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La pasión según “un Loco”

Por: Rubén Fraga- Román Iucht habló sobre su primer libro, “La vida por el fútbol: Marcelo Bielsa, el último romántico”, en el que describe en dinámicos capítulos las convicciones y valores que caracterizan al ex técnico de la selección.

“Los momentos de mi vida en los que yo he crecido tienen que ver con los fracasos; los momentos de mi vida en los que yo he empeorado, tienen que ver con el éxito. El éxito es deformante, relaja, engaña, nos vuelve peores, nos ayuda a enamorarnos excesivamente de nosotros mismos; el fracaso es todo lo contrario, es formativo, nos vuelve sólidos, nos acerca a las convicciones, nos vuelve coherentes. Si bien competimos para ganar, y trabajo de lo que trabajo porque quiero ganar cuanto compito, si no distinguiera qué es lo realmente formativo y qué es secundario, me estaría equivocando”. La frase de Marcelo Alberto Bielsa abre el primer capítulo de la biografía del ex director técnico de Newell’s Old Boys y de la selección argentina de fútbol que acaba de publicar el periodista Román Iucht.

El libro La vida por el fútbol: Marcelo Bielsa, el último romántico (Sudamericana, 2010) está organizado en nueve capítulos que comienzan con una cita del propio Bielsa, bajo una modalidad que ilustra cómo el entrenador logra desmarcarse de los planteos estrictamente tácticos para atravesar territorios próximos a la filosofía y la literatura.

Iucht, integrante del equipo “Competencia” que lidera Víctor Hugo Morales en Radio Continental, eligió la figura del Loco, a quien respeta y admira, para escribir su primer libro, en el que da cuenta de la vida y la obra del hombre que como entrenador de la selección nacional fue criticado por la temprana eliminación en el Mundial Corea-Japón 2002 y luego se reivindicó ganando la primera medalla de oro del fútbol argentino en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

Iucht visitó Rosario el mes pasado para participar de “Rosario Lee”, una actividad a beneficio del Hospital Provincial, con la presencia de las principales editoriales del país en el ex edificio de la Buena Vista, en Cafferata y Urquiza. En ese ámbito, el redactor de canchallena.com, la página de deportes del diario La Nación presentó su libro en la ciudad natal de Bielsa y dialogó con este cronista sobre su obra.

––¿Por qué elegiste a un personaje tan singular como Marcelo Bielsa para escribir tu primer libro?

––Sobre todo por lo que es Marcelo Bielsa como persona. Lo que es Bielsa como técnico en algún punto es subjetivo. Te puede gustar más o menos como juegan sus equipos y esa es una de las discusiones futboleras que vale la pena dar. Pero más allá de esto, que no es poco porque Bielsa como entrenador logró objetivos muy singulares y muy propios, además de su impronta, en equipos donde dejó su sello, creo que lo fundamental tiene que ver con lo que es Bielsa como persona. Y eso no da lugar a ninguna discusión. Sus valores, su honestidad, sus convicciones, sus ideales, su línea de conducta imperturbable y de una rigidez tan valiosa. Me parece que todo eso hace de Bielsa una persona muy interesante y con muchos matices como para poder hacer una biografía y eso es lo que intenté plasmar en el libro. Negar la parte deportiva es negarlo a Bielsa, porque como dice el libro: es la vida por el fútbol, porque Bielsa le ha dado su vida al fútbol, pero reducirlo sólo al fútbol también es despreciar todo lo que tiene que ver con el Bielsa persona/personaje y también todo eso es muy atractivo. Lo que intento es encontrar un punto de equilibrio entre las dos cosas.

––¿Cuándo te diste cuenta de que Bielsa no era un director técnico más?

––El primer contacto que tuve con él fue en 1990. Bielsa tenía 35 años, casi la edad que tengo yo hoy. Recién empezaba en el periodismo, pero recuerdo muy bien la situación. Newell’s se concentraba en el Hotel Libertador de Capital Federal. Yo trabajaba en Radio Continental y tenía que cubrir la previa de un partido que Newell’s le ganó a Deportivo Español 2 a 0. Fui al Libertador a grabar notas. Bielsa estaba en la puerta del hotel y lo primero que me preguntó fue: “¿Cuál es su nombre y para qué medio trabaja?”. Cosa que en general no ocurría y que tenía que ver con esto que Bielsa ha sido con el tiempo, un tipo que quiere saber quién es su interlocutor, para escucharlo y para, en algún punto también examinarlo. Ese es el primer recuerdo que tengo de él.

––Un Bielsa que recién comenzaba a ser conocido fuera de Rosario…

––Sí. Lo más interesante de la vida de Bielsa es que hasta los 35 años, cuando asume en Newell’s, en aquel torneo Apertura 90, como el técnico más joven del fútbol argentino y a los seis meses se transforma en el técnico campeón del fútbol argentino, sólo la gente de Newell’s sabía quién era. Hay muchos contrastes en esa vida y me parece que parte de los matices de esos primeros 35 años de vida de Bielsa, si uno repasa, arma el rompecabezas, te sirven para entender muy bien los 20 años que vinieron después para este Bielsa que hoy tiene 55 años.

––¿Cómo fue el proceso de elaboración de una biografía sobre una figura tan hermética como la de Marcelo Bielsa, a quien su propio hermano definió como “el Hombre de la máscara de hierro”?

