Una mujer se enteró que está embarazada de tres meses y que el padre del hijo que espera es su marido, fallecido en la inundación que afectó a la ciudad de La Plata en abril pasado, según trascendió hoy.
La protagonista de la historia es Giselle Cabello, quien perdió a su esposo Javier Díaz, un exjugador de fútbol de las divisiones inferiores de Estudiantes de La Plata, en la inundación que dejó como saldo 60 muertos.
La mujer confirmó que se enteró hace pocos días que estaba embarazada de tres meses y medio, por lo que será el tercer hijo que gestó con Díaz, luego de Santino, de 7 años y Benjamín, de uno.
La mujer vive en una casa de la calle 78, y el día de la tormenta su esposo salió para ir a socorrer a sus padres, que viven a unas cuadras.
El día de la inundación Díaz (31) primero rescató a su madre, Marcelina Castro, cuando el agua subía incesantemente, y la llevó hasta su vivienda, previo haber tomado un colectivo.
Sin embargo, tras socorrer a su madre, Díaz fue en busca de su papá, que había quedado en la casa que ya a esa altura tenía mucha agua en su interior.
Díaz fue nuevamente hasta la casa situada en calle 31, entre 58 y 59, pero el agua hacía casi imposible regresar a la vivienda de sus padres.
Cabello esperó a su marido durante toda la noche despierta, pero éste no se comunicó en ningún momento y por eso se preocupó cuando a la mañana tomó magnitud de lo sucedido.
“Lo esperé toda la noche. Hablé con el padre y cuando supe que Javier nunca había llegado me desesperé. A la mañana salí a buscarlo por todos lados. Me fui para el lado de la vías, que era el lugar por donde él se había ido, y en ese momento me di cuenta, no se por qué, que se había caído y golpeado en un pozo que crucé”, recordó la mujer en declaraciones a la prensa platense.
La mujer indicó que una vecina le avisó que habían encontrado un cuerpo de una persona fallecida y sintió que era su marido, algo que confirmó al reconocerlo.
“Ni bien le vi las zapatillas lo reconocí. Y me puse a gritarle y a insultarlo, como loca, llorando y preguntándole por qué me había dejado sola, por qué se había ido”, explicó la mujer.
Cuando se enteró de que estaba embarazada reconoció que sintió ganas de no estar en ese estado, ya que aún está amamantando a Benjamín, el menor de los hijos, pero luego agregó que ahora ve las cosas “de otra manera”.
“Siento de alguna manera que este hijo es lo último que me queda de él y lo quiero tener, lo necesito”, argumentó.
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