Edición Impresa

La Otán bombardeó Trípoli como nunca lo había hecho

El mayor ataque sobre la capital de Libia desde el inicio de las operaciones de la alianza dejó tres muertos.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otán) lanzó ayer su mayor bombardeo aéreo sobre la capital de Libia desde el inicio de las operaciones contra el régimen del líder libio, Muamar Gaddafi, afectando en pocas horas a ocho buques de guerra y distintos sectores de la ciudad.

En tanto, el máximo diplomático de Estados Unidos para Medio Oriente, Jeffrey Feltman, de visita en el bastión de los rebeldes libios en el este del país árabe, anunció ayer que el presidente, Barack Obama, invitó al órgano de conducción política de los insurgentes a abrir una oficina en Washington, aunque sin reconocerlos formalmente.

El vocero del gobierno libio, Mussa Ibrahim, dijo que tres personas murieron y al menos 150 resultaron heridas en los bombardeos de la Otán que, según afirmó, tuvieron como blanco una guarnición militar pero alcanzaron en cambio una zona residencial cercana.

Los ataques duraron media hora y comenzaron ayer a la 1, cuando se escucharon grandes estallidos en el sector donde el líder libio, Muamar Gaddafi, tiene su residencia familiar, el complejo de Bab al Aziziyah.

Más de 15 explosiones se oyeron en ese barrio de Trípoli, y testigos y autoridades libias consideraron como los más intensos desde que Francia, el Reino Unido y Estados Unidos iniciaron una campaña de ataques, el pasado 19 de marzo, 10 días después asumida por la Otán.

La Otán negó haber atacado una guarnición militar y dijo que bombardeó en cambio un depósito de vehículos vecino al complejo residencial del líder libio.

“Esta instalación es conocida por haber estado activa durante la supresión inicial de la población por parte del régimen en febrero de 2011 y permaneció así desde entonces, reaprovisionando a las fuerzas del régimen que estuvieron realizando ataques contra civiles inocentes”, dijo la Otán en un comunicado.

Por su parte, ayer el canciller francés, Alain Juppe, y el ministro de Defensa, Gerard Longuet, anunciaron que su país enviará helicópteros a Libia, un arma que la Otán todavía no usó en el conflicto, para atacar a fuerzas del gobierno desplegadas en zonas urbanas y evitar víctimas civiles.

Los helicópteros galos de combate llegarán a bordo del portahelicópteros Tonnerre ante las costas libias y “atacarán sólo los objetivos donde no puedan llegar las armas de precisión de los cazabombarderos sin poner en riesgo vidas civiles”.

“Las tropas actuarán de forma contundente”, dijo un funcionario en la central de la alianza atlántica en Bruselas. Y cuando la palabra “robust” (en inglés) se utiliza en términos militares, siempre implica una auténtica dureza.

Diplomáticos hablaron de una “intensificación” de la intervención y aseguraron que en ningún caso significa que la coalición internacional esté en apuros o dude que no pueda alcanzar sus objetivos.

La Otán dice que dañó severamente la capacidad militar de Gaddafi con su campaña de casi dos meses de ataques con aviones, pero que aún debe dar el golpe de gracia contra el gobierno, que controla el oeste, donde está Trípoli, mientras que los rebeldes, alzados en armas desde febrero, dominan el este, con Bengasi como bastión.

La Otán lanzó más de 2.500 ataques aéreos contra distintos objetivos militares y civiles libios, y las últimas semanas arreció sus bombardeos contra Trípoli, en particular zonas del puerto, al igual que hizo en Sirte y Al Khums.

Por otro lado, el secretario de Estado adjunto norteamericano para Asuntos de Medio Oriente, Jeffrey Feltman, anunció ayer en Bengasi que el presidente Obama invitó al rebelde Consejo Nacional Libio a abrir una oficina en Washington.

Comentarios