Espectáculos

“La rebeldía del artista está hoy en crear fuentes de trabajo”

La actriz y directora local Carla Saccani hace un repaso por un presente marcado por la producción, la docencia y la militancia. La creadora tiene dos obras en cartel en el espacio Quercus Alba.


La claridad ideológica con la militancia como bandera, y una producción artística que no reniega de sus elecciones éticas y estéticas sino que siempre está buscando ampliar el campo de acción y de riesgo con el que se vincula, han posicionado en los últimos años a la actriz, dramaturga, directora y docente rosarina Carla Saccani en un lugar singular en la escena rosarina contemporánea. “Comencé el 2014 con la decisión de llevar adelante varios proyectos a la vez y de comprometerme cada vez más con la profesión que elegí”, sostiene como bandera quien en su haber como directora tiene una recordada versión de Fraternidad, de Mariano Moro, y otra de El Malentendido, de Albert Camus, aunque el punto de inflexión en su forma de entender el teatro y su lenguaje lo encontró a partir de la dramaturgia propia desplegada en la aún en cartel Amarás a tu padre por sobre todas las cosas (viernes, a las 22, en Quercus Alba, de Corrientes 563), entre lo mejor de la cartelera local.
Ahora, con varios proyectos entre manos, entre otros, la puesta en marcha de un taller que dicta junto con Marina Lorenzo los martes y jueves en Radio Nacional Rosario (Córdoba 1331), y el reciente estreno de una versión de Caperucita, un espectáculo feroz, de Javier Daulte (ver aparte), Saccani atraviesa un año de producción, taller, proyectos y funciones.
“En los talleres de teatro, cuando se trabaja con grupos muy grandes como en este caso, se puede partir de cuestiones corales, problemáticas como la transmisión de la energía; las improvisaciones corales se vuelven espacios de mucha creación porque se trabaja a partir de los estados de los actores”, expresó la directora, quien remarcó esta nueva etapa en su carrera: “El taller parte de nuestro recorrido, que tiene que ver con habernos posicionado como un equipo de trabajo que tiende a la autonomía del teatrista para insertarse dentro del sistema teatral de la ciudad; por eso es que en el taller, si bien trabajamos cuestiones vinculadas con la actuación, también lo hacemos con otras problemáticas como son la producción y el montaje. Es decir: cómo llevar la idea a la realización, sin traicionar esa idea primigenia, y del posicionamiento de la actuación como un oficio, sin esperar todo el tiempo la convocatoria del otro, y también para romper con esa lógica algo perversa de gente que se pasa la vida transitando talleres pero que nunca logra estrenar nada”.
Saccani, junto con un colectivo de artistas locales, creó también el Movimiento VEA Teatro Rosarino, que lleva adelante una serie de actividades vinculadas con la creación de espacios de trabajo y difusión. “En relación con la militancia y con la gestión cultural, desde el VEA estamos más activos que nunca. Decidimos transformarnos en Asociación Civil, así que en breve podremos invitar a todos los teatristas que estén interesados a asociarse al espacio y a participar de manera más orgánica en las actividades. La comisión directiva la formamos Julio Cejas como tesorero, Luis Fittipaldi como primer vocal, Sebastian Villar Rojas como secretario general y yo como presidenta”, expresó, y completó: “El VEA se define como iniciador de políticas públicas dentro del Estado. Creemos que el artista, en los últimos años, empezó a desarrollar un actitud absolutamente esquizofrénica en relación con el Estado, ya sea municipal, provincial o nacional, porque recibe subsidios o becas, y no todos los artistas -necesito que esto quede claro-, pero participa de concursos que organizan y gestionan los distintos Estados, incluso algunos son empleados estatales y después piensan en el Estado y hablan de él como «un elefante amorfo y pesado», ahogado de corruptela; una aplanadora torpe y esterilizante de la creatividad”.
“El teatrista –continuó–, lleno de escepticismo, se burla de sí mismo y de su trabajo cuando lanza un «qué teatro independiente, teatro subsidiado». La frase es cierta, yo la he dicho más de una vez. Pero a mí, pensar esto, me otorgó coherencia y me soliviantó contra esos esquemas de pensamiento. Por eso, desde mi forma de ver, las teorizaciones del VEA, sus conclusiones y sus proyectos, son superadores de esos viejos esquemas, de esas viejas concepciones de la rebeldía del artista y de la nostalgia por un pasado teatral mejor. La verdadera rebeldía hoy consiste en generar nuevas fuentes de trabajo para los artistas de esta ciudad y profesionalizarnos en lo que hacemos, ya sea en el teatro under, off, autogestivo, independiente o como nos guste llamarlo, del mismo modo que en el teatro comercial como en el teatro público”.
Finalmente, la creadora habló de Amarás a tu padre por sobre todas las cosas, su primer trabajo estrenado con dramaturgia propia, que se ha convertido en una de las propuestas más valiosas de la presente cartelera local: “Amarás… comenzó en mayo su nueva temporada en Quercus Alba, después de haber sido seleccionada para participar del Encuentro Regional de Teatro que tendrá lugar en julio, en Paraná. Es un espectáculo que sigue creciendo, las actrices (Marina Lorenzo, Vanesa Baccelliere y María Florencia Sanfilippo) se afianzan cada vez más en sus roles y cada vez me afirmo más en la decisión de seguir trabajando en Quercus, que es un espacio que me permite crear muy libremente, donde si bien las puestas que montamos son súper intimistas, también es cierto que desplegamos un nivel de producción en lo que tiene que ver con el diseño de puesta en escena, escenografía, planta de luces y sonido donde, lejos de generar un espectáculo minimalista, las obras están completamente cargadas de espectacularidad”.

Una caperucita feroz, ambigua y kitsch

“En nuestra Caperucita una mujer es el lobo y un hombre es la abuela”. Ni preconcepto ni riesgo en vano, sólo la necesidad de atravesar los textos de otros con una mirada crítica y corrosiva como la que caracteriza al equipo Teatro Cabeza, que recientemente estrenó en Quercus Alba su particular versión de Caperucita, un espectáculo feroz, de Javier Daulte, que se presenta allí los domingos, a las 20.30, con las actuaciones de Natacha Soboleosky, Marita Vitta, María Florencia Sanfilippo y Juan Carlos Capello.
Montada a partir de la idea de una familia matriarcal, con un particular dispositivo escénico y muy buen nivel en las actuaciones, la obra llegó a manos de Saccani por encargo. “Fue una propuesta que me hiciera en agosto de 2013 Marita Vitta. Y dirigir actores de la trayectoria de Marita o de Juan Carlos es realmente un privilegio para alguien que está recién dando sus primeros pasos en la dirección, que es un rol en el que yo empecé desde un lugar absolutamente intuitivo”, expresó Saccani, quien completó: “Es ahora, cuando atravesé algunas experiencias, que estoy empezando a teorizar en los métodos de dirección y en poder formarme específicamente”.

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