El Ciudadano
El cierre de la planta de Fiat de Ferreyra, Córdoba, tendrá efecto dominó: no sólo se perderán en forma directa los puestos de los 200 suspendidos, sino que se pueden caer medio millar más, con lo cual sumarán 700 los empleos destruidos.
El titular de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Córdoba, Eduardo Borri, señaló que proveedores de FCA (Fiat Chrysler Automobiles) “han sido alertados hace algunas semanas de que se paralizará la actividad en la parte de cajas de transmisión” de la automotriz italiana.
“Las multinacionales toman decisiones, que lo hacen con todo derecho, pero los proveedores más pequeños están siendo afectados”, señaló en declaraciones al portal Cadena 3.
En cuanto a la cantidad de trabajadores que podrían quedarse sin su trabajo actual, la cifra llegaría a los 700, estimó el empresario.
“Por cada empleo que hay en la terminal, hay cuatro en el sector autopartista, por lo que si hay 170 afectados en el Fiat en el largo plazo el daño sería cuatro veces mayor”, dijo.
Sin embargo, según el sitio InfoGremiales, la intención de Fiat es que sean 300 operarios los que acepten un plan de retiros voluntarios, que son la totalidad de los que trabajan en la planta.
Hasta la última información eran 40 los operarios que habían aceptado el plan de retiros, que poco tiene de voluntario.
El cierre de la planta de fabricación de cajas de cambio echa por tierra con las palabras del propio titular de Fiat Argentina, Cristiano Rattazzi, quien en mayo del año pasado había sostenido que un dólar a 26 pesos “estaría bien” y tres meses después, a fines de agosto, sostuvo que no lo asustaba “para nada” un dólar a 35 pesos, ya que dinamizaba a la industria.
“Hay que incentivar la exportación y para eso hay que tener un dólar relativamente alto porque eso acelera la oportunidad de generar trabajos de calidad”, cerró durante el Coloquio de Idea, en octubre del año pasado.
Pero ahora, con el tipo de cambio más alto de la historia, el efecto fue exactamente el inverso.
“No hay proyecto a la vista”
“La situación es grave porque no hay proyecto a la vista, en principio son suspensiones pero la fábrica ha anunciado que produce hasta mediados o fines de abril, no más”, se alarmó Leonardo Almada, secretario de Prensa y Difusión de Smata, el gremio de mecánicos.
En diálogo con La Nueva Mañana de Córdoba el dirigente explicó que las suspensiones en Ferreyra se anunciaron hasta abril y afectan a 150 trabajadores jornalizados y a 50 profesionales de la planta. A los empleados la empresa les paga el 75% de su salario.
“La suspensión en principio es por dos días (a la semana) y se ha lanzado un plan de retiros voluntarios”, detalló Almada.
Pero nada alienta a creer que después de abril todo volverá a la normalidad, como lo anticipó la propia Fiat: “Tendría sentido si se fabricaran 200.000 unidades al año, pero estamos en 35.000”, admitieron en la firma.
Es que las cajas de cambios que produce la planta de Ferreyra son principalmente para el mercado interno y un porcentaje menor para exportar a Brasil. Pero el mercado interno mes a mes va quedando más paralizado y la demanda del gigante del Mercosur está resentida.
La situación del país afecta a todas las plantas industriales del sector automotriz y por ello Smata está en guardia: “Estamos con problemas en todas las empresas, en las automotrices y en las autopartistas y se van a ir agudizando los problemas”, expresó su temor Almada.
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