En el entrecruzamiento de las líneas folclóricas latinoamericanas con la universalidad del pop se encuentra Julián Venegas, un cantautor rosarino que acaba de editar su segundo disco de estudio titulado Álamo blanco, un material que tendrá su presentación oficial esta noche, a partir de las 21, en la sala Príncipe de Asturias del Centro Cultural Parque de España (Sarmiento y el Río).
El material, que cuenta con once temas inéditos y una versión de “Sem cais”, de Caetano Veloso, fue registrado por Venegas y una banda integrada por Federico Ramonda (Bajo) y Javier Allende (Batería), y contó con la participación especial de Carlo Seminara (percusión), Marcelo Stenta, (guitarra), Pablo Pino (voz y coros), Damián Verdún (charango), Leandro Moyano (guitarra), Mariano Braun (teclados), Martín Imperatrice (teclados), Mariano Sayago (contrabajo), Sandra Corizzo (coros), Mercedes Borrell (coros) y el Quinteto de Cuerdas de Rosario.
“La temática del disco es la interacción de los opuestos, de ahí el nombre. Álamo blanco es un árbol cuyas hojas tienen una cara plateada y otra verde. No hubo una búsqueda musical específica, sino que se fueron dando una canción tras la otra y el concepto fue descubierto al final. En el material hay cosas que vengo trabajando en los últimos años con Carlo Seminara Grupo, por ejemplo el primer tema, «Afuera», tiene un aire del landó peruano que es un género que descubrimos trabajando allá con Carlo Seminara”, contó Venegas en diálogo con El Ciudadano al tiempo que agregó: “El primer disco tiene más aires a Trova Rosarina, pero en este material me animé, por ejemplo, a hacer un tema con un aire más roquero que es «Bajos elementos» en el que comparto la voz con Pablo Pino (Cielo Razzo). Las líneas folclóricas atravesadas por la universalidad del pop siguen siendo la línea que voy transitando”.
Dueño de una lírica elogiada por muchos especialistas, y consultado sobre aquellos elementos detonantes de sus composiciones, Venegas aseguró: “La capacidad de asombro es fundamental para la creatividad. Es importante no perder la capacidad de asombro respecto de las cosas de la vida cotidiana, que puede ser un elemento o una persona; una canción nace porque uno se asombró con algo que le pasó. Después, uno busca darle forma para poder comunicarlo. La capacidad de asombro es el momento que inspira para poder hacer algo, una suerte de sensibilidad con un contexto interno o externo”.
Pero en este disco, Venegas no estuvo solo en el momento de componer, sino que lo compartió con uno de los referentes de la música local, Adrián Abonizio. “Con Adrián estuve trabajando en un disco de él que todavía no se editó; fue una experiencia muy enriquecedora y me dejó sobre todas las cosas esa capacidad lúdica para crear letras, es un creador de canciones espontáneo. Cuando le llevé la melodía de «Perfil de emperatriz» me dijo: «Tarareala» y mientras yo cantaba, él iba escribiendo, me pidió que lo haga otra vez, retocó algunas cosas y de ese trabajo que duró diez minutos salió en noventa por ciento de las letras. Es un tipo que sabe cerrar los conceptos. Te tira una idea, te lleva a conceptos que vos no sabes que te va a llevar y después te tira una frase que tiene que ver con lo primero que te dijo, y de golpe te cierra todo”, relató con inminente admiración y agradecimiento.
Pero, además de las composiciones inéditas, el disco contiene una versión de “Sem cais”, de Caetano Veloso: “Caetano es una referencia permanente, es un tipo que supo encontrar el equilibrio perfecto entre tradición e innovación, una referencia constante tanto a nivel musical como poético. Ese tema lo venimos trabajando con la banda hace un par de años. Me gustaba como sonaba, como habían quedado los arreglos que habíamos construido, entonces quisimos que quede registrado. Pero puede llegar a ser interpretado como un bonus track porque es el único tema del disco que no refleja el concepto de fondo. De todos modos, a pesar de no estar inmerso en este contexto, sentimos que era parte del disco”, dijo Venegas.
Respecto de la participación de gran cantidad de músicos en el material y de la relación entre los artistas de la ciudad que propician este tipo de cosas, el también participante del Colectivo Upé! aseguró: “No hay que olvidarse que estamos en un centro urbano, y que el centro urbano tiene la característica de tener influencias muy variadas. Tenés lugares fundamentalistas del rock pero también tenés peñas folclóricas. Pero la relación entre los músicos depende mucho de la apertura musical de cada uno. Pablo Pino, por ejemplo, tiene una gran apertura, le gusta escuchar un montón de cosas y eso hace que pueda participar de lo mío. Que a mi me guste el rock también hizo que yo participara en conciertos de Cielo Razzo, es decir que depende mucho de la amplitud de la oreja del músico. Los invitados al disco se dieron porque vengo trabajando con la mayoría de ellos, entonces, incorporarlos a este disco es una forma de cerrar un círculo de trabajo. Todos los años que pasamos tocando juntos, compartiendo escenarios, experiencias, está bueno que quede plasmado en un disco. Después, la instrumentación que se elige para cada tema es otra cosa, ahí se piensa en lo que es mejor para la canción despejando las amistades de por medio. Pero intento que participen la mayor cantidad de músicos posible”.
“En el primer disco (Julián Venegas, que salió a la venta en 2009) la primera meta fue mostrarme como creador de mis canciones, a diferencia de lo que venía haciendo antes, y que tenga cierta repercusión a nivel local. Con este material, la idea es ir un poco más allá de la Localia; incluso, empezar a intercambiar shows con gente de Uruguay, y Córdoba, como para que la cosa empiece a moverse mas regionalmente. Pero es muy difícil: uno pone sus resistencias también, en lo personal no me llevo bien con las nuevas tecnologías y eso es un problema, porque hoy en día son herramientas necesarias, mucho más para los músicos independientes”, concluyó Venegas.
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