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La Justicia busca aclarar el caso del alumno baleado

Por Diego Montilla.- Se dispuso tomar declaraciones testimoniales a compañeros del chico, autoridades y preceptores.

La Justicia dispuso que se tomen declaraciones testimoniales a compañeros, autoridades y preceptores de Ezequiel, el chico baleado anteayer durante un recreo en la escuela media 661 “Juana Azurduy”. Además, pidió una inspección ocular en el establecimiento educativo ubicado en Ovidio Lagos 2228. El chico, que fue herido supuestamente por un compañero de otro curso, fue operado ayer a la tarde con el objetivo de extraerle el proyectil de su pierna derecha. La causa está en manos del Juzgado de Menores Nº4 a cargo de María Dolores Aguirre Guarrochena. Por su parte, el Ministerio de Educación también investiga lo ocurrido, a lo que calificó como “confuso” y según destacó la secretaria de Educación, Rosa Retana, “se está trabajando para auxiliar y ayudar tanto al chico agredido como a quien efectuó el disparo”.

Antes de ingresar al quirófano en el Sanatorio de la Mujer, Ezequiel trazó un relato de lo ocurrido cerca de las 11.30 del último martes en la escuela pública ubicada en barrio Parque. “Hay un chico con el que me llevo mal y lo agarré solo y le dije qué le pasaba por que yo a él ni siquiera lo conocía por que es de otro curso, yo soy de un segundo y él es de otro segundo. Cuando yo salí al recreo después de haber tenido inglés, ese chico salió y me dijo que quería pelear y yo le trataba de hablar porque si yo iba a pelear con él no sé qué iba a terminar pasando, porque es más chico que yo, no era muy grandote que digamos. En ese momento bajan tres chicos de tercer año que son grandes. Yo agarro y me doy vuelta, bajan esos chicos y preguntan: « ¿quién anda armando quilombo?» y el chico dice que había sido yo. Lo que se escucha es un bombazo como si fuera una bomba y el balazo me da en mi rodilla derecha. No alcancé a ver el revólver”, comentó en declaraciones televisivas.

“Yo no sentí el disparo, me corrí hacia un lado porque escuché la explosión pero no sentí el tiro. Me di cuenta cuando me empezó a salir sangre del pantalón. Me fui hasta la preceptoría y le conté al preceptor todo lo que me pasó. Me atendió un doctor que me dijo que tenía una herida superficial y cuando llegué al hospital me dijeron que tenía un balazo”, agregó.

Sobre la cuestión, David –el papá de Ezequiel– comentó que en estos momentos lo primordial era la recuperación del chico, quien se encuentra fuera de peligro. “Ahora estamos abocados a todo lo que es su mejoría y después veremos. Yo ya hice la denuncia en la Policía y todo lo correspondiente. No tengo nada que decir de la escuela, pero tengo un poquito de temor por ahí de que él siga yendo y le pase por ahí lo mismo o algo peor”, relató.

Preocupada por la situación, la secretaria de Educación provincial Rosa Retana remarcó que “lo primero que queremos decir es que estuvimos en contacto con la escuela apenas nos enteramos del hecho acompañando a la familia también. No hubo una disputa. Se trató de un alumno herido que recibió asistencia apenas ocurrida la emergencia. Mientras estaba la emergencia, los padres acompañaron y estuvieron presentes. La escuela está trabajando en estos momentos normalmente y los alumnos están trabajando en las ruedas de convivencia que es la estrategia que llevamos adelante para que la palabra circule y podamos resolver los conflictos”, indicó.

“El caso es confuso. El chico lo único que manifiesta es que tiene una herida. Se lo atiende. Acá lo importante es que tenemos dos adolescentes que deben recuperarse y que necesitan ser atendidos por los adultos”, señaló. “Necesitamos que este hecho se esclarezca más y es por eso que debemos instalar en esta escuela un trabajo de acompañamiento que ya veníamos haciendo. Indudablemente este es un trabajo que la escuela sola no puede hacer. Nosotros tenemos que tener en claro que las personas que entran a una institución son producto de una sociedad”, añadió.

Por último, el psicólogo Fernando Tavella, quien integra el Equipo Socioeducativo del Ministerio de Educación, se acercó a la escuela en las primeras horas de la mañana de ayer y subrayó que se hará “todo lo necesario para dilucidar qué fue lo que pasó. Queremos detectar al victimario para poderlo ayudar porque más allá de este hecho que sería muy grave por la presencia de un arma de fuego, necesitamos ayudar a este chico para que se pueda resolver en términos lógicos su inclusión nuevamente en el sistema escolar. Queremos saber todo, necesitamos saber todo lo que la gente sabe. Lo que queremos es que se acerquen a nosotros y nos digan qué pasó, porque esto es responsabilidad de todos, de la familia, de la escuela y de la comunidad en su conjunto. Si los pibes están portando armas están pidiendo auxilio y tenemos que ayudarlos”, finalizó el profesional.

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