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La marea negra se acerca a las costas

Obama visitó ayer Louisiana y responsabilizó por los daños a la petrolera BP.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, arribó ayer al estado de Louisiana para supervisar el combate del desastre ambiental generado en el  Golfo de México por el hundimiento de una plataforma de la British Petróleum (BP). Calificó el derrame como “un desastre ambiental enorme”, y dijo que la empresa petrolera deberá “pagar la factura” por el daño. Mientras tanto, el secretario de Medio Ambiente norteamericano, Michael Sole, sostenía que la marea negra “no llegará a las costas del estado de la Florida  antes del martes o miércoles próximo”. Por su parte, el almirante Thad Allen, jefe de la guardia costera, previó como posible que en las últimas horas de ayer una primera tanda de petróleo llegara a las costas de Mississippi y Alabama, dependiendo de la situación meteorológica y la dirección del viento.

Desde Nueva Orleáns, Obama iba a dirigirse en helicóptero a Venice, en la desembocadura del río Mississippi, pero un clima  ventoso y lluvioso lo obligó a seguir su viaje en auto, según reportó la agencia de noticias DPA. Luego, se presentó fuera de una estación de la Guardia Costera e hizo sus declaraciones en medio de la lluvia. El presidente estadounidense dijo que se podrían necesitar días para detener el derrame y se comprometió a hacer “todo lo posible durante el tiempo que sea necesario” para detener la crisis y defendió la respuesta de su gobierno.  “Desde el primer día nos hemos preparado para lo peor, aunque hemos deseado que fuera lo mejor posible”.

En tanto, el gobernador de Louisiana, Bobby Jindal, dijo que las  proyecciones apuntan a que el crudo más pesado llegará a la costa durante este lunes, luego de que el viernes pasado se reportaran  los primeros indicios de petróleo en la costa.

Ayer se detectaron finos ramales de la mancha petrolera –de  unos 9.800 kilómetros cuadrados– en los canales entre las pequeñas  islas frente a la costa de Louisiana.

El almirante Thad Allen, jefe de la guardia costera, previó que la mancha estaba próxima llegar en una primera tanda, a las costas de Mississippi y Alabama. El sábado, Obama nombró a  Allen jefe del operativo.

Por su parte, autoridades y expertos de República Dominicana consideraron  que la emergencia en el Golfo de México constituye una amenaza para la cuenca del Caribe, informó ayer la prensa local. El coordinador de la Comisión Ambiental de la Universidad  Autónoma de Santo Domingo (UASD), Luis Carvajal, dijo que la catástrofe es “una amenaza fundamental sobre especies protegidas a  nivel local e internacional”. “La magnitud de la mancha es tan grande que está alterando la  biodiversidad contenida en la zona y más tarde o más temprano terminará impactando todo el mar Caribe, que es un mar interno, cerrado”, estimó el experto dominicano.

Especialistas volvieron a cuantificar la crisis y hablan de cinco veces más de lo estimado: el pozo subterráneo estaría derramando al día cuatro millones de litros y no 800.000, como consideran las autoridades.

La misma BP, responsable de la plataforma accidentada, reconocía en rueda de prensa que, pese a manejar la cifra de 800.000, eran conscientes de que la estimación era “altamente imprecisa”.

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