El Hincha

Sequía en la red

La Lepra sufre la falta de gol, más culpa de Larriera que del Colo Ramírez

El atacante uruguayo bajó su producción en los últimos partidos debido a un bajón anímico y futbolístico, pero el problema es la falta de gestación de juego del equipo y el escaso aporte en la red de los otros futbolistas


“Me preocupa la falta de gol del equipo. Es algo que no pudimos mejorar. Nos ha tocado caro. Hemos ganado partidos de forma muy justa en el tanteador. Hay que remontarse bastante para llegar a cuando hicimos 3 goles (frente a Uníón por la Copa de la Liga). Me preocupa y ocupa la gestación de juego”. Larriera expuso tras el partido ante Vélez uno de los principales problemas que muestra el equipo: la falta de gol.

Newell’s acumula 18 partidos en el ciclo Larriera y anotó 18 tantos. Un promedio de un gol por partido que no de lo peor, pero está por debajo de la media del fútbol argentino. Y más allá de los números, está a la vista que a la Lepra le cuesta anotar, ya que no tiene un porcentaje tan malo de efectividad. Como expresa el propio DT uruguayo, falta gestación de juego, algo necesario para llegar al gol.

La respuesta fácil sería cargar sobre los delanteros esta falta de gol. Y si bien es cierto que Juan Ignacio Ramírez arrastra una seguidilla de partidos donde no está tan certero, también hay que decir que, salvo el partido ante Vélez, donde dispuso de tres situaciones claras para definir, en general no se está abasteciendo al Colo como un nueve de área requiere. Y con 8 goles, uno solo de penal, Ramírez deja en claro que es un goleador y el problema de Newell’s no es su bajón en la red.

Sobre el presente de Ramírez, Larriera dio su parecer. “Nos preocupa y ocupa. Con el cambio de estructura con tres volantes y dos delanteros la idea es abastecerlo más. Hizo buen partido. Hay que estar encima desde lo humano para que no decaiga. Hay que darles herramientas para que vuelta a convertir”, comentó.

El DT reconoce que la pelota no le llega tanto a Ramírez como debería, por eso incluso modificó el esquema a un 4-1-3-2 para intentar sumar más volantes ofensivos, y también hizo una mención a la parte anímica. Tal vez este es un punto donde sí hay preocupación del entrenador, ya que el atacante uruguayo atraviesa una crisis familiar que incluso se expuso mediáticamente en su país y eso sin dudas influye en lo anímico.

El último gol de Ramírez fue el penal para ganarle a Sarmiento, el 31 de marzo. Y su influencia es tan grande, que siempre que anotó la Lepra sumó de a tres o consiguió un resultado positivo. Le convirtió a Lanús (2-0), Belgrano (1-0), triplete con Unión (3-1), Tigre (1-0) y Sarmiento (1-0). Y el que fue empate, 1-1 con Godoy Cruz, fue un gol con un hombre menos con el partido en desventaja.

El problema no es Ramírez, sino la incapacidad goleadora del resto. De los 18 goles del año, Ramírez anotó 8; Brian Aguirre dos y Esteban Fernández el mismo número ante Midland. Y con un gol están Guillermo May, Giovanni Chiaverano, Jerónimo Cacciabue, Francisco González, Julián Fernández y Gustavo Velázquez. Poco aporte de los otros atacantes, escasa colaboración en la red de los volantes y apenas un gol de cabeza de un defensor.

El problema está. Y Larriera deberá trabajarlo en estas tres fechas que restan antes del receso con lo que tiene. Luego habrá que apuntar a refuerzos que aporten desde el juego, pero tengan capacidad goleadora, porque no se puede depender sólo de Ramírez,

 

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