La campaña de Newell’s bajo el mando de Gabriel Heinze atraviesa un buen momento. Líder de se grupo en la Copa Sudamericana y en el top ten de la Liga, la Lepra empieza a mostrar una identidad de juego. A veces sale mejor, otras no tanto, pero hay rasgos de los que pretende el Gringo que están a la vista. Y una de las fortalezas de este ciclo es el rendimiento cada vez que juega en el Coloso.
Desde la llegada de Heinze, Newell’s disputó 11 partidos en el Marcelo Bielsa, nueve por la Liga y dos por la Sudamericana, y los números son contundentes: 8 ganados, 2 empatados y sólo una derrota. Una efectividad del 79% que asombra. Y el dato se hace más significativo cuando se mencionan los goles. La Lepra anotó 13 tantos y Lucas Hoyos apenas fue vulnerado una vez, aquel gol agónico de River en la única caída en casa.
El dato es contundente. Hoyos apenas recibió un gol en once partidos disputados en el Coloso. Una muestra de la supremacía que ejerce el equipo cuando juega en el Parque, donde decididamente se siente más cómodo. Y los rivales lo respetan. Mayor protagonismo a partir de la tenencia del balón, contundencia en el área rival, buenos rendimientos defensivos y un arquero que, salvo algún error puntual, transmite mucha seguridad.
«Lo de las vallas invictas de Hoyos es trabajo, esfuerzo, ganas, equivocaciones, arriesgar, valentía. Todas esas cosas las hacen estos chicos», sostuvo Heinze sobre este rendimiento en casa sin recibir goles.
Y hay un agregado. La condición física del equipo. El año pasado un tema recurrente en Newell’s eran las lesiones, especialmente musculares. La situación fue tan llamativa que obligó a un análisis especial del departamento médico sobre la forma de entrenar del cuerpo técnico, en aquel momento a cargo de Javier Sanguinetti. El equipo corría, no tanto como ahora, pero las lesiones eran una consecuencia de ese desgaste. Hoy, en cambio, el nivel físico es sorprendente. Newell’s supera a la mayoría de los rivales en ese aspecto, y si bien hubo algunos futbolistas con lesiones musculares, fueron muy pocos.
«Estos chicos siguen mostrando sacrificio, amor por la camiseta y defendiendo las cosas con muchas ganas. Nunca les pido resultado, sí pido lo que hicieron hoy, ese esfuerzo, esa entrega, que es algo muy lindo». El reconocimiento de Heinze tras el triunfo ante Godoy Cruz, donde la Lepra se bancó jugar más de media hora con un jugador menos, es una constante del DT, que entiende que la parte física y emocional es tan importante como lo futbolístico. Incluso es más factible que el Gringo elogie la entrega del plantel mucho más que lo táctico.
A estas dos patas importantes hay que agregarle algunos rendimientos individuales altos. Y otros que vienen en alza. Jugadores cuestionados en el inicio del torneo hoy están en un nivel más que interesantes. Y las críticas de los hinchas pasaron a ser aplausos de reconocimiento. En ese línea están Lucas Hoyos, Jorge Recalde y Jherson Mosquera, que se suman a los siempre confiables Gustavo Velázquez, Willer Ditta, Juan Sforza, Brian Aguirre (hoy con el Sub 20) e Iván Gómez, líder de contagio a la hora de correr. También vienen con buenas perspectivas Cristian Ferreira, Ramiro Sordo, Marcos Portillo y Bruno Pittón. Y ya no desentonan al ingresar Marcos Portillo, Guillermo Ortiz, Ángelo Martino y Armando Méndez, quien se ganó la consideración del Gringo tras un inicio donde no iba a ser tenido en cuenta.
Newell’s pinta bien. Está con puntaje perfecto en la Sudamericana y retornó al top ten clasificatorio de Copas en la Liga local. El jueves ante Sarmiento y la próxima semana frente a Santos intentará mantenerse por este camino. Y los argumentos para este momento de confianza están a la vista. Nada pasa por casualidad.