Dos jugados, dos ganados. Y de yapa: aún no recibió goles. Newell’s no luce, está lejos de hacerlo, pero por ahora aprovecha las bondades que le entregó el fixture y sin hacer mucho ruido es uno de los líderes de un torneo que está en pañales.
Ayer fue 1-0 a Tigre en un partido de trámite cambiante y resultado incierto hasta el final. Tuvo media hora de mucha intensidad, esa que reclama y pregona Osella, y luego sufrió las debilidades e inseguridades defensivas. Pero en esos momentos de dudas apareció Luciano Pocrnjic, que atajó todo lo que le tiraron, incluso un penal. Y como sucedió en el estreno con Quilmes, acertó una vez cerca del cierre del partido y con eso bastó para ganar. Al fin y al cabo, como declaró Osella, “acá parece que es lo único que importa”.
El 4-4-2 dispuesto por Osella le dio rédito media hora. Presionó bien con el doble cinco, Amoroso y Maxi, y pudo abrir la cuenta, lo que hubiera cambiado el partido. Pero Amoroso demostró que lo suyo no es el gol y desperdició un mano a mano increíble, y el arquero Ibáñez respondió bien cuando se lo exigió.
Después apareció el otro Newell’s, el de las dudas defensivas, el que sufre por un pelotazo cruzado, un córner y hasta por un simple lateral. Y entonces la estructura se resiente y el equipo entra en turbulencia y aparece la versión 2015, esa que todos quieren olvidar.
Pero Pocrnjic está iluminado y cuando Newell’s trastabilla se sostiene en la seguridad de su arquero. Ayer fueron tres atajadas de partido, en especial el penal que le contuvo a Morales, que pudo cambiar la historia de la tarde, porque el partido estaba en tablas.
Después acertó Osella con los cambios. Sacó a un Prediger que estaba al borde de la roja y mandó a la cancha a Formica, que intentó darle fútbol al equipo. Y cuando Matos se fundió, metió a Isnaldo para abrir la cancha.
Y la suerte también ayuda. Isnaldo desbordó, tal como pensó Osella al meterlo, Maxi la peleó y el rebote le quedó a Formica frente al arco para empujarla al gol.
Y esos partidos peleados ante rivales de menor fuste que antes se empataban o perdían, en este inicio del torneo se ganan. Un poco por mérito de equipo, otro por jerarquía de algunas individualidades, y en una pequeña parte porque alguna vez los planetas se debían alinear y darle un guiño a la Lepra, que sin quererlo, está en la cima de la tabla. Sí, Newell’s es puntero, créase o no.
El DT bajo la lupa
Diego Osella apostó por un tradicional esquema 4-4-2 para presionar más y tener a Mauro Matos como referencia de área y pivoteo. La apuesta salió media hora, después el equipo comenzó a fallar en defensa y se desconcentró. Cambió el doble cinco en el entretiempo para darle más juego con Mauro Formica y por momentos le dio resultado. También acertó con el ingreso de Isnaldo.
El pito
Patricio Loustau acertó en una jugada muy ‘finita’ en el penal de Seba Domínguez a Janson, que si bien exageró, recibió falta del defensor. Amonestó por faltas fuertes y trató de aplicar la ley de ventaja para darle vuelo al partido, en general con buen criterio. No cobró algunos manotazos a la cara de Luna a Moiraghi, tal vez su mayor desacierto, que lo llevó a amonestar a Prediger por protestar (7).
El dato
3 penales lleva atajados Luciano Pocrnjic desde que volvió. El arquero contuvo dos tiros desde los doce pasos en el torneo pasado, uno a Jorge Rodríguez de Tigre, en el empate 3-3; y otro a Leandro Cabral de Argentinos, en la igualdad sin goles. De los últimos diez penales en contra, los arqueros leprosos atajaron 4.
Uno por uno leproso
Pocrnjic (8): la gran figura leprosa. Tuvo dos atajadas importantes, en especial una a Itabel a quemarropa. Y luego se lució al contener el penal de Morales. Un mérito fue mostrarse seguro con una defensa tan errática.
Advíncula (4,5): ofensivamente realizó varios desbordes interesantes; defensivamente fue un horror, en especial cuando falló en el pelotazo que luego derivó en el penal de Tigre.
Domínguez (5): no luce, pero tampoco falla tanto. En el penal quedó expuesto ante la falla de Advíncula.
Moiraghi (5): se nota que aún no está en su mejor forma física y trata de compensar con oficio. Abusó del pelotazo.
Voboril (4): flojito. Falló en dos salidas y generó dos chances claras de Tigre. En ataque, nada.
Amoroso (5): desperdició un mano a mano en el inicio que pudo cambiar el trámite. Corrió mucho, pero le faltó claridad. Todavía no aparece como el equipo lo necesita.
Prediger (5,5): buen manejo de pelota, bien en los cruces, se excedió con dos faltas y Osella lo tuvo que sacar en el entretiempo.
Quignón (5): Trató de ser el conductor ante la ausencia de Formica, pero no encontró socios. Se lesionó y debió salir.
Rodríguez (5,5): levantó en lo físico y lo futbolístico. Tuvo dos chances claras, una en cada cierre, pero no estuvo certero en uno de sus fuertes: la definición. Participó en la jugada del gol.
Scocco (6): movedizo, administrando bien la pelota, participativo. Cada vez que la pelota pasó por sus pies, la Lepra generó algo. Le faltó el gol, pero su buen nivel ilusiona a todos.
Matos (5): batalló mucho con los dos centrales rivales. Ganó y perdió. No tuvo peso en el área y salió con una tendinitis.
Sills (5): prolijo en la marca y los relevos. Errático a la hora de entregar la pelota. Demasiados pelotazos sin destino.
Formica (6): le dio juego al equipo con su ingreso y estuvo en el lugar correcto para anotar el gol del triunfo.
Isnaldo: un desborde suyo generó el gol leproso. Cada vez que ingresa le da al equipo otro vigor. Una buena alternativa desde el banco.
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