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La mano de obra ocupada

Legisladores porteños presentaron un informe sobre los jefes de la Policía Metropolitana. El 70 por ciento actuó durante la dictadura, algunos en centros clandestinos. Y un 17 fue exonerado de la Federal.

Legisladores de la oposición porteña aseguraron ayer que más del 70 por ciento de los jefes de la Policía Metropolitana “tuvieron actuación” en fuerzas de seguridad durante la última dictadura militar, algunos en lugares que fueron sindicados como centros clandestinos de detención, por lo cual aseveraron que no pudieron “estar al margen del accionar del Terrorismo de Estado”.

Los datos, difundidos en una conferencia de prensa en la Legislatura porteña, se desprenden de un informe elaborado por la oposición a partir de la revisión de 52 legajos correspondientes a los cargos superiores de la Metropolitana, que se sumó a dos redactados por el macrismo y la Defensoría.

Según el texto, “sobre los 52 altos mandos, 38 de ellos, incluidos los cuatro Superintendentes de esa fuerza, lo que equivale a un 73 por ciento del total, tuvo una actuación en fuerzas de seguridad en los años de la última dictadura militar”.

“Éste es un dato insoslayable: es necesario asumir que la designación de cargos de conducción de agentes que han tenido experiencia policial en años de dictadura y violaciones a los derechos humanos no se condice con el perfil de Policía que la ciudadanía requiere”, concluyeron los diputados.

El informe lleva las firmas de los diputados Gabriela Alegre, Delia Bisutti, Marcelo Parrilli, Gonzalo Ruanova, Rocío Sánchez Andía, Juan Pablo Arenaza, Rafael Gentili, Diego Kravetz, Francisco Nenna, Claudio Presman y Julio Raffo.

Entre las conclusiones, también revelaron que un 17 por ciento de los jefes de la Metropolitana evaluados, y que provenían de la Federal, fueron pasados a disponibilidad en 2004, y que el 50 por ciento de ellos tenía, en ese momento, una causa judicial abierta o cargaba con algún sumario administrativo.

“Pese a este dato, el Gobierno de la ciudad no realizó ninguna averiguación que permitiera saber si dichos agentes estuvieron implicados en delitos o sanciones disciplinarias de la fuerza”, advirtieron.

También, informaron que detectaron “desprolijidad y falta de rigor y seriedad” en los expedientes que relevaron desde marzo en el marco de las tareas ordenadas a la Comisión de Evaluación de la incorporación de personal provenientes de otras fuerzas de seguridad a la Metropolitana.

Indicaron que “al leer los currículums presentados por los propios ingresantes, se pudo verificar que varios de los miembros de conducción se capacitaron en materias como lucha subversiva, guerrilla urbana e inteligencia en la época de la dictadura militar y con posterioridad”.

“Es motivo de extrema preocupación el perfil en inteligencia que revistarían varios de los agentes incorporados”, detallan y mencionan como “caso más emblemático a Ciro James, quien además de ser un eslabón clave de la maquinaria paraestatal de espionaje montada, era candidato a ingresar a la fuerza”.

También subrayaron el caso del comisionado mayor Raúl Ferrón, quien cumple funciones en la Metropolitana en la zona de la villa 1-11-14 y fue denunciado por el legislador Parrilli por “participar en la detención de varios miembros del Cels en plena dictadura militar, integrando un grupo de agentes de la Superintendencia de Seguridad Federal”.

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