Espectáculos

La lengua materna: esa relación tan complicada

El film llega mañana a las salas. Claudia Lapacó, en su primer protagónico en 25 años de carrera,  habla sobre la película de  Liliana Paolinelli que indaga el vínculo madre e hija. En Lengua Materna actúa también la rosarina Claudia Cantero.

Lengua materna, segundo largometraje de Liliana Paolinelli que mañana llegará a salas locales una semana después de su estreno porteño, fue definido por Claudia Lapacó, en su primer protagónico en 52 años de trayectoria, como “una historia sobre el conocimiento y la aceptación de uno mismo y de los demás”.

 El film aborda con gran sensibilidad la historia de Estela (Lapacó) que a partir de una simple pregunta a su hija Ruth (Virginia Innocenti), que ronda los 40 años, descubre que es lesbiana.

A partir de ese momento, intenta sobreponerse a la sorpresiva noticia y comprender las reglas de un mundo que desconoce, mientras que su hija atraviesa un difícil momento con su pareja y vive la curiosidad de su madre como una intromisión.

La película aborda los distintos conflictos con sobriedad, delicadeza y humor, cuenta con acertadas actuaciones y prescinde de la exageración, los golpes bajos y la transgresión.

Completan el elenco de esta historia, en la que se resalta el universo de la mujer, su fortaleza y su sensibilidad, la actriz rosarina Claudia Cantero (ver aparte), a quien acompañan Mara Santucho, Ana Katz, María Simone y Nancy Anka.

“La discriminación no está monopolizada por las personas mayores. De eso trata la película, de una señora que contra todo pronóstico termina aceptando la orientación sexual de su hija, mientras que es la hija a quien le cuesta enormemente aceptarse a sí misma”, aseguró Paolinelli en charla con la agencia de noticias Télam.

Al respecto, la directora agregó: “Podríamos inferir que es una reacción a tantos años de autocensura porque ambas se están aceptando, lo que implica avances y retrocesos”.

 Por su parte, Lapacó comentó:  “Lengua materna puede ayudar a despertar a tantos padres que no comprenden a sus hijos como son y no sólo por el tema de la homosexualidad”.

Respecto de qué la sedujo del proyecto, la actriz expresó: “Me pareció importante cómo se tocaba el tema y cómo esta madre, que al principio se sorprende y le choca un poco la noticia, busca desandar el camino con sensibilidad y queriendo conocer el mundo de su hija”.

La actriz habló también de cuáles son las características que comprende su personaje: “Es una mujer llena de amor, de bondad y de una gran ingenuidad, que se equivocó en no haberse dado cuenta antes de las cosas y siente culpa por eso. Es pícara, divertida y está dispuesta a abrir su cabeza para llegar a su hija”.

Con relación a su vasta trayectoria y al buen momento que traviesa su carrera, Lapacó expresó: “Este es el año de mayor plenitud profesional para mí. Estrené Las mil y una noches y un drama de Eugene O’Neill. Y después de haber recorrido el país con la comedia musical Las mil y una noches, de Cibrian-Mahler, realicé mi primer protagónico en cine. Estoy feliz y agradecida a la vida”, al tiempo que sobre su ausencia de la tevé, expresó: “No soy actriz de tiras, hice El amor tiene cara de mujer y pasaron años hasta que hice Naranja y ½, Resistiré y El capo. Creo que en tevé no respetan los horarios de los programas o los sacan del aire un día o más por el rating y eso es una falta de respeto para la gente y una humillación para el actor. Y te dicen: «¿No te llamó fulano?», sí me llamo fulano, primero para cantar y después para bailar en el mayor éxito de la televisión argentina y que le gusta a mucha gente, pero yo no quiero estar en ese programa y me dicen: «¿Podrías estar como jurado?». Pero antes de eso me mato ¿quién soy yo para evaluar gente? Nunca sentí que tenía un lugar en la televisión, llevo 52 años de profesión y nunca sentí que le importara a alguien que yo estuviese”.

