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Messi al rescate

La Pulga, único héroe en este lío

El rosarino, quien amagó con renunciar, mantuvo con vida al combinado nacional en un año muy complicado.


El seleccionado argentino de fútbol vivió un año agitado, signado por otra decepción futbolística que agigantó ansiedades, propias y ajenas, con un cambio de entrenador incluido, y por momentos quedó excluido de la clasificación al Mundial Rusia 2018 como muestra cabal de su sufrimiento deportivo.

A pesar de todo, la Argentina tuvo una estrella como el astro Lionel Messi y que al final de cuentas, luego de una retractación por renuncia, resultó un héroe entre tanto lío para darle al seleccionado un halo de esperanza de cara a la definición de Eliminatorias Sudamericanas.

El inicio en el calendario por Eliminatorias resultó auspicioso para el equipo dirigido por entonces por Gerardo Martino, el entrenador del subcampeonato en la Copa América 2015.

Un nuevo traspié en el certamen continental, de edición especial por su condición centenaria y celebrado en Estados Unidos, fue el inicio del fin para la tranquilidad del seleccionado que figura aún como número uno en el ranking Fifa.

La derrota por penales a manos de Chile, el mismo rival que lo doblegó por la misma instancia en Santiago en junio de 2015, no solo significó la tercera final perdida de manera consecutiva por el plantel, también la renuncia de Messi, un terremoto que movió los cimientos con una escala sísmica de gran efecto, que se sintió desde Nueva Jersey hasta Viamonte 1366.

El cruce entre jugadores y dirigentes el día previo a la final junto con una nueva frustración deportiva fueron el cóctel que le dieron pie a Messi, en el vestuario, para anunciar una noticia totalmente inesperada. Enseguida, los ruegos para que reconsidere su decisión se hicieron escuchar como una muestra cabal del cambio que generó La Pulga en la consideración de los hinchas, quienes no hace mucho tiempo criticaron su rol en el equipo.

La sucesión de desprolijidades no finalizaron allí, porque con el advenimiento de los Juegos Olímpicos de Río 2016, Martino se disponía a dirigir al seleccionado Sub 23, pero la falta de interés de clubes por ceder a los futbolistas fue demasiado para el rosarino, extremadamente cansado de las idas y vueltas en la vida institucional de AFA y que afectaron su conducción.

La responsabilidad recayó en Julio Olarticoechea, solo porque tenia contrato con AFA, y la producción del equipo en Brasil fue paupérrima.

La designación de Edgardo Bauza, ganador de la Copa Libertadores con Liga de Quito de Ecuador y San Lorenzo, supuso un nuevo ingrediente en el presente convulsionado del seleccionado cuyo destino dependió de la Comisión Normalizadora de Armando Pérez. El Patón, estigmatizado por su perfil “defensivo”, resultó vencedor en la terna compartida con Ramón Díaz y Miguel Ángel Russo.

El primer objetivo de Bauza se centró en un diálogo con Messi, quien dio marcha atrás en la renuncia y volvió para el triunfo ante Uruguay, con un gol suyo, por la 7ª fecha de Eliminatorias, pero una lesión lo marginó de las siguientes convocatorias que pusieron en apuros al equipo al punto de dejarlo afuera de la zona de clasificación.

Luego del cachetazo que significó la goleada en contra ante Brasil en Belo Horizonte por la 11ª jornada, con la vuelta de Messi, la Argentina solo encontró algo de paz con el triunfo resonante ante Colombia por 3 a 0. En ese encuentro, el crack rosarino fue clave, se erigió como líder dentro y fuera de la cancha, rescató al equipo entre tanto resultado adverso y mantuvo a Bauza en su puesto.

De todas maneras, Messi, la voz cantante del plantel, comunicó que no hablarán más con la prensa a raíz de una acusación de un relator a Ezequiel Lavezzi y la felicidad por el éxito en San Juan fue mesurada, pero actuó como reflejo de un año de dientes apretados, frustraciones, incomodidades, llantos, cruces y mucha bronca acumulada.

La dependencia de Messi en el seleccionado argentino fue palpable en la cancha y fuera de ella durante 2016. La ilusión y la chance de clasificación al campeonato del mundo, aparentemente, dependen de su talento, a seis fechas del final. Mientras tanto, la Argentina sigue sin encontrar una identidad, su mejor versión, pero Messi sigue siendo el héroe entre tanto lío.

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