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La Otán bombardeó la residencia de Gaddafi

El régimen denunció la agresión y dijo que el líder “está bien” y en lugar seguro.

Los aviones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otán) volvieron a dirigir ayer sus ataques contra el complejo del líder libio, Muamar Gaddafi, en Trípoli, la capital del país. Al menos dos misiles impactaron en el complejo Bab al Azizia, algo que fue comprobado poco después por periodistas internacionales que fueron llevados por funcionarios del gobierno al lugar de los ataques, informó la agencia de noticias DPA.

Un comunicado emitido por el gobierno denunció que el ataque fue un “intento de atentar contra la vida del líder libio”. Según las informaciones, uno de los edificios dañados era donde se reunía el gabinete y se realizaban encuentros oficiales. El último de ellos fue el de Gaddafi con los delegados de la Unión Africana, que visitaron recientemente el país.

El portavoz del gobierno de Libia, Musa Ibrahim, mostró a los periodistas los daños en la sede residencial del gobierno  y rechazó los recientes bombardeos aéreos que informó dejaron tres nuevas víctimas fatales, 50 heridos, la mitad de ellos en estado de gravedad. Comentó que el líder estaba bien y en un lugar seguro. Llamó a la comunidad internacional a “denunciar esta agresión que viola la resolución 1973”, y a invitar a la Otán a “parar su agresión y a comenzar a negociar una solución política a la crisis libia”. Según Ibrahim, los rebeldes y la Otán tienen “miedo de la paz”, pese a que el régimen libio está “dispuesto a todas las iniciativas de paz”. “Dijimos sí a elecciones, sí a un referéndum, sí a un periodo transitorio, sí a negociaciones”, recalcó.

Cerca del recinto se podía ver a un grupo de leales al líder libio que coreaban su nombre y portaban fotos suyas.

Saif al Islam, uno de los hijos de Gaddafi, aseguró, por su parte, que la Otán está perdiendo su batalla porque su padre tiene “millones de personas que lo apoyan”.

“A todos los libios: éste es un ataque cobarde porque tuvo lugar en la noche, y tan sólo tiene el objetivo de aterrorizar a los niños, pero es imposible hacer que tengamos miedo o cedamos o alcemos la bandera blanca”, dijo Saif al Islam poco después del ataque.

Por su parte y a pesar de que anunciaron que se retiraban de Misurata, las fuerzas del gobierno continuaron bombardeando ayer la tercera ciudad del país ciudad en manos rebeldes.

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