Las leyes, aprobadas tras intensas negociaciones durante toda la jornada del lunes que demoraron el inicio de la sesión por más de seis horas, contemplan un aumento de la alícuota del Impuesto de Sellos para las entidades bancarias que pasará de 0,8 a 1%.
En la tributación por la compraventa de automóviles usados, con el fin de evitar la evasión del Impuesto a los Ingresos Brutos se lo reemplazó por un Impuesto de Sellos con la misma alícuota (1,5%), y no se contemplaron subas en las tasas de ABL (alumbrado, barrido y limpieza) ni en las patentes.
Con todo esto, el gobierno porteño prevé contar en el presupuesto para el ejercicio 2010 con recursos por 17.457,8 millones de pesos, de los cuales 11.614,8 millones (66,5%) serán destinados a los servicios sociales, según fuentes del Ministerio de Hacienda que diseñaron el proyecto aprobado.
Entre los argumentos del plan de gastos, sus autores indicaron que la propuesta “puede definirse como de ajuste, porque recorta la obra pública incrementando sólo el gasto corriente basado en el sostenimiento del pago del personal y la anualización de los aumentos otorgados a los trabajadores en 2009, sin prever un monto que permita una nueva paritaria en 2010”.
“El proyecto de Presupuesto no es más que una prueba del eficaz y sólido comportamiento fiscal del Gobierno de la Ciudad”, destacó el diputado titular de la Comisión de Presupuesto de la Legislatura, Álvaro González.
Por el contrario, legisladores del arco opositor, que votaron en contra de la ley, argumentaron su rechazo al paquete presupuestario en los recortes a las obras públicas previstos y en la ausencia de subas de impuestos a los sectores de más recursos, “que tienen ganancias extraordinarias”.
Por su parte, el legislador Sergio Abrevaya, titular del bloque de la Coalición Cívica, tildó de “mentira” la inflación de 6,5% que contempla el proyecto sancionado.
“Esta es la primera vez que una gestión abandona obras de mediano y largo plazo como son las de los subtes”, subrayó Abrevaya.
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