––En realidad, por lo que lo conozco a Bielsa y por lo que lo aprecio por su visión igualitaria, democrática para con los medios, nunca me planteé la posibilidad de buscarlo a él para que participe del libro. Si hay algo que subrayo en el libro es esta decisión que él tomó cuando asumió al frente de la selección argentina de tratar de la misma forma a todos los medios de prensa del país, en el contexto de una conferencia de prensa, por el tiempo que sea necesario, pero a todos por igual. Entonces, nunca aspiré a tener una entrevista con él.

––Aunque es la biografía de un deportista, tu libro va mucho más allá. Es un libro sobre ideales y valores

––Es interesante, porque ese es el objetivo. Y si vos lo reconocés yo ya me siento reconfortado. En un medio en particular como el fútbol, dentro de un mundo en general en el que la gente se preocupa mucho por el parecer, Bielsa se preocupa mucho por el ser. No es un tipo que venda un personaje distinto de lo que es. Bielsa es eso que se ve. El mundo en general tiende a ir despreciando cada vez más esos valores que tiene Bielsa. Eso lo transforma en un “perro verde”, Bielsa es una especie en extinción. Es un rara avis. Sus convicciones, su ética, su línea de pensamiento, su honestidad. Además de su trabajo y los resultados de ese trabajo. Su rigor perfeccionista y su pasión puesta al servicio del trabajo.

––Y siempre con un espíritu amateur

––Claro, en ese plano destaco el grado de convicción y el amor a la tarea. Esto de lo que Bielsa siempre habla, del espíritu amateur. Ese mensaje de Bielsa a cada uno de sus jugadores: “Quereme para ganar y no me quieras porque gano. Necesitamos juntos querernos y dar todo para poder ganar. Yo confío en vos y vos tenés que confiar ciegamente en mí”. Y los resultados están a la vista. Desde lo deportivo y, sobre todas las cosas, desde lo humano. Porque en un ambiente tan complicado, con tanto ego y con tanta vanidad como el del fútbol, habiendo trabajado tantos años en tantos lugares y en un grado tan alto de competencia, no hay un solo componente que no hable bien de Bielsa.

––Resulta paradójico que Bielsa haya emergido a la consideración pública cuando nacía la década del 90, una época signada por ideas y valores diametralmente opuestos a los suyos

––Es interesante. No lo había pensado, pero tenés razón. Y aunque esto se inició en los 90, el mundo presenta hoy esos valores: el exitoso es el que más tiene y se supone que está feliz. Por eso estoy convencido de que aún hoy, cuando esa tendencia es cada vez más evidente, porque el mundo giró hacia eso y el capitalismo salvaje nos lleva hacia allí, Bielsa es un antisistema, es un contracultural. Un antisistema que, mientras puede, pelea desde adentro del sistema, pero que no va en el sentido que la mayoría considera normal.

––Salvando las distancias, ¿no creés que la mayoría de la sociedad reaccionó con Bielsa como con los próceres, que vivieron sin ser reconocidos y sólo después de su muerte fueron valorados? A Bielsa se lo comenzó a valorar luego de su “muerte futbolística” en el Mundial 2002

––Salvando las distancias y pensando, además, que para Newell’s Bielsa es un prócer, estoy seguro que esto es así. Bielsa es un tipo al que el fútbol argentino desperdició, claramente. Al punto tal que (y lo pongo al final del libro) me cuesta mucho pensarlo a Bielsa dirigiendo nuevamente en el fútbol argentino. Y aún más, y aunque pueda resultar provocadora la pregunta, yo me pregunto si el fútbol argentino se merece a un tipo como Bielsa.

––¿Lo merece?

––Creo que no porque, ¿desde qué lugar el fútbol argentino podría ofrecerle algo acorde a lo que son los proyectos de Bielsa cuando acá los técnicos duran 10 ó 12 partidos? Sólo desde un componente afectivo, y eso está reflejado en el libro, se me ocurre que Bielsa podría volver aquí. Y el aquí es a Rosario y a Newell’s y en una situación que afortunadamente para Newell’s no es la actual. Si Newell’s lo necesitara porque estuviera muy comprometido, Bielsa le contestaría claramente con el corazón. Pero también se me ocurre que a Bielsa lo que más le gustaría no sería volver a dirigir la primera de Newell’s, sino para poder terminar de cerrar el ciclo, para ponerle un moño a la historia, así como alguna vez él fue un desprendimiento de Jorge Bernardo Griffa, que algún día Bielsa sea un nuevo Griffa, un Griffa moderno, para trabajar en un proyecto integral, que en un club es lo más parecido a la selección nacional que se puede hacer. Por eso creo que Bielsa funciona en las selecciones, porque trabaja desde la base de la pirámide, buscando chicos desde bien abajo para llevarlos luego a la punta. Y trabajar en las divisiones inferiores de Newell’s buscando esto creo que sería lo más parecido a trabajar en una selección. Y en un lugar donde Bielsa se siente tan familiar y, además, conociéndolo a Marcelo, sería una suerte de retribución para lo que el club le dio a él.

––En uno de los dos prólogos de tu libro, Ezequiel Fernández Moores dice que el mejor Bielsa está por venir. ¿Te imaginás escribiendo un nuevo libro sobre él?

––Ojalá. Me encantaría. Si el mejor Bielsa está por venir, yo lo escribiría gustoso.

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