Cemar), y plasma “una atención de internación en el domicilio en el sentido literal de la palabra”, indicó Gómez.

Y agregó: “La internación es una explícita superación de la lógica de sumar distintas prácticas a domicilio; es parte de un Sistema Único de Salud Pública”.

En este sentido, Faguaga indicó que “hoy en día otras ciudades como Salta, Neuquén y Mar del Plata se sumaron a esta experiencia, donde el eje principal es la descentralización del Sistema de Salud”.

Como sea, la tarea cotidiana es llevada adelante por los dos equipos compuestos por médicos, enfermeros, kinesiólogos, fonoudiólogos, psicólogos (sólo para adultos) y trabajadores sociales.

Todos coinciden en la vital importancia del “trabajo coordinado” y señalan que “de alguna manera hay una virtual división de las tareas: por un lado lo específicamente clínico (área médica) y por el otro la tarea de gestión (área social)”.

En este punto también todos coinciden: Es “clave” el papel de los trabajadores sociales que, “en el terreno”, tienen que tomar decisiones para poder instrumentar a pleno el servicio de internación. Así, mencionaron a Maricel Andreatta en Pediatría y a Noemí Ceminari en Adultos, como las caras visibles de la tarea de gestión.

Como sea, “de lo que se trata es construir una relación dialéctica que supera el umbral de la simple yuxtaposición de prácticas y tareas y poner la tarea en la lógica de la interdisciplinariedad”, precisó Faguaga.

Por su parte, Lassaga recalcó que “el SID es beneficio por partida doble: es menos costoso que una internación hospitalaria (de un 10 a 20%) y es más efectivo y eficiente en términos de salud. A todos los elementos técnicos necesarios se suma el rol de la familia (se construye la figura del familiar responsable), están los afectos, la geografía, la identidad. El salto es cualitativo”

Hoy el servicio dispone de un presupuesto anual que contempla recursos para 60 camas y el universo de atención son enfermos crónicos  y terminales a los cuales se le prestan cuidados paliativos.

Pero el desafío de “calidad”, subrayó Lassaga, es “la articulación provincial”.

“Nos faltan algunos recursos, lo cual no implica más ingresos económicos. De lo que verdaderamente se trata es de más y mejor optimización de los recursos. Mejorar la eficiencia con más involucramiento, con más compromiso. Hay que perfeccionar las estrategias de acción de algo que sólo la salud pública puede abordar”, señaló contundente.

El presente dice que el servicio de internación domiciliaria se desarrolla en la ciudad de Santa Fe desde 2009 y desde el año pasado comenzaron a realizarse las primeras “prácticas operativas” en San Lorenzo, Villa Gobernador Gálvez, Capitán Bermúdez, Granadero Baigorria, Cañada de Gómez y Villa Eloísa.

Como sea, el SID surge y se construye como una alternativa, como una opción, nunca una “salida mágica”.

El contexto social siempre implica un proceso de disputa y en ese marco se pueden encontrar respuestas favorables si despojados de intereses personales se intentan prácticas que tengan como referencia el tan elemental como básico bien común.

Este conjunto de profesionales, con virtudes y miserias, propias y ajenas, intenta y realiza una tarea con poco marketing pero de alto “impacto social”.

Subyace en el ambiente de la salud pública que el SID es ya una “razón de Estado”. Provincializar esta tarea sería el anhelo lógico y natural para el futuro cercano.

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