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La Otán frena tropas libias

Bombardeos aliados lograron parar, después de una semana de retrocesos rebeldes, la fuerte ofensiva del Ejército de Gaddafi sobre la estratégica ciudad oriental de Ajdabiya. Siguen los combates en Misurata.

Los bombardeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otán) detuvieron ayer la ofensiva que el Ejército del líder libio, Muamar Gaddafi, lanzó contra la estratégica ciudad oriental de Ajdabiya, un punto clave para el control del este del país donde se focalizó desde hace días el conflicto con los insurrectos.

Hasta antes de los intensos bombardeos lanzados por la Otán, las fuerzas del régimen controlaban el centro de la ciudad tras irrumpir antenoche en ella a través de la entrada este, arrasada previamente por fuego de artillería que duró varias horas y dejó al menos cuatro rebeldes muertos, informó Europa Press.

Tras la embestida, las tropas leales a Gaddafi debieron retirarse del centro de la ciudad, donde los insurrectos patrullan sin toparse con fuego enemigo.

Aviones de la alianza atlántica bombardearon asimismo al Ejército en los alrededores de Misurata, situada en el oeste del país y que también concentra los combates en la última semana, donde fueron destruidos al menos 11 tanques y diferentes vehículos miliares.

Luego de la embestida, la Otán informó que en total destruyó al menos 25 tanques de las fuerzas del coronel libio en las ciudades de Ajdabiya y Misurata.

Ajdabiya es un nudo de comunicaciones clave, ya que conecta por una carretera con Bengasi y por otra con la ciudad de Tobruk, no lejos de la frontera con Egipto. Su conquista permitiría a los gaddafistas intentar de nuevo aislar la capital rebelde, Bengasi, de su comunicación con el exterior. Pero no es la única localidad asediada. Los portavoces rebeldes afirman el régimen está atacando Misurata, la tercera ciudad más importante del país, “sin piedad”.

Nueva Carta Magna

Por otra parte, en medio del conflicto con los rebeldes, el gobierno de Gaddafi anunció el anteproyecto de una nueva Constitución, que propiciará una “versión libia de la democracia” y reemplazará al Libro Verde, el texto que mezcla Islam y socialismo, la base del sistema político local por décadas.

Esta nueva Constitución está concebida para “servir a la nación”, informó ayer en Trípoli Ibrahim Muhzam, miembro del grupo redactor del proyecto constitucional, quien no aclaró sin embargo qué papel asumiría Gaddafi en el nuevo sistema. “Gaddafi, como ciudadano libio, podrá encontrar su hueco en la Constitución ya que la mayoría de la gente quiere que se quede en el poder. Él es un símbolo”, fue la respuesta de Muhzam ante una consulta periodística, informó la agencia rusa de noticias Ria Novosti.

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