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Saga fatal

La lupa sobre Tablada

Incautan un arma y proyectiles en el marco de la investigación del crimen de Cristian Olguín, asesinado de dos disparos anteayer en Uriburu y Colón.


En las calles Ayacucho, Garibaldi, Colón, Ameghino y Uriburu, en Tablada, se realizaron anteanoche tres allanamientos para intentar dar con el joven sospechado de asesinar en este barrio de dos tiros a otro muchacho en los primeros minutos de la mañana de anteayer. En dos de los procedimientos se constató que tanto el sospechoso como su suegra, quien está sindicada como dueña de al menos un búnker y de proveer armas a una banda de la zona, escaparon con lo puesto minutos antes de la irrupción de los uniformados. A la vez, en el tercero, la madre de esta mujer quedó detenida porque en su casa encontraron un cargador con cartuchos 9 milímetros, los cuales serán cotejados para determinar si fueron los utilizados para dar muerte al joven. También incautaron un rifle tipo Winchester y cartuchos de escopeta. Este último crimen está relacionado con la saga de enfrentamientos y muerte que dejó desde hace unos años la pelea entre las bandas de Centeno y Ameghino para imponer el liderazgo en este sector de Tablada.

De acuerdo con voceros de la investigación, el mortal ataque surgió luego de que en la madrugada del jueves pasado Cristian Luciano “Luchi” Olguín atacara a balazos el frente de la vivienda de quien unas horas después sería su verdugo. Como los vecinos llamaron al 911, el personal de la comisaría 16ª buscaba a Olguín por los balazos. Después de las 7 de ese mismo día, al dueño de la casa baleada lo buscaban por el ataque al adolescente. Es que minutos antes allegados a Luchi lo llevaron al Roque Sáenz Peña tras encontrarlo herido de dos tiros cerca de Colón y Uriburu. La víctima agonizó hasta cerca de las 16, cuando falleció producto de las heridas recibidas en la cabeza y en el tórax.

Con respecto al sospechoso del homicidio, los pesquisas determinaron que se trataba del hermano de Ricardo F., el muchacho de 20 años que tiene prisión preventiva desde el lunes por balear en la pierna a Michael C., de 14 años, en la puerta de un cíber de Ameghino y Ayacucho, el sábado pasado. Los investigadores determinaron que el acusado por el crimen es yerno de Ramona A., apodada Gringa, sindicada transera de la zona y apuntada como proveedora de armas para la facción de los de Ameghino. Fue en ese marco que solicitaron órdenes de allanamiento para tres viviendas.

En los operativos no hubo detenciones, pero se secuestraron balas 9 milímetros que se cotejarán para determinar si son las utilizadas para atacar a Olguín. En la casa del sospechoso y de su suegra estaba todo revuelto como si sus moradores hubieran abandonado el lugar a toda prisa, describieron los voceros para agregar que continúan los trabajos para dar con el muchacho.

Saga de muertes 

El crimen de Claudio “Caio” Colli, ocurrido el Día de la Primavera de 2011, profundizó las diferencias entre bandas barriales separadas por 200 metros: los de Centeno y los de Ameghino, grupos que se disputan el territorio en un contexto narco. En el medio, calle Garibaldi como frontera de ambos territorios: divide las jurisdicciones de la seccional 16ª (al norte) y 11ª (al sur). Por el homicidio de Colli, ejecutado cuando ya había subido a un colectivo, fue detenido un adolescente y, casi tres años después, cayó Nahuel Ojeda, sindicado autor material. A Ojeda le habían incendiado la casa tras el asesinato. Un año después del crimen de Colli, en octubre de 2012, un hermano de Nahuel, Leandro Ojeda, iba en moto con su mujer y dos niños cuando fueron atacados a tiros en Ayacucho al 4800. Murieron Leandro y Triana Racosky, su hijastra de cuatro años.

En ese radio en la que los pasillos unen las cuadras hubo un sinfín de muertes y no todas estuvieron vinculadas con la guerra de los de Ameghino y los de Centeno: en 2013, Nicolás López y Nicolás Basualdo; Cristian Escobar, Fabricio Montes, Franco Gómez, Lucas López, Luciano Cáceres, Daniel Ramírez, Nicolás Brambilla, Hugo Neto y Leonel Segovia.

En 2014, Emanuel Tomé. El 3 de diciembre del año pasado Jorge “Chancho” Pérez, de 36 años, fue asesinado de un balazo en Centeno al 200. Esa misma tarde, y como represalia, se desató en las cercanías un tiroteo en el cual una embarazada de 14 años fue baleada. También como venganza por este crimen, el 4 de diciembre Jonathan “Tico” Ferreira, de 24 años, fue asesinado de diez balazos en pasaje Rezzara y Colón. El 22 de enero pasado, Cristian “Charly” Machuca, compinche del anterior y de 19 años, fue ultimado en Necochea al 3900. El 25 de febrero, una emboscada terminó con la vida de Leonel Zalazar, de 20 años, en la unión de los tres pasillos que hay en Ayacucho y Centeno.

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