Espectáculos

La modernidad desde lo arcaico

Considerado como la única estrella mundial de la gaita, Carlos Núñez presentará el viernes en La Comedia,  su último disco, “Discover”.  El material recorre sus 16 años de carrera en 39 temas que van desde sonidos celtas, pop y rock hasta música clásica.


Núñez señala el origen celta de su instrumento que aúna a irlandeses, escoceses, bretones, gallegos y asturianos por igual.
Núñez señala el origen celta de su instrumento que aúna a irlandeses, escoceses, bretones, gallegos y asturianos por igual.

Por Daniela Barreiro

Considerado como “la única estrella planetaria de la gaita” y con el aval de haber compartido escenario con artistas de la talla de Joni Mitchel, The Who, Lou Reed, Spin Doctors, Eddie Vedder (Pearl Jam), Bon Jovi y Alice Cooper, entre otros, Carlos Núñez llega a Rosario para presentar Discover, su último disco, esta noche, a partir de las 21.30, en el Teatro La Comedia (Mitre y Ricardone).
El material con que debutará en la ciudad, Discover, fue concebido como un repaso de los 16 años de carrera de Núñez y como un recorrido histórico-musical que comienza, según apunta el músico, “en Galicia, con música celta, luego se va ampliando hacia Irlanda con los Chieftains, pasando por Gran Bretaña y Escocia. Luego tiene lugar la emigración gallega a Argentina (de la mano del tango “Galleguita” con León Gieco y los Chieftains), llega a Cuba, luego a Brasil (donde más que por la emigración, lo galaico está en el propio origen del país, como parte de la cultura portuguesa del norte); también está el rock celta con los Waterboys o Sinéad O’Connor, el pop con Roger Hodgson de Supertramp y la banda sonora de Mar Adentro de (Alejandro) Amenábar para concluir con música clásica junto a Montserrat Caballé o Jordi Savall”, detalló Núñez en una charla vía mail con El Ciudadano, donde también fue desmenuzando su historia y su prolífica carrera.
—Sos conocido como la “única estrella planetaria de la gaita”. ¿Cómo surge tu relación con ese instrumento?
—La gaita es el instrumento más característico de Galicia. Cuando yo era niño gozaba de un resurgir junto a la democracia. Durante el franquismo, había que dar una imagen de unidad de España y el flamenco para turistas se convirtió en algo así como en esa música nacional única, relegando las otras culturas regionales. No sólo era entonces un instrumento que representaba la libertad y nuestra cultura, sino que además nos conectaba con el mundo; como pronto descubrí en los festivales celtas, donde había gaiteros escoceses, irlandeses, bretones, gallegos y asturianos que, hablando lenguas distintas, tocaban músicas tan parecidas que se podían entender sin ningún problema.
—¿Cómo fue mutando esa relación a lo largo de tu carrera?
—Supongo que cada vez he ido entendiendo la gaita no sólo como el instrumento “típico” de Galicia sino como un instrumento universal, como cualquier otro y con él he grabado desde el “Bolero de Ravel”, o el “Concierto de Aranjuez”, al “Preludio de la Sonata No. 1” para cello de Bach. Aun así siempre soy muy consciente de sus raíces, es decir, por supuesto que se puede hacer jazz con la gaita, por ejemplo, pero al final seguramente es más profundo estudiar las sutiles improvisaciones de los gaiteros tradicionales, no hay más que escuchar grabaciones del gallego-argentino (Manuel) Dopazo, el mejor gaitero de su época, que nunca repite igual la misma frase musical. Está también por ejemplo el pibroch, conocido desde el siglo XIX como la “música clásica” de gaita escocesa y que sin embargo hoy sabemos que en su origen serían variaciones, en gran medida improvisadas, como describiríamos hoy al jazz.
—Vas a presentar “Discover”, un disco que se presenta como un recorrido de tus 16 años de carrera. ¿De qué manera realizaste la selección de temas que lo integran?
