Miguel Passarini
Las huellas indelebles de la última dictadura cívico-militar desde el retorno de la democracia y un poco antes, han sido materia a desarrollar a través de la literatura dramática argentina. Ahora, un hecho concreto de aquellos años de oscuridad, la llamada Noche de los Lápices, que implicó el secuestro, tortura y muerte de un grupo de estudiantes secundarios en La Plata, en 1976, toma forma teatral en Rosario a través de La Noche de los Lápices, la verdadera historia, que se conocerá este viernes bajo la dirección de Brian Ollearo y con un elenco de actores surgidos de La Nueva Escuela Teatro que él mismo lleva adelante.
Tras un largo período de investigación, con veinte artistas en escena y gran despliegue técnico, la historia de los siete estudiantes secundarios que fueron secuestrados en septiembre de 1976 reaparece en escena como pasó en 1986 con la película homónima dirigida por Héctor Olivera, que acercó la problemática a una nueva generación.
La versión teatral retoma el relato de Pablo Díaz, el único sobreviviente, y de la puesta en escena participan adolescentes y estudiantes, igual que los verdaderos protagonistas, al tiempo que la obra está basada en entrevistas, documentos audiovisuales e incluso a partir de algunos testimonios del Juicio a las Juntas Militares.
“Venimos trabajando en este montaje hace más de un año a través de un proceso de investigación intenso. Y no partimos desde la película; compuse desde los hechos que nos trae la historia más reciente, intentando no contaminarme por el film que sigue calando hondo en el público. Esta obra es otra cosa, es una fase superadora, al menos desde lo temporal. La investigación y el proceso de adaptación están inspirados directamente sobre los hechos, sobre los testimonios, entrevistas, documentales y textos de la época”, expresó Ollearo a El Ciudadano.
El creador porteño radicado en Rosario hace tres años expresó finalmente su particular interés por volver sobre este tema en el presente. “No sé si tiene que ver estrictamente con la cuestión de la desaparición de personas y la tortura; por suerte estamos alejados de ese lugar más allá de la violencia institucional y por momentos la falta de claridad en relación con el estado de derecho. Sí creo que cuando se refieren al «momento justo» para volver a pensar este tema en una obra teatral, lo que interpreto es que este es el momento justo para que hablen los desaparecidos. De hecho, hacemos hincapié en las ideas de los chicos, en sus sueños, en sus luchas, en sus discusiones, en sus miedos. En esos aspectos es cuando aparece un paralelismo histórico con el presente que nos pone a todos la piel de gallina”, completó el creador.
Para agendar:
La Noche de los Lápices, la verdadera historia se conocerá este viernes, a partir de las 21, en la sala Arteón, de Sarmiento 778, donde también se venden las entradas a precios populares
Comentarios