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La inseguridad hace cambiar la forma de ir y volver de clases

Por Diego Montilla.- Según una encuesta gremial, uno de cada tres rosarinos modificó sus hábitos a la hora de llevar a sus hijos al colegio.


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Según una encuesta realizada por el Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop), la inseguridad hizo que uno de cada tres rosarinos cambiara el modo de llevar a sus hijos a clases. “Lo más llamativo que notamos es que, por ejemplo, chicos que iban solos dejaron de hacerlo y los vuelven a acompañar sus papás; chicos que iban en colectivo ahora empezaron a ser llevados en autos; hay padres que van con ellos hasta la puerta de los colegios cuando antes no lo hacían y padres que se turnan para llevarlos durante los días de la semana. Todos estos son datos que nos marcan cambios importantes en todo lo que rodea el proceso educativo”, señaló el secretario general del gremio en Rosario, Martín Lucero. Frente a esto, desde el gremio que nuclea a los docentes privados recordaron que “la escuela no es una isla” porque sufre las mismas condiciones que el resto de la sociedad y pidieron “un debate colectivo” para discutir cómo se educa en un contexto tan difícil.

El estudio de opinión se realizó en base a  400 casos tomados en Rosario el último fin de semana. Algo que se remarca de manera particular es que la preocupación crece si se sabe que más de la mitad de los consultados en la muestra asegura “conocer a alguien que ha sido víctima de la inseguridad al acompañar a sus hijos de ida o de vuelta de la escuela”.

Según esta muestra tomada por la consultora que dirige el analista Lucio Guberman, se ha dado “un cambio de hábitos producido por la inseguridad que afecta a las formas en que los padres llevan y traen a sus hijos a las escuelas, por lo que el 30 por ciento reconoce haber modificado estas prácticas por motivos de seguridad”.

Pero además, esta preocupación “se ve enfatizada por la cantidad sorprendentemente elevada de rosarinos que conocen a víctimas de la inseguridad en ocasión de ir o regresar de establecimientos educativos”, según señala el estudio. Es que “más de la mitad (un 52 por ciento) de los encuestados dice estar en conocimiento de hechos delictivos perpetrados contra alumnos o acompañantes de alumnos en tránsito hacia o desde las escuelas de la ciudad”.

“Tal como lo expresáramos en el II Encuentro de Educadores de Escuelas Privadas, la escuela no es una isla dentro del marco en el que se desenvuelve y las situaciones del contexto las influyen de manera determinante”, afirmó Lucero. El encuentro educativo al que hace referencia fue realizado el 28 de junio pasado, organizado por el gremio de los docentes particulares, y estuvo destinado principalmente a debatir las diferentes manifestaciones de violencias que involucran a las escuelas.

“El hecho de que más del 50 por ciento de los encuestados manifiesten conocer un hecho de inseguridad en el trayecto de ida o vuelta a la escuela es un dato objetivo. No hablamos de percepciones o de creencias. Hablamos de sucesos que se dan en lo cotidiano. Si a esto le sumamos que el 30 por ciento de los encuestados reconocen haber modificado sus pautas de conducta vemos cómo el marco influye sobre el día a día escolar”, añadió el gremialista.

El secretario general de Sadop recordó que hay que tener presente “que detrás de estos números hay familias que están cruzadas por experiencias propias o conocidas de inseguridad, alumnos que saben que sus hábitos deben cambiarse en virtud de los peligros, docentes que conviven a diario con situaciones problemáticas y escuelas que en medio de estas dificultades tienen que seguir funcionando dando respuestas sobre la coyuntura”.

Por último, y consultado sobre qué hacer frente a estos datos, Lucero respondió que “el Estado tiene la obligación de velar por la seguridad a los ciudadanos”. “Pero no es menos cierto que es necesario darnos un debate colectivo sobre las condiciones en las que se educa, las herramientas con las que se cuentan, las deudas que faltan saldar y cuál puede ser el aporte de cada uno de los actores del sistema educativo para atender a una realidad compleja y, en muchos aspectos como el de la seguridad, preocupante”, finalizó.

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