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La Nación se metió en el conflicto de Sancor Rosario

El Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria por 15 días, pero la empresa láctea “no acató”.

El Ministerio de Trabajo de la Nación dictó ayer la conciliación obligatoria en el conflicto laboral que se reavivó en el centro de distribución que la empresa Sancor posee en la zona norte de Rosario, después de que la firma láctea rompiera de manera unilateral la conciliación voluntaria resuelta por la cartera de Trabajo santafesina e impidiera el ingreso a la planta de los cinco empleados despedidos. Eso motivó una medida de fuerza en repudio a la determinación patronal, y entonces la cartera nacional que comanda Carlos Tomada intervino de lleno en el dilatado conflicto.

“El paro se levantó después del mediodía (de ayer) cuando en asamblea se resolvió acatar la conciliación dictada por Trabajo de la Nación. De todos modos, Sancor sigue sin cumplir con su parte, ya que no deja entrar a los trabajadores que fuimos despedidos”, contó a este diario Ariel Chávez, ex dirigente del extinto sindicato Atilra Rosario y actual integrante de la agrupación gremial 7 de Febrero. “El próximo lunes a las 9.30 está convocada una nueva audiencia entre las partes, esta vez en la sede rosarina del Ministerio de Trabajo de la Nación (Rioja y Sarmiento) para intentar destrabar el conflicto”, agregó el trabajador lácteo.

Sancor pateó la mesa de negociaciones que se seguía en la sede rosarina del Ministerio de Trabajo provincial al ausentarse en las últimas audiencias convocadas por las autoridades de esa repartición y romper con la conciliación voluntaria que en principio regía hasta el 29 de este mes. La decisión llevó a la cartera laboral de Santa Fe que conduce Carlos Rodríguez a aplicar sanciones contra la firma lechera con sede central en Sunchales.

El 17 de mayo pasado, Sancor despidió a cinco trabajadores de reconocida militancia gremial de su centro de distribución ubicado en José María Rosa al 3500 (sobre avenida Circunvalación). Los operarios cesanteados venían denunciando desde 2009 la “quita de trabajo en el centro de distribución rosarino, una señal que manifiesta la intención de cierre de esta planta por parte de la empresa”.

“Esta denuncia tiene sus fundamentos”, plantearon desde la agrupación 7 de Febrero, y continuaron: “Desde 2001 a la fecha, Sancor exoneró a más de dos mil trabajadores en todo el país y cerró o le redujo la actividad a once sucursales. Además la empresa ha dicho claramente que su intención es trasladar el centro de proveeduría de Rosario a la ciudad de Gálvez, cerca de la capital provincial”. En el centro de distribución de Sancor en Rosario trabajan hoy 95 operarios.

“Sancor incumple tanto los dictámenes de la provincia como de la Nación. En definitiva, hace lo que quiere”, se quejó Chávez. “La conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la Nación es por quince días hábiles y retrotrae la situación al 16 de mayo, antes de los telegramas de despido, pero parece que Sancor no se dio por enterada ya que impide el ingreso de los despedidos, pese a que las actividades son normales tras dejar sin efecto la medida de fuerza”, indicó el empleado lechero.

Para la agrupación 7 de Febrero, “Sancor persigue y despide obreros y hasta los acusa de violar la conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo de Santa Fe por convocar a elección de delegados, cuando fue la misma empresa la que antes de firmar la conciliación en el Ministerio cerró el centro de distribución para evitar que se realicen allí elecciones de delegados. Y es Sancor la que al día de hoy envía telegramas a los no despedidos, advirtiéndoles a modo de amenaza que Rosario es «considerada una importante plaza consumidora de productos Sancor, la que seguirá siendo atendida desde donde sea necesario»”.

Sancor es una cooperativa con 72 años de historia. Es una de las firmas lácteas más importantes del país y la más grande entre las cooperativas. Hoy abarca con sus productos el 20 por ciento del mercado lácteo nacional. Dada la crisis financiera-económica que transitó en 2006, el Ejecutivo nacional le gestionó un préstamo de 135 millones de dólares del gobierno de Venezuela para evitar que se convirtiera en una sociedad anónima con capitales extranjeros.

“¿Cómo es que una cooperativa subsidiada por el Estado funciona como la más nefasta de las empresas, persiguiendo y despidiendo trabajadores?”, se preguntaron desde la agrupación que nuclea a los empleados lecheros de Rosario.

En tanto, Ariel Chávez, uno de los trabajadores despedidos del centro de distribución de Sancor, comentó que “la idea es esperar la audiencia del lunes que viene en la sede local del Ministerio de Trabajo y a partir de ahí resolver en asamblea los pasos a seguir”. Y acotó: “Peleamos por la reincorporación de todos los compañeros”.

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