Ciudad

Empleados en riesgo

La quesería Chateubriand sigue en veremos

El Ministerio de Trabajo extendió la conciliación obligatoria tras los 15 despidos que ocurrieron a fin del año pasado en la fábrica ubicada en la localidad santafesina de Carmen. Las tratativas siguen el lunes.


Los 17 trabajadores de la fábrica de quesos Chateubriand, ubicada en la localidad de Carmen, a 35 kilómetros de Venado Tuerto, tendrán el lunes próximo una audiencia clave en el Ministerio de Trabajo. La última reunión en el marco del conflicto laboral que vienen transitando se hizo días atrás sin los propietarios de la firma. Allí el la cartera laboral santafesina prorrogó por 15 días la conciliación obligatoria, pese a que la patronal no la está cumpliendo.

El 1º de febrero 15 de los 17 empleados recibieron el telegrama de despido, aunque lo pactado era que la quesería volviera a producir. Los únicos dos sin notificar fueron el delegado gremial y un integrante de la Comisión directiva de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (Atilra).

Las cesantías se dieron luego de que el 30 de diciembre la empresa suspendiera las tareas por un mes aduciendo una crisis y tras varias reuniones con el sindicato y autoridades provinciales. Los trabajadores decidieron así instalarse y custodiar la fábrica (algo que siguen hasta hoy) con el fin de sostener sus puestos laborales.

En ese marco, el lunes pasado se desarrolló una nueva audiencia en la sede local (en la esquina de Lagos y San Lorenzo) del Ministerio de Trabajo santafesino. La patronal no envió representantes. En el cónclave los funcionarios provinciales decidieron extender por 15 días más la conciliación obligatoria, pese a que el titular de la firma, Aldo Muscolini, no la está acatando.

“Veremos si se presentan y qué cartas tiran sobre la mesa. Lo que hemos escuchado es que tienen previstos concursar la empresa. Eso dejaría claro el vaciamiento que están haciendo. Buscar licuar todas las deudas, lo que incluye a nuestras indemnizaciones y la plata que deben en concepto de aportes previsionales. Acá no hay una crisis de sector, todo está siendo planificado”, señaló en diálogo con El Ciudadano, Sebastián Salas, uno de los empleados.

Acusaciones

En el telegrama que recibieron el 1º de febrero, Muscolini acusó a los trabajadores de tener una “conducta contraria al principio de la buena fe” por “ocupar de manera ilegítima” el establecimiento. También se les imputó impedir “el ingreso de camiones que transportan leche, de los directores de la empresa, y la fabricación y comercialización de los productos”, colocando así a la firma en “situación de cesación de pagos”.

Salas negó los cargos y dijo que son los obreros quienes siguen buscando la reapertura y la materia prima para trabajar.

“Fue la empresa la que dijo que el 30 de diciembre la planta cerraba por 30 días. Los quesos y el camión que no pudieron sacar son la única garantía que tenemos. No sé dónde está la justa causa que argumentaron para echarnos sin indemnización”, señaló.

Los empleados aún no recibieron el sueldo de enero. Y fue a partir de la intervención del Ministerio de Trabajo que pudieron cobrar diciembre y el aguinaldo.

Historia de un vaciamiento

Apenas iniciado el conflicto, los trabajadores denunciaron que la empresa dejó ir a los proveedores tamberos más importantes y disminuyó así el ingreso de leche, insumo básico para la producción láctea.

Salas también relató que Muscolini intentó llevar a la compañía a un procedimiento preventivo de crisis. Pero el Ministerio de Trabajo le negó esa declaración por “falta de documentación pertinente y confiable”.

Es negocio

Lácteos Chateubriand se encuentra a 35 kilómetros de Venado Tuerto, ingresando a la localidad de Carmen.

Según el portal Argentina.indymedia, la firma empezó en 1997 fabricando leche fluida y en 2001 se volcó a la producción de quesos duros, semiduros, blandos y ricota. Además, vende crema y suero. En total,  emplea a 17 trabajadores, que para una localidad de 1800 personas es una fuente de trabajo y actividad indirecta importante.

En las mejores épocas se llegaron a procesar entre 25 y 30 mil litros de leche, que equivalen a mil hormas de queso diario. Por entonces, los salarios de los trabajadores se pagaban sólo con la venta de crema. En un cálculo “rápido”, una buena carga rondaba los 400 o 500 mil pesos.

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