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Reflexiones

La mayor depresión en un cuarto de siglo

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Al iniciarse el segundo mandato de Dilma Rousseff, Brasil encaró un ajuste en su economía y ahora enfrenta una verdadera depresión de la que, como un avión que atraviesa turbulencias con un motor menos, no sabe cuándo ni cómo saldrá.
En las últimas horas se conocieron los datos de 2015 y la magnitud de la situación queda a la vista: el peor desempeño de todos los países que integran el G20, la más larga recesión desde 1990 para el vecino país.

Las agencias especializadas internacionales, como Reuters y Bloomberg, dieron más información sobre el punto en el que se encuentra Brasil, como la escalofriante eliminación de un millón y medio de puestos de trabajo durante el año pasado.
La caída de la economía para 2015 fue entonces de 3,8 por ciento y 2016 ya parece jugado: los cálculos del Banco Central hablan de una contracción de 3,45 hasta diciembre.

“De punta a punta, las caídas anuales de esa magnitud se corresponderían con la más larga y profunda desde que Brasil comenzó a llevar registros económicos en 1901”, subrayó Reuters.

El economista de Goldman Sachs Alberto Ramos indicó que Brasil “está replicando la década perdida de los años 80 en sólo dos años”.

Es en ese punto que llega un recrudecimiento de la crisis política derivada de una acción judicial contra dirigentes políticos y grandes empresarios.

Se espera que ese conflicto crezca en los próximos meses, luego de la foto del líder del Partido de los Trabajadores, Lula Da Silva, rodeado de policías en su domicilio.
El único sector que se salva del desastre fue la agricultura, con una suba del 2,9 en el cuarto trimestre, con respecto al tercero del año pasado.

El consumo de los hogares cayó también en el cuarto trimestre –lo hizo todo el año–, aunque no tanto como la producción industrial.

Bloomberg destacó que durante el año pasado quebraron 5.000 empresas en Brasil, la mayor cantidad desde la crisis internacional que impactó en 2008.

Los números no lucen bien tampoco del lado de las finanzas públicas: el déficit presupuestario alcanzó 10,8 puntos del producto y la deuda como porcentaje del producto alcanza el 67 por ciento.

La pregunta que surge desde el otro lado de la frontera es cuál será el impacto concreto de esta grave situación en el comercio bilateral.

El gobierno de Mauricio Macri apuesta a ir a contramano de esta situación a partir de la generación de confianza en los mercados y una “vuelta al mundo” de la mano de un acuerdo con los fondos buitre.

Recién en los próximos meses podrá evaluarse si la situación de la economía más grande de la región permite mantener los planes del oficialismo local o si en algo deberán ser corregidos.

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