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La mejor mucama del país

Cristina Zapata es rosarina y acaba de consagrarse campeona en la 4ª edición de un torneo nacional en el que consiguió preparar una habitación completa en 23 minutos y hacer la cama en apenas 4.


Cristina Zapata tiene 38 años, es madre de dos hijos adolescentes y mucama de profesión. Es delgada, de cabello corto y habla con gestos amables y delicados. Desde hace una década trabaja en el Apart Hotel Urquiza, en donde asegura que se vive un “clima ideal, como el de una familia”. Pero desde el viernes su rutina diaria se alteró cuando obtuvo el primer puesto en la 4ª edición del Torneo Nacional de Mucamas –organizado por la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra)–, ocasión en la que empezó a recibir llamados y visitas de distintos medios locales y también de Buenos Aires.

Con un perfil muy bajo, Cristina confiesa que está sorprendida por esta especie de “minifama” que vive desde que se coronó campeona del certamen en el que participaron 30 mucamas y mucamos de todo el país y en donde marcó su propio récord de preparar la habitación completa en 23 minutos y hacer la cama en apenas cuatro.

Pero para llegar a la etapa definitoria debió pasar por una competencia previa realizada a mediados de octubre en Rosario, en donde también obtuvo en primer puesto y un premio de 4 mil pesos. Después, viajó a Buenos Aires –ciudad que no conocía–, ganó 12 mil pesos más y el reconocimiento de ser la mejor en su oficio. Dice que con el dinero ganado posiblemente viaje al Chaco a visitar a su mamá, que vive allá.

Para la primera fase del concurso compitieron 550 trabajadores de todas las provincias y de allí salieron los 30 mejores de cada región. Así, la mujer cuenta con paciencia y en forma detallada sobre las pruebas que tuvo que pasar para ser la ganadora: respetar las “secuencia” que se debe seguir para acondicionar una habitación, con resultados impecables y con la mayor rapidez posible.

“Hay hoteles en donde no se usa la secuencia, pero existe una serie de pasos a seguir como lo es la forma en que uno se presenta en la habitación cuando está el huésped, cuándo y cómo hay que anunciarse, por dónde se debe entrar o salir de la pieza y cuáles son las cosas que se deben hacer primero. Eso aliviana un montón de trabajo para no gastar tantas energías”, explica.

En el certamen de Fehgra los participantes tienen 25 minutos para terminar el “Check out”, que es la preparación de la habitación por las mañanas; si demoran más de ese tiempo, Cristina cuenta que le descuentan puntos”. También le evaluaron el servicio de apertura o Turn down, que se realiza por la tarde –que no debe superar los 15 minutos–, el acondicionamiento del carro en donde llevan los elementos de limpieza y hasta la estética personal: desde el uniforme, la bijouterie, el maquillaje y el peinado. En todas las etapas la rosarina obtuvo los mejores puntajes.

Experiencia y capacitación

Con diez años de trabajo en el Apart Urquiza y otros cinco en Holliday Inn, la mujer conoce casi todos los secretos de la profesión y reflexiona sobre la importancia de que sus colegas asistan a cursos de entrenamiento y capacitación, en especial por el auge que Rosario tiene en materia turística. “A la ciudad viene mucha gente que está acostumbrada a alojarse en hoteles de grandes cadenas y esperan determinado tipo de servicio, por eso siempre es bueno saber cómo manejarse y también que las mismas empresas se involucren y hagan capacitar a sus empelados”, agrega.

Acerca de su viaje a Buenos Aires, cuenta que se alojó en el Alvear Art Hotel, en donde también se llevó a cabo la competencia que duró dos días. “Era un lugar hermoso y hasta nos regalaron un city tour para conocer la ciudad”, relata, para confesar que no pudo con su genio y se fijó “hasta en el más mínimo detalle de las habitaciones”.

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