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La mujer que vuelve a correr en Malvinas por su hermano

“Fui a buscar la alegría que Marcelo dejó allá”, dice Miriam Cao, que participará otra vez en el Maratón de las Islas.


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“Como hermana, mujer y madre fui a Malvinas a buscar la alegría de mi hermano, que se quedó allá”. Miriam Cao tiene 40 años, vive en Almirante Brown, en el conurbano bonaerense, y es maratonista. El año pasado corrió 42 kilómetros en “el maratón más austral del mundo” que se lleva adelante todos los años en las islas Malvinas. Su hermano se llama Marcelo, tiene 51 años y es ex combatiente. El domingo Miriam visitó Rosario y contó sobre la experiencia que repetirá este 23 de marzo.

Miriam participó del Maratón de las Islas el 17 de marzo de 2013. Estuvo en el territorio bajo dominio inglés durante una semana y recorrió cada rincón con el objetivo de ver la realidad que vivieron los ex combatientes. “El paisaje de las islas es muy parecido al de la Patagonia, con mucha aridez. Es muy nuestro, muy argentino”, relató.

La mujer se acercó al deporte luego de enfrentar un cáncer de útero y de haber sufrido violencia de género: “A los 36 años encontré en correr algo que me salvó la vida”, explicó.

En su paso por Rosario, la maratonista dio una charla en el Club del Río (Carrasco 3631) acerca de su experiencia como deportista y hermana de un ex combatiente. “Lo que me gustó del encuentro es que vinieron muchos jóvenes y eso es muy importante para que recuerden y conozcan la historia. Yo hoy veo personas con remeras con la bandera inglesa y me da mucha tristeza. A mí no me dejan abrir la bandera argentina en las islas. Creo que hay que pensar en el dolor de esas madres que siguen llorando a sus hijos que quedaron ahí”, indicó.

“Mi hermano me agradeció”

Malvinas siempre atravesó la vida de Miriam y su familia. Su hermano, Marcelo Daniel Cao, con sólo 18 años fue uno de los tantos jóvenes a los que embarcaron a las islas el 2 de abril de 1982. “Él estuvo allá toda la guerra. Mi madre vio partir a un adolescente y volvió un hombre con todas las ilusiones rotas y una enorme tristeza. A veces lo encontrábamos llorando debajo de la cama. Como hermana, mujer y madre fui a las islas a buscar la alegría de Marcelo y me la traje en mis manos”.

Miriam cuenta que, desde que regresó, su hermano nunca más fue el mismo y que cuando ella volvió del maratón le dio las gracias por lo que había hecho por él.

“Para Marcelo es muy difícil hablar de lo que pasó esos meses y nunca quiso volver a las islas, como otros ex combatientes. Trabajó en el Banco Provincia (de Buenos Aires) y ahora disfruta de su jubilación de veterano, pero no está bien anímica ni psíquicamente. Los veteranos necesitan cotidianamente el abrazo y la contención de la familia”.

Hasta que sean nuestras

Miriam se enteró del Maratón de las Islas a través de internet, cuando vio que tres veteranos de Malvinas habían participado del mismo en ocasión de los treinta años de la guerra. “Cuando me enteré que se hacían maratones en las islas pensé que tenía que ir allá. Entonces, empecé a golpear puertas para buscar financiamiento porque viajar es muy caro”, explicó. Poco tiempo después, la maratonista consiguió apoyo de parte de diferentes empresas y cumplió su sueño de correr en el frío paisaje del territorio ocupado.

Correr el Maratón de las Islas fue para Miriam una experiencia de sentimientos encontrados: “En total éramos 46 corredores de distintos países. Yo salí quinta entre las mujeres y estaba muy feliz, pero al mismo tiempo estar ahí te produce mucha rabia, angustia y dolor. Te cala los huesos, el alma y el corazón. Son días de dolor”.

Luego de la experiencia del año pasado, la maratonista se prepara para volver a competir este año, el domingo 23 de marzo. “Malvinas es una herida abierta que nunca va a cerrar. Hay sangre inocente que se derramó en ese lugar. Hasta que no veamos flamear nuestra bandera celeste y blanca ahí, hasta que las islas no sean nuestras, las lágrimas de las madres no van a cesar”, concluyó.

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