Política

La pelea que nunca termina

A pesar del acuerdo del jueves en el Senado, oficialismo y oposición se siguen sacando chispas. Lagna acusa de mentiroso al socialismo y Lamberto asegura que el PJ quiere limitar la gobernabilidad de Binner.

Por: Ezequiel Nieva

Los ecos de la disputa por el fondo salarial siguen resonando luego de la maratónica jornada del jueves, en la que la Legislatura sancionó la ley impulsada por el Senado y echó por tierra las aspiraciones del Frente Progresista de reinstaurar Ingresos Brutos para la construcción, la producción oleaginosa y la industria. Oficialistas y opositores se cruzaron, primero en la sesión de la Cámara de Diputados y luego en declaraciones periodísticas. Con idénticas acusaciones de un sector a otro sobre supuestas “falacias”, el socialista Raúl Lamberto y el reutemista Jorge Lagna le echaron un poco más de leña al fuego de la más reciente polémica política provincial.

Lamberto se quejó por las limitaciones que impone el PJ a la gobernabilidad; Lagna lo tildó de “mentiroso” por no haber acatado, en la Cámara baja, el acuerdo que ya habían sellado ambos sectores en el Senado. Y aprovechó para remarcar los llamados “gastos superfluos” de la administración de Hermes Binner, entre ellos el Puerto de la Música que se construye en Rosario. Por su lado, Lamberto destacó como único aspecto positivo la autorización para utilizar el 100 por ciento del Fuco (Fondo Unificado de Cuentas Oficiales): unos 250 millones de pesos. Pero advirtió que, para poder afrontar la política salarial, el gobierno deberá resignar fondos asignados a obras públicas.

Lagna declaró: “Tengo dos sensaciones: muy feliz por el acuerdo celebrado después de mucho trajinar. La Legislatura no le sacó el cuerpo al gobierno; presentó proyectos y se cristalizaron en un acuerdo que lamentablemente tratan de negar los diputados del Frente Progresista votando en contra de sus propios senadores. El justicialismo sigue dando muestras de que no pone palos ni troncos en ninguna rueda (en alusión a las declaraciones previas del ministro Antonio Bonfatti). Ojalá éste sea el inicio de una nueva etapa entre gobierno y oposición. Esperemos que esta actitud que se inició en el Senado, pese a que se quiera ensombrecer en Diputados, no sea algo pasajero”.

—Para usted, ¿hubiera sido más coherente que los diputados oficialistas votaran como los senadores?

—Yo no quise desmentirlo en el recinto, pero Lamberto es un mentiroso. Él era uno de los negociadores, uno de los que selló el acuerdo que, vaya a saber por qué, después negó. Y negó a su propio par, (el senador) Juan Carlos Zabalza. En toda negociación, uno pone y saca cosas. Se creó un fondo, se negoció toda la tarde; lógicamente que hubo posiciones encontradas, pero se llegó a un consenso. Hablar de aprietes… dan lástima los dichos del diputado Lamberto.

—¿Con este fondo se soluciona realmente el conflicto?

—Seguramente. Además, hemos puesto una cláusula de garantía y el tiempo nos dará la razón. Si es necesario empezar a rediscutir el sistema tributario, pero no a base de impuestazos parciales porque la situación de crisis vaya en aumento, no tenemos inconvenientes. Y el despacho del Senado así lo confirma, recogiendo 19 voluntades de apoyo. La cláusula de garantía no es para la tribuna. Si es necesario, vamos a hablar de una reforma tributaria, pero en serio. Hay que terminar con esa historia de que paga el peluquero y no paga Cargill, porque es una falacia absoluta. Ingresos Brutos recaudó 3.000 millones el año pasado y le hacen decir al gobernador que por ese concepto no se recaudó nada.

—Entonces, ¿ustedes están dispuestos a discutir una reforma tributaria en caso de que el fondo no alcance para pagar los aumentos que piden los gremios?

—Sí. El gobierno tiene los fondos, sabe de dónde sacarlos, ha subestimado los ingresos nacionales en más de 1.000 millones de pesos y quiere seguir insistiendo con una reforma tributaria que no es otra cosa que seguir ahogando el bolsillo del santafesino. El gobierno socialista sigue de la misma manera: más gastos y más impuestos. Me parece que no se trata de un Estado bobo; están creando un Estado elefantiásico que no se va a poder sostener.

—¿Por qué dice que el gobierno subestima los ingresos nacionales?

—Para poder manejarlos a diestra y siniestra, para poder seguir con esas obras faraónicas como el Puerto de la Música cuando no tenemos gasa en los hospitales. Más allá de que tienen el derecho de elegir su plan de gobierno, es una actitud autista del gobierno que ha desembocado en esta crisis.

Lamberto reconoció que el proyecto acordado en el Senado “no era el deseado”. Y lo explicó: “No se incorporan nuevos recursos, por lo tanto el fondo es ficticio: es una autorización para usar lo que el Estado tiene, una verdadera falacia. Aun así, gracias a la decisión de los senadores pudimos lograr que el uso del Fuco sea del 100 por ciento para afrontar la política salarial. Ese condicionamiento no lo teníamos en Diputados y por eso marcamos nuestras diferencias. Es la realidad institucional de la provincia: el justicialismo tiene el control de una cámara (el Senado) y a la vez tiene los dos tercios y en cada oportunidad en que tienen que debatirse políticas de Estado, el PJ establece los límites. Lo hizo con el presupuesto, lo hizo con la reforma tributaria y lo hizo ahora, pero no nos sorprende”.

El socialista acusó: “Ellos han optado por limitar la gobernabilidad; nosotros entendemos que con esta realidad tenemos que gobernar y vamos a seguir haciéndolo. Con dificultades, porque una política salarial sin nuevos ingresos se va a hacer a costa de la obra pública, de los insumos para los hospitales, de la educación y esto tiene que saberlo la población. No hay secretos: si uno necesita disponer de lo que tiene el Estado para su funcionamiento, los fondos para política salarial saldrán de otro lado. Que la ciudadanía lo sepa: hay un gobierno que está dispuesto a generar un cambio y un partido (el PJ) que, utilizando el Senado, genera todo tipo de limitaciones a la gobernabilidad”.

—¿Por qué piensa que el PJ condiciona la gobernabilidad?

—Porque creen que, condicionando la gobernabilidad, pueden sacar rédito político. Creo que se equivocan: la gente nunca vota los obstáculos, nunca vota al que condiciona o al que no deja gobernar. Pero hay un núcleo duro que sigue creyendo que eso es posible y por eso lo hace. Tienen una mayoría holgada en el Senado que no se condice con los votos, que fueron favorables al Frente Progresista. Es la realidad institucional con la que tenemos que gobernar y vamos a dar batalla. Pese a todos los obstáculos, el gobierno de Binner sabe gobernar, está gobernando y va a marcar el cambio que ha generado como expectativa en la población de Santa Fe.

—¿Por qué los diputados oficialistas no votaron igual que los senadores oficialistas?

—Porque no estaban condicionados. Hubo un condicionamiento de los senadores por el estado de necesidad. En la práctica, por la mayoría (oficialista) que hay en Diputados, no nos pudieron condicionar.

—¿Qué opina de la actitud del bloque kirchnerista?

—Hay un doble discurso. Tienen un discurso progresista en el orden nacional, pero cada vez que les ha tocado plasmarlo en la provincia no lo han hecho.

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