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La noche mágica del trovador

Joaquín Sabina protagonizó en el estadio de Newell’s su concierto de cierre de la gira argentina en la que presentó “Vinagre y rosas”. Tras más de dos horas de show, el público volvió a casa muy satisfecho.

Ante una multitud que ocupó en gran parte el césped del Coloso del Parque, un público muy relajado que incluso llevó en algunos casos sus reposeras, Joaquín Sabina cerró la gira de presentación de su último disco por la Argentina, con citas a una ciudad que conoce bien por lo que fue su amistad con el Negro Fontanarrosa (uno de los homenajeados en la noche de ayer) y con Fito Páez. El andaluz repasó sus éxitos de siempre y aportó algunas canciones de Vinagre y rosas, el trabajo que lo trajo por estos pagos.

“Buenas noches Rosario; buenas noches leprosos y canallas”, fue su primera alocución tras la previsible canción de entrada –puntual, a las nueve de la noche–: el hit “Tiramisú de limón”, de su último disco.

En uno de los momentos más emotivos del concierto, tal como lo vino haciendo en los últimos shows en el país, el cantautor de Úbeda realizó homenajes a Mercedes Sosa, Sandro, Roberto Fontanarrosa, Jorge Guinzburg, Adolfo Castelo y Tomás Eloy Martínez, al interpretar la canción “Con la frente marchita”.

Por supuesto, la banda que lo acompaña cumplió al pie de la letra con su solidez acostumbrada. Vale la pena recordar sus nombres: Antonio García de Diego (guitarras, teclados, percusión), Pancho Varona (bajo, guitarrón mariachi), Jaime Azúa (guitarra eléctrica), Marita Barros (coros), Pedro Barceló (batería y percusión) y José Misagaste (saxo y clarinete).

Con Marita Barros tuvo “su momento íntimo” al entonar juntos “Canción para la Magdalena”, mientras que las mayores muestras de euforia del público se vivieron con “19 días y 500 noches” y “Princesa”. Más de dos horas después del inicio, con “Pastillas para no soñar”, el show terminaba dejando a la multitud satisfecha.

Sabina, que días atrás celebró su cumpleaños número 61, cerró en el estadio de Newell’s su gira 2010 por la Argentina, un recorrido que tuvo como objetivo principal presentar su último disco, titulado Vinagre y rosas.

El músico español llegó a la ciudad luego de haber brindado grandes conciertos en Trelew, Junín, Mar del Plata, Neuquén, Mendoza y haber hipnotizado a más de 40 mil personas en el estadio de Boca.

La última vez que había estado en Rosario fue en 2007 para presentar con Joan Manuel Serrat el disco Dos pájaros de un tiro, material que dieron a conocer en el estadio de Rosario Central ante poco más de 25 mil personas.

Sabina comenzó su carrera en 1978 aunque consolidó su éxito en 1987 con la venta de más de 400 mil copias de Hotel, dulce hotel. Al año siguiente editó El hombre del traje gris, material con el que realizó una exitosa gira por México, la Argentina y Venezuela. A partir de allí y durante toda la década del 90 las giras comenzaron a sucederse, cada vez más masivas. Y su popularidad no cesó de crecer desde entonces.

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