Por Alejandro Tejero Vacas
Después de un 2022 en crisis, la industria cripto espera que 2023 sea el año en el que se asienten los desarrollos y productos que traerán alternativas para blockchain y cripto en la vida cotidiana, desde mecanismos de pagos y créditos hasta validación de identidad y digitalización de activos de la economía real, que servirán como plataforma de despegue para el próximo rally alcista de los criptoactivos.
Los “mercados bajistas”, como se denominan a los períodos de fuerte caída en los precios de los activos, como el que hubo el año pasado, funcionan en forma cíclica en para depurar los proyectos más frágiles y que permanezcan los que tienen usabilidad y demanda real, sin contar con la euforia y especulación detrás.
Estos últimos días Bitcoin y el resto de las criptomonedas experimentaron la mejor semana en rendimientos desde octubre de 2021; es decir, después de 13 meses de caída prácticamente ininterrumpida, que llevó al mercado cripto de alcanzar los US$ 3 billones de capitalización -la suma del valor de todos sus activos- a menos de US$ 800 mil millones (-75% en un año), recién ahora empieza a mostrar los primeros signos de recuperación.
“La industria de criptoactivos es sumamente dinámica y competitiva. Está demostrando mucha robustez pese a los golpes y shocks adversos recibidos, y esto se debe a la gran vocación, convencimiento y capacidad de trabajo de sus emprendedores y desarrolladores en todo el mundo”, señaló a Télam Manuel Calderón, financial manager de Buenbit, empresa argentina que ofrece servicios de cripto como medio de pago, inversión o crédito.
La esperanza de la industria y sus usuarios es que, finalmente, los US$ 15.500 a los que llegó a cotizar BTC tras la caída de FTX en noviembre haya sido el fondo de esta caída y que, de aquí en más, empiece una recuperación de los activos criptográficos.
Sin embargo, coinciden los especