Cultura

Imperdible

La memoria de las palabras de otros tiempos en la 21ª edición de la Feria de Librerías de Viejo

Desde este jueves y hasta el domingo, de 10 a 20, tendrá lugar en el Centro Cultural Fontanarrosa, con entrada libre y gratuita, este tradicional encuentro que invita a comprar e intercambiar materiales de puñado de históricas librerías locales  

FOTOS: Guillermo Turin Bootello

Reencontrarse con un ejemplar de aquel libro perdido o prestado alguna vez y que nunca fue devuelto, abrir un ejemplar al azar en una página marcada por su antiguo dueño/a y encontrar una huella, una marca; descubrir un autor desconocido o volver a leer una y otra vez las mismas palabras, las de otros tiempos, las que agitan inexorablemente la memoria porque un libro es, para siempre, pasado y presente.

Todo eso puede pasar en la imperdible 21ª edición de la Feria de Librerías de Viejo, el tradicional encuentro para comprar y/o intercambiar libros usados que desde este jueves y hasta el domingo estará de regreso en el Centro Cultural Fontanarrosa (San Martín 1080, Plaza Montenegro), de 10 a 20, con entrada libre y gratuita.

Se trata de una nueva oportunidad para volver a rastrear y comprar libros usados, antiguos, descatalogados, baratos, primeras ediciones y ediciones limitadas a precios muy accesibles, en algunos casos al 50 por ciento de lo que cuestan nuevos.

Este jueves a las 18.30 será la apertura y contará con la presencia del secretario de Cultura de la Municipalidad de Rosario, Dante Taparelli, lector apasionado y coleccionista de libros de otros tiempos, quien comparó la feria de libros viejos con El Roperito,  la feria de ropa usada que, como el mercado de objetos que la mira de cerca en Oroño y el río,  él mismo fundó.

“Este tipo de ferias generan la economía circular y dan la posibilidad y el acceso a una diversidad de literaturas en libros que no se encuentran en librerías de libros nuevos; los libreros de la feria de libros viejos son recolectores de memoria”, planteó Taparelli.

Recolectores de memoria

La Feria de Librerías de Viejo, que ya se ha convertido en un clásico para Rosario y la región, surgió como una manifestación cultural en la que participan librerías locales con el objetivo de revalorizar lo viejo y usado, la idea del hallazgo y la sorpresa de algo no visto o desconocido. Desde entonces se ha desarrollado, año tras año, y se han ido sumando los más renombrados libreros de la ciudad. Del encuentro, que se concretará además en el marco de un fin de semana largo, participarán Buscalibros Alberdi, De la Manta libros, El Caburé Libros, El Romano Libros, Leo Libros, Librería Argonautas, Librería El Pez Volador, Librería Trobriand, Libros Incunables, Libros Macedonio, Oliverio Libros y Vites Libros.

“Con respecto a las expectativas, son muchas para esta nueva edición; la de junio que fue la 20ª estuvo muy buena, hubo una gran convocatoria, mucha sumatoria de gente nueva, de chicos más que nada, eso fue algo que nos dio mucha esperanza”, contó a modo de adelanto Willy, referente de El Pez Volador, la histórica librería con varias sucursales en la ciudad que participa de la feria.

Respecto del armado de esta feria alternativa, y del concepto o la trama que se arma en la feria, Willy destacó: “Generalmente, lo que llevamos a la feria son novelas, narrativa, algo de historia y filosofía, entre más; en cada puesto, cada librero tiene su concepto respecto de qué libros ofrecer que va en diálogo con la librería que tiene cada uno. Algunos son más apuntados a lo sociológico, otros más a cuentos, novelas o poesía;  entonces depende también de eso y en el mismo sentido, quienes vayan a la feria se van a encontrar con un montón de cosas increíbles como primeras ediciones con libros prácticamente nuevos, o libros que tuvieron una única lectura y que los traen y están impecables, y que a lo mejor los pueden encontrar al 50 por ciento de un precio de lista, dado que en general hoy los libros nuevos están caros”.

En el mismo sentido, el titular de El Pez Volador habló de aquello que más cotiza a la hora de pensar en los libros usados: “Las joyas de cada librería suelen estar entre los libros que ya no tienen nuevas ediciones; generalmente esos son los que más se valúan porque no los encontrás en librerías de nuevo. Muchos libros que ya están descatalogados y por lo tanto sólo se consiguen de este modo o por la web. Esas son las perlitas que uno puede llegar a tener, primeras ediciones o libros antiguos, por ejemplo del 1900 hacia atrás, a lo mejor alguna colección que había salido en diarios con fascículos, muchos de literatura argentina de esos que salían en seis tomos y que quizás te faltan un par. Se van a encontrar con muchas de esas cosas que no se ven en cualquier sitio”.

Más allá de otras posibilidades de lectura por fuera de los libros físicos, nada reemplaza el libro-objeto, las librerías y bibliotecas, las texturas y el olor de los libros. “El libro es irreemplazable; hay gente que entra a la librería y también pasa en las ferias, que se acerca los libros a la nariz porque les gusta el olor del papel, de la tinta; las librerías tienen su mística, sus olores, el del papel obviamente, el de algún sahumerio que acompaña. Siempre el libro en mano es otra cosa; mucha gente critica el esnobismo de tener a lo mejor una tablet o algo por el estilo para leer, porque le hace mal a la vista por diversos motivos, en cambio el libro siempre está ahí, acompaña”, planteó Willy.

Y sumó finalmente: “Mucha gente en las librerías de usados agarra un libro de filosofía, por ejemplo, que ya está marcado, que tiene sus huellas. Yo les suelo decir: «Discúlpame, pero este libro está marcado». Hay gente que no le gusta porque toma al libro como algo personal, como algo propio, pero esos libros tienen un pasado. Y, obviamente, están aquellos, que son la mayoría, que se van encantados con sus libros marcados porque también hay un camino sugerido, una huella, incluso para el estudio sienten que les simplifica el trabajo. Hay gente que compra libros usados porque, a partir de esas marcas, le encanta saber qué pensaba o percibía el antiguo dueño”.

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