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La privatización del banco, polémica 14 años después

“La provincia dilapidó mil millones de dólares para quedarse sin el BPSF”, aseguró el ministro Sciara.

“Gastar, perder, dilapidar”. El ministro de Economía Ángel Sciara debió juntar tres sinónimos para definir el resultado de la privatización del Banco Provincial de Santa Fe, operación que le costó al Estado más de 1.000 millones de dólares. Sciara y el secretario de Hacienda, Carlos Fernández, presentaron ayer el informe final sobre la venta del banco, concretada en el primer gobierno de Jorge Obeid. Para concretar aquella privatización, la provincia debió realizar un proceso de saneamiento y liquidación cuyo costo final fue de 4.120 millones de pesos, informaron.

El viernes pasado el Estado santafesino terminó de pagar el crédito que tomó la gestión de Obeid con el Fondo Fiduciario por 163,7 millones de dólares. Cancelado el préstamo, el Ministerio de Economía completó el informe que da cuenta, en detalle, de la operación. “Es una paradoja que la provincia haya debido gastar, perder y dilapidar más de 1.000 millones de dólares para quedarse sin su banco”, se quejó Sciara.

El titular de Economía definió el informe presentado ayer en Casa de Gobierno como “una investigación meticulosa, detallada y documentada” del proceso de privatización iniciado en 1996 y resuelto en 1998 a favor del Banco General de Negocios, controlado por los hermanos José y Carlos Rohm. El secretario de Hacienda explicó que las etapas de saneamiento insumieron 3.036 millones de pesos, la liquidación 780 millones y los juicios contra la entidad, que debió asumir la provincia, otros 304 millones.

En la conferencia, los funcionarios ensayaron distintas equivalencias sobre qué se pudo haber hecho con ese dinero: 2.653 centros de salud, o 337 escuelas, o pavimentar el 85 por ciento de todas las rutas provinciales primarias, o construir 35 hospitales de alta complejidad.

Sciara no se guardó nada a la hora de calificar la operación comandada por Obeid y por su ministro de Hacienda, Hugo Garnero, de la cual insistentemente buscó despegarse Carlos Reutemann, aunque diversos documentos demostraron que fue bajo su primer gobierno que comenzó a delinearse la venta del banco.

“Una historia de despojo, de dilapidación de recursos”, definió Sciara. “Una historia que está culminando en estos días. Este informe resume lo acontecido para que la provincia se quede sin su banco público y también lo que ha tenido que erogar y dejar de percibir: una enorme cantidad de recursos”, disparó.

Fernández añadió que para la elaboración del informe sólo se tuvieron en cuenta “los aspectos cuantificables”, no los valores intangibles “como 120 años de historia”. Y dijo que la actual administración pagó por los créditos tomados por Obeid casi 300 millones de pesos. “Sólo esa cifra equivale a la construcción de 24 escuelas o de 190 centros de salud”, comentó el secretario de Hacienda, responsable de la elaboración del estudio.

La paradoja de la que habló el ministro se explica a partir de otro dato revelado ayer: la provincia percibió, por parte del Banco General de Negocios, 57 millones de dólares, pero debió pagar una suma casi 20 veces mayor por el proceso de saneamiento. No obstante, Sciara descartó que a partir de las cifras reveladas ayer el gobierno vaya a iniciar alguna presentación judicial contra los responsables de la privatización.

“Esto no significa ningún ilícito”, sostuvo el ministro de Economía. “Nadie está diciendo que fue un desfalco o un robo. Estamos simplemente haciendo memoria y balance de lo acontecido en una larga historia que tiene que ver con el crecimiento del banco, su debacle y su liquidación. Eso es todo: una simple rendición de cuentas”. añadió.

 De acuerdo al informe presentado ayer, desde 1998 hasta 2007 –fecha en que asumió el Frente Progresista– la provincia pagó 2.715 millones de pesos como consecuencia de la venta del banco, cifra que contempla el pago del préstamo del Fondo Fiduciario (por 163,7 millones de dólares); de los bonos Bosafe (emitidos por el Banco Nación, en calidad de fiduciario del Fondo, por 95 millones de dólares); e inclusive de la “resignación de depósitos que tenía la provincia y que terminaron capitalizando al banco”, según afirmó el titular de Hacienda.

“Para sanear el banco, la provincia dispuso de fondos líquidos y asumió los cargos impuestos por el Banco Central ante el incumplimiento de las relaciones técnicas, actualizaciones e intereses. También cedió un bono de consolidación a esa entidad”, enumeró Fernández.

“El costo total de las acciones de regularización y saneamiento arroja la cifra de 3.036 millones de pesos”, dijo.

Con respecto a los aportes del tesoro provincial para sanear el banco, el secretario de Hacienda agregó0: “Una parte se concretó en el marco del Pacto Fiscal de 1993, por el cual las provincias podían aplicar a procesos de reforma del Estado un determinado excedente de la coparticipación federal. Santa Fe usó el total de esos excedentes, sin coparticipar antes el porcentaje correspondiente a municipios y comunas”.

Esa situación “generó el reclamo de 117 municipios y comunas, 90 de las cuales eran del Partido Justicialista en aquel momento y, sin embargo, presentaron su reclamo al actual gobierno”, indicó el funcionario.

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