Ciudad

La modernidad al palo

El campamento digital apuntó a reunir alumnos, profesores y público en general para aprender a relacionarse con los entornos informáticos, producciones audiovisuales y hasta videojuegos.

Por: Agustín Aranda

La tercera edición del campamento digital finalizó ayer por la tarde con una importante convocatoria. Las primeras jornadas fueron para las escuelas de la ciudad y las últimas abiertas a todo el público dentro del Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC). Cerca de 5 mil visitantes disfrutaron y aprendieron con los distintos espacios lúdicos e interactuaron con dispositivos digitales experimentando nuevas formas de aprender.

En un día gris y lluvioso, la última jornada del campamento digital reunió una multitud en el CEC, ubicado estratégicamente sobre el corredor costanero que concluye en el Parque España. Allí, en su mayoría familias con hijos pequeños pudieron disfrutar de las numerosas actividades informáticas interactivas que propuso la Secretaría de Cultura y Educación municipal, que desde hace tres años realiza las jornadas.

Dispersos por el galpón del CEC, los asistentes al campamento eran en su mayoría niños acompañados por sus padres, con los cuales se turnaban o compartían los espacios lúdicos propuestos por el Programa Ceroveinticinco, el Centro de Expresiones Contemporáneas y la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario y auspiciado por los ministerios de Educación y de Innovación y Cultura de la provincia de Santa Fe. De acuerdo con los cálculos de la organización, los días jueves y viernes, jornadas especiales para los colegios de la ciudad, se contabilizaron 2 mil visitantes mientras que el sábado y el domingo la convocatoria aumentó hasta 3 mil.

Entre las atracciones del campamento se encontraban el Laboratorio de Luz, Espacio de construcción de objetos lumínicos, –a partir de cables, leds y otros elementos se confeccionaban objetos lumínicos interactivos–, el Elige tu propia aventura –un espacio de construcción de video juegos, coordinado por Daniel Sánchez y Manuel Palenque–, el Arturito Project –espacio de diseño y construcción de dibujos digitales a cargo de Nadal Dominguez (VJ Hello), Leo Cosentino y Emiliano Juárez–, el Pintando con Luz –a partir de la utilización de infrarrojo, encendedores, lamparitas, leds y demás dispositivos lumínicos se mezclaron para buscar nuevas posibilidades en torno a la luz y el funcionamiento de las cámaras–, el Libro Espacial –una publicación virtual donde los campistas pudieron recorrer el espacio, tomar fotos y escribir un mensaje al universo– y un laboratorio de dibujos animados llamado “Yo me animo”, en el que se elaboraban íntegramente personajes para una historia.

“Aquí generamos un red social –señala el piso donde sobre una proyección de un río con peces y rocas  pisotean tres niños–  para integrar la tecnología y el arte”, definió el desarrollador de los espacios “Superficies Interactivas, Entornos intangibles y móviles”, Osvaldo Glatt. Según el inventor –aunque prefiere otras denominacion es interesante crear sistemas de información interactivos sin el ordenador, CPU clásico. Ejemplo de ello es la mesa interactiva desarrollada, donde mientras charla Glatt cuatro niñas utilizan sus dedos para guiar a dos pelotas digitales unidas por un rayo eléctrico sobre una pantalla sin mouse u otro periférico. “Es mi primera experiencia acompañando un proyecto para chicos. Es fantástica la creatividad que tienen, que no surge en los mayores”, confesó Glatt, quien está habituado a desarrollar sistemas interactivos para bares, oficinas y demás espacios modernos.

El campamento tenía un libro de visitas. Por supuesto, digital. Una serie de netbooks permitieron a una gran mayoría de campistas dejar grabados sus pareceres con respecto a la iniciativa. Sin filtro, tal como indicaron desde el CEC, el stream de salutaciones se extendió y hoy puede ser consultado en la página web de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario, www.rosariocultura.gob.ar.

Otro de los espacios fue el taller de construcción de textualidad fugaces “Los pasos del exilio” en la que los visitantes ingresan palabras a una computadora y ésta las reproduce sobre el piso, proyector mediante. “Los visitantes se convierten en exiliados y caminan sobre una plataforma donde se proyectan palabras que describen estados de ánimo, lugares y nombres de cosas que son comunes a quienes migran de un lugar a otro. La gente camina entre ellas, las palabras tienden a huir, escaparse de sus pies pero cuando son pisadas se rompen y se transforman en otras palabras. A su vez, una aplicación web pone a disposición del público los datos de lo que allí sucede en tiempo real, es decir, las palabras más buscadas, las más pisadas, las que son evitadas, así como también permite que se puedan ingresar nuevas palabras para que sean parte de la instalación”, explicaron Federico Joselevich y Sebastián Friedman, a cargo del taller.

Según indicaron desde la organización, “Decarton TV”, un espacio de producción y edición audiovisual de un noticiero con vestuario incluido, fue el más “cotizado” por los niños.

Por último, Los Anillos de Saturno fue un espacio de generación de contenidos propios y para aprender cómo se publica en un blog, cómo realizar hipertextos, fotografías y videos a partir de la web 2.0. A su vez, tal como indicaron desde la organización del campamento, Los Anillos se conformaba como una  instancia para conocer las diferencias entre software privativo y software libre, copyright y Creative Commons, y luego reflexionar sobre las ventajas que ofrecen las plataformas de código abierto como WordPress.

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