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La lucha contra la obesidad, un mal de estos tiempos

La reciente creación en Gran Bretaña del primer club para niños obesos, que inscribe a pequeños de hasta 4 años, pone dramáticamente en escena uno de los males del presente, escasamente percibido todavía por quienes lo padecen o se muestran indiferentes a los esfuerzos médicos por ponerle remedio, bombardeados todo el tiempo por la publicidad de más y más productos preelaborados de dudosa calidad nutricional que alejan a las nuevas generaciones de la cocina tradicional, equilibrada y sana que se practicaba décadas atrás, y jaqueados por la sobreabundancia de ofertas lúdicas que tientan a los chicos a entretenerse frente a la computadora en vez de realizar prácticas físicas.

El club de niños obesos creado en la localidad de Doncaster, en el condado de Yorkshire, abrió sus puertas hace algunas semanas y se vio inmediatamente inundado de pedidos de familias con niños obesos.

Doncaster es conocida como la ciudad “con más grasa” del Reino Unido: 11 por ciento de su población es obesa y al menos 92 millones de libras esterlinas del presupuesto municipal van para enfrentar problemas de salud ligados con esta dolencia.

“Es la primera vez que ofrecemos un «fat club» a niños tan pequeños”, dijo Paul Gately, presidente del centro, y esto muestra la seriedad de la situación. Cada padre que encuentro quiere ayudar a su pequeño a resolver el problema de peso, pero necesita una guía”, agregó.

Los niños y los padres participan en una reunión semanal durante doce semanas, con el objetivo de aprender a comer de manera sana a nivel familiar, y reconocer el azúcar y la grasa contenidos en los alimentos. Después, los niños son controlados otros tres meses a través del teléfono o por correo electrónico.

Recientemente, un relevamiento sobre 27.000 niños y adolescentes en edad escolar realizado en la provincia de Buenos Aires mostró que el 14 por ciento sufre algún grado de obesidad, patología que junto con el sobrepeso aumenta en forma sostenida en el mundo en la última década, informaron las autoridades sanitarias bonaerenses, que lanzaron una campaña preventiva.

La misma convoca a instituciones públicas, privadas y ONG y más de 20 comunas ya pusieron en marcha talleres de capacitación para docentes, padres y niños en escuelas, hospitales y centros recreativos, entre otras iniciativas como huertas en jardines de infantes, kioscos saludables en colegios, jornadas de controles antropométricos, actividad física y charlas participativas.

“La prevalencia de esta patología en edades tempranas incrementa las probabilidades de su desarrollo en la vida adulta y constituye en sí misma un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, metabólicas y traumatológicas”, explicó Laura Sansalone, nutricionista y coordinadora de la campaña.

Los especialistas en nutrición hacen hincapié en que la era electrónica y digital conectó a los chicos a un mundo de entretenimientos sedentarios en el que el gasto de energía física se reduce a su mínima expresión.

“En muchos casos los juegos infantiles sólo requieren del movimiento de las manos para el uso del control remoto, del teclado de la computadora o del joystick”, agregó Crovetto y puso de relieve que esos hábitos suelen dejar de lado los deportes o actividades físicas, fundamentales, junto con una alimentación sana, para evitar el sobrepeso.

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