Ciudad

La ley del garrote

Por Luciana Sosa.- El abogado Guillermo Farina denunció que fue agredido con ferocidad durante el remate de un inmueble en la localidad de Máximo Paz, el 28 de diciembre.

Un abogado rosarino que participó del remate de una vivienda en la localidad de Máximo Paz fue brutalmente golpeado y terminó internado por las heridas recibidas. El doctor Guillermo Farina, especialista en derecho comercial, aún se queja del dolor por los golpes que recibió el pasado 28 de diciembre, además de las amenazas de muerte que sufrió junto a su colega Alicia Moyano. “Espero que se tomen cartas en el asunto, porque un atropello de esta índole puede volver a ocurrir y no es serio, mucho menos legal, que pasen estas cosas”, dijo ayer, a modo de conclusión, en diálogo con El Ciudadano.

Farina concurrió el miércoles de la semana pasada a Máximo Paz, a75 kilómetrosal sudoeste de Rosario, “a defender los intereses del Nuevo Banco de Santa Fe” en su condición de apoderado de la entidad financiera en el remate de un inmueble, cuyo titular no había saldado un crédito.

“Fui a la subasta en representación del Nuevo Banco de Santa Fe y tenía órdenes de defender los intereses del banco en medio del remate, con ofertas dentro del monto estipulado por la entidad. El remate comenzó con normalidad, pero al presentar la oferta del banco se empezaron a escuchar gritos, amenazas y empecé a recibir escupitajos y golpes de todo tipo”, contó Farina, quien añadió que el inmueble en cuestión había sido usurpado por lo cual debían acelerar el trámite de la subasta.

Ante las agresiones, Farina le solicitó a la jueza comunal Leonor Kilibarda que suspendiera el remate y convocara a la policía para obtener protección. “Pero la jueza jamás acusó recibo de mi pedido, yo estaba siendo golpeado en las costillas, en las extremidades y en la cara y la subasta seguía como si nada”, dijo con indignación.

En medio de la tensión, la abogada Moyano se fue del lugar donde se desarrollaba el remate, en la vereda del Juzgado de Paz, y logró ingresar a la sucursal local del Nuevo Banco de Santa Fe para pedir asistencia policial y médica.

“No vino nadie a auxiliarnos. Al rato logré escapar, literalmente, y le pedí a la gente que se quedara tranquila, que ya no iba a seguir participando del remate, pero no me escuchaban y seguían los insultos y amenazas. «Salgan de acá o van a terminar en una zanja», «dejen de ofertar o no salen vivos», me gritaban. Fue una situación terrible”, relató el profesional.

Luego, una vez refugiado en la sucursal bancaria, recibió asistencia médica y debió ser internado de urgencia por un cuadro de hipertensión. En el hospital de Máximo Paz permaneció internado en observación durante varias horas, hasta que recibió el alta médica en las primeras horas de la madrugada del jueves 29.

“Hoy estoy mucho mejor pero confieso que me sigue doliendo todo el cuerpo –advirtió–. Me realizaron estudios por los golpes recibidos y supongo que no habrá mayores consecuencias de las que he tenido. Pero más allá de los puñetazos, es inaudito que pase una cosa así, que el grado de agresividad de los presentes y la desaprensión de parte de la jueza comunal ante ese episodio queden en la nada”, remarcó.

Farina, que proviene de una tradicional familia ligada al derecho, reconoció que en todos los años ligados a la profesión no conoció episodio igual. “Además, quien necesite plantear una situación de vivienda única, puede hacerlo, hay muchas vías para salvar un inmueble, así que no sé por qué tanta saña. Aquí no se le estaba quitando la vivienda a nadie, aunque parece que sí el negocio a algunos”, concluyó.

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