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"Momos"

La Plata repitió la quema de muñecos

Como es tradición en la capital bonaerense, unas 106 obras fueron incendiadas en la madrugada de ayer para recibir el 2015.


Como ya es habitual, ayer se realizó la quema de muñecos de fin de año –denominados “momos”– en La Plata, la cual reunió a miles de vecinos de la capital bonaerense, en lo que fue una gran fiesta de bienvenida del 2015.

“Avalon, un bosque mágico” fue la obra ganadora del premio al “Mejor Muñeco de La Plata”, otorgado por la municipalidad.

La estructura que ocupó casi 10 metros en una calle del barrio Altos de San Lorenzo fue realizada por el Grupo Artístico Autodidacta Muñequero “Gaam Drako”, integrado por artesanos que hace más de treinta años elaboran las figuras para ser exhibidas durante la noche del 31 de diciembre, y que luego arden en medio de un show de fuegos artificiales.

La obra realizada por el grupo de “artistas muñequeros” ardió pasadas la hora 2 del primer día de 2015 en el populoso barrio platense.

A unas cuadras de “Avalon”, en calle 13 y 74, otro grupo de jóvenes realizó “Celedonio y una vida de duendes”, donde recrearon una fantástica secuencia que incluye “duendes autóctonos, un jockey montado en una langosta y otros jugando al truco o bañando a un conejo” con elementos como agua, humo y movimiento que acompañan la ilusión, en la despedida del año.

“El grupo hace duendes desde hace 18 años en esta esquina, coordinados por Martín, un chico que es el jefe de la banda porque entiende un poco más que nosotros. Estuvo muchos años en la Facultad de Bellas Artes y quiere mucho a los duendes”, dijo Matías Luise, uno de los integrantes del grupo de estos artistas.

Esta tradición platense tuvo sus orígenes en la esquina de las calles 10 y 40, y según memoriosos vecinos, fue a principios de los años 50 que en la puerta de un almacén y bar, dio comienzo como homenaje a un jugador de fútbol del Club Cambaceres de Ensenada.

Con diferentes protagonistas, desde el payaso con el letrero de “Cambaceres campeón 1956”; el tranvía “14” en la despedida de 1966 o un gigantesco Juan Moreyra como ofrenda a la película de Leonardo Favio, fueron los homenajes “en vida” a cada acontecimiento destacado del año.

Así es como este fin de año se quemaron 106 estructuras en los diversos barrios platenses, y entre ellas se destacan los homenajes al actor recientemente fallecido Roberto Gómez Bolaños, y caricaturas de los Looney Tunes.

Desde entonces los “momos” convocan a niños, jóvenes y adultos, y transforman a familias en artesanos que, en algunos casos, con solo días de elaboración o meses de tiempo y creatividad, dan forma al ritual platense del nuevo año.

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