—Pues surgió a raíz de una gira por Estados Unidos. Hacía como diez años que no giraba allí y sentí que debía resumirles lo que había vivido desde entonces. Cuando me di cuenta habían ido apareciendo inéditos que ni recordaba que existían, como por ejemplo un concierto con Compay Segundo en mi ciudad, en Vigo, en el que cantó una obra de Lecuona, “Para Vigo me voy”. Los temas y la estructura, fueron tomando forma de manera muy natural, medio de manera cronológica, medio geográfica, medio de estilos de sonido. Lo sorprendente para mucha gente es que a pesar de tanta variedad es coherente; me decía una periodista norteamericana que más que un recopilatorio le parecía un disco grabado durante 15 años.
—A lo largo de tu carrera compartiste escenario y grabaciones con artistas de diversos géneros y países. ¿De dónde surge este deseo de bucear recurrentemente en nuevos estilos?
—Fue la experiencia vivida con mis maestros irlandeses, los Chieftains, que me enseñaron que la música no tiene fronteras, ya no sólo de países, sino también de géneros. En general suelen interesarme las conexiones históricas que han influido en la música gallega, por ejemplo, con los otros países celtas, o la influencia de los ritmos latinos en la gaita a través de la emigración gallega, o los puentes con el flamenco del sur de España con la música clásica.
—¿Cuál es el aporte que realiza el instrumento al ser incorporado a ritmos que nunca contaron con su sonido?
—La gaita es uno de esos instrumentos que te trasladan a un determinado tipo de paisaje: el mar, la naturaleza, los bosques. O de clima: la bruma, por ejemplo. Incluso de arquitectura: la piedra, castillos, capillas, cruces, dolmenes, menhires. Al mismo tiempo es un instrumento que de tan arcaico puede llegar a ser muy moderno: el pop rock, por ejemplo, está lleno de bordones, de melodías modales, que recuerdan a la gaita; también puede ser porque en su ADN hay mucho de la música celta que emigrantes irlandeses o escoceses llevaron a Inglaterra, o a Estados Unidos, donde su música se juntó con el ritmo africano. Ese mismo imaginario sonoro, la gaita lo ha llevado a otros géneros, las bandas sonoras, la música clásica, etc.
—¿Cómo se vive en Galicia la crisis social y política que está padeciendo España?
—En Galicia quizá se está asumiendo mejor que en otras zonas, porque la crisis y la consiguiente emigración es parte de nuestra cultura. Los gallegos sabemos que estas cosas son cíclicas. Las hemos vivido muchas veces. Paddy Moloney, de los Chieftains, me decía en los felices años 90: “Think of the world, don’t think of you own little country” (“Piensa en el mundo, no sólo en tu pequeño país”) y fíjate que España es no sé cuántas veces más grande que Irlanda, pero él lo tenía claro. El caso es que hace cuatro o cinco años los taxistas gallegos en Río de Janeiro ya me decían que tenían la sensación de que el péndulo volvía a tocar del lado de América, como cuando ellos se fueron. No es la primera vez en la historia que la gaita gallega se va a vivir a Latinoamérica.

Gaitero distinguido

Carlos Núñez, uno de los máximos exponentes de la música celta a nivel mundial, será declarado “Visitante distinguido” durante su visita a Rosario, donde dará un concierto para presentar Discover, su último disco. La distinción será otorgada por el Concejo Municipal de Rosario que lo fundamenta en su trayectoria como músico, en sus valores creativos y en su fusión con distintas culturas del mundo. Esta distinción se hará efectiva en el show al terminar el concierto y antes de los bises.

Charlas interminables

A lo largo de su carrera, Carlos Núñez supo compartir escenario con artistas como Bob Dylan, Joni Mitchel, The Who, Lou Reed, Spin Doctors, Eddie Vedder y Bon Jovi, entre otros; artistas entre los que él mismo destacó a “Paco de Lucía y las increíbles conversaciones telefónicas que tuvimos. Este hombre sentía tal presión por meterse en un estudio y tener que decir algo nuevo, que tengo la impresión de que hubiese seguido así eternamente charlando conmigo sobre música, sobre flamenco, sobre música celta (risas).  La verdad es que lo entiendo, a mí también me llegan tantas pedidos de colaboración que, si las haces bien y con dedicación, sólo podría hacerse un porcentaje pequeñísimo”.

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