Sobre la problemática que atraviesa la tevé argentina en la actualidad, la actriz dijo finalmente: “Creo que la gente que produce ficción en la televisión quiere estrellas y quiere rating, no le interesan demasiado los actores y buscan la figurita que convoque, y en definitiva eso está bien porque es un negocio. Yo no me enojo con ellos pero que tampoco pretendan que diga que extraño la televisión, un medio al que cuando una llega no la conoce ni el portero. Los que hacen ficción deberían entender que no pueden hacer los ratings de «Bailando por un sueño» y que quede claro que yo no estoy en contra de (Marcelo) Tinelli. Está muy bien que le guste a tanta gente pero hay otras personas, que si bien son menos, quieren ver otra cosa”.

La actriz rosarina Claudia Cantero habla sobre su personaje en Lengua Materna 

La elogiada película de Liliana Paolinelli, que la semana pasada tuvo un auspicioso preestreno en Buenos Aires, tiene un condimento especial para los rosarinos, dado que de su elenco participa la actriz local Claudia Cantero, de vasta trayectoria teatral tanto en la ciudad como en Buenos Aires, quien en los últimos tiempos se ha volcado también al cine a partir de su participación en La mujer sin cabeza, última película estrenada por la realizadora salteña Lucrecia Martel (La ciénaga, La niña santa). 

“El conflicto principal de la película aparece prácticamente en los títulos, donde la homosexualidad será abordada como algo más que una trama, y donde a pesar de todos los peligros de caer en golpes bajos y en lugares comunes, creo que mas que de la homosexualidad se habla de las relaciones familiares, centrada en la problemática de la madre con su  hija”, dijo a El Ciudadano la actriz rosarina Claudia Cantero, quien interpreta a la pareja de esta última, personaje que recayó en la talentosa Virginia Innocenti.

Cuando Estela, la madre personificada por Claudia Lapacó, se entera de que su hija Ruth es lesbiana, y que Nora, la chica con la que vive (Cantero), no es una amiga sino su pareja, intentará comprender las reglas de un mundo que no conoce.

Ante que esa realidad que para Estela era tan lejana e inimaginable, “el film muestra cómo esa madre se empieza a interesar muy amorosamente, con errores o todo lo que puede haber en el medio, pero con mucho amor”, expresó Cantero.

En la búsqueda de comprender qué llevó a Ruth a tomar esa elección sexual, la mujer iniciará un camino de exploración para lograr el definitivo acercamiento con su hija: “Comprará libros sobre lesbianismo y frecuentará bares gays. Tratando de acompañar ese proceso a su manera y en esa dinámica –según Cantero–, se deja ver una pincelada de humor”.

“Mi personaje es una candidata a diputada que en el momento en que se empieza a trazar la historia está bastante abocada a la campaña, a las internas de su partido, con la libido muy puesta en su trabajo, lo que produce una rispidez con Ruth, su pareja”, adelantó la actriz local sobre el film, quien destacó: “La sexualidad pronto no va a ser «un tema» sino que va a estar dentro de los otros tantos temas a los que el cine, el teatro y la literatura se abocan”.

Sobre las dificultades a la hora de armar su personaje, Cantero expresó: “En el cine uno tiene menos organizado su trabajo porque va armando trozos de lo que después, entre el montaje y vestuarios, termina siendo un personaje del que uno no puede dejar de asombrarse, suelo llevarme bastantes sorpresas cuando me veo en las películas”, confesó.

Apuntalada a partir de descubrir nuevas formas de retratar el amor, el disparador que moviliza la historia es para la rosarina “el interés que Estela siente por saber más de su hija. Para ella es un mundo completamente extraño, como si le dijeras «gay» y sólo eso fuera algo extraño, lejano y que jamás entraría en su círculo íntimo”.

Sin embargo, será a partir de ese nuevo conocimiento de Ruth que nacerá una relación familiar, “que se plasmará cuando la madre se adentre en lo que le pasa a su hija, en cómo piensa, cómo vive, o cuáles son sus afectos e intereses. En ese sentido y lugar, la película pone a una mina de barrio, religiosa, buena gente pero completamente ignorante de ese otro mundo al que su hija pertenece”, concluyó la actriz.

Comentarios