La recaudación de la provincia de Santa Fe en 2019 fue de 301.646 millones de pesos, lo que representó en términos nominales un crecimiento del 39,6%, pero que en términos reales significó una caída del 9,3%.
Durante 2019, la expansión de los recursos en la provincia de Santa Fe estuvo por debajo de la de los gastos en un 9,1%. Eso explica el deterioro de los resultados económico, primario y financiero de las cuentas públicas provinciales con relación al ejercicio 2018.
El año pasado, la provincia ejecutó recursos por 318.120 millones de pesos pero recaudó en total 301.646 millones. La diferencia negativa fue finalmente de 16.474 millones: el déficit fiscal con el cual asumió el nuevo gobierno en diciembre de 2019.
Los datos se desprenden del último informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública.
La caída de la recaudación registrada el año pasado tiene varias explicaciones. Por un lado, el informe señala que los ingresos corrientes nominales aumentaron en 40,7% interanual, mientras que los de capital cayeron un 13,3% comparado con los de igual período del año 2018.
La mayor parte de la disminución se explica por el impacto de la eliminación del Fondo Sojero. En términos reales, se verificó en 2019 una disminución en ambos conceptos: los ingresos corrientes totales cayeron un 8,6% y los recursos de capital un 43,6%.
Del total de recursos, el 44,6% de lo recaudado correspondió a ingresos tributarios de origen nacional, mientras que el 24,5% son de origen provincial, llegando al 25,5% la participación de otros recursos entre los que tienen preeminencia las contribuciones a la seguridad social.
Dentro de los recursos tributarios provinciales, se destaca la participación del impuesto sobre los Ingresos Brutos con un 19,9% del total recaudado. En cuanto a los recursos de origen nacional, corresponden principalmente a los montos transferidos en concepto de distribución secundaria de la coparticipación federal de impuestos.
La ejecución del presupuesto provincial alcanzó los 318.120 millones de pesos. En comparación interanual, los gastos crecieron 104.279 millones, lo que representa un incremento nominal del 48,7%, aunque en términos reales se verifica una leve caída de los gastos del 3,4% en el año.
Con relación a la composición de los gastos, el 89,5% del total del año 2019 se destinó a la atención de gastos corrientes, mientras que el 10,5% restante correspondió a gastos de capital. Se observa una sobrejecución de los gastos corrientes con respecto a lo originalmente presupuestado en la suma 50.162 millones que representa un desvío del 21,3%, mientras que los gastos de capital resultan subejecutados en 9.215 millones, con un desvío negativo del 21,6%.
Dentro de los gastos corrientes, las remuneraciones al personal fueron las que absorbieron la mayor proporción del gasto, un 37,6%, seguidas por las prestaciones de la seguridad social y las transferencias corrientes con un 17,8% y 16,9%, respectivamente. En cuanto a las variaciones nominales con respecto a lo ejecutado en el ejercicio anterior, las remuneraciones al personal se incrementaron un 50% y las prestaciones de la seguridad social un 59,2%.
El informe explica que la sobrejecución de los gastos corrientes en 2019 se debió a la aplicación de la cláusula gatillo, que actualizaba en forma automática los salarios del sector público en línea con la inflación.
Además, el estudio señala que hubo un crecimiento interanual de 159,5% de la deuda pública, el cual se explica por los mayores intereses derivados de la colocación de títulos públicos, sobre los cuales inciden los efectos de las variaciones en el tipo de cambio. Aunque es escasa su participación sobre el total, viene creciendo en términos anuales. Le siguieron los gastos en servicios sociales que aumentaron un 52,3%. El stock de deuda pública consolidada al 31 de diciembre de 2019 fue de 39.562,2 millones de pesos y la deuda flotante de 28.569,5 millones de pesos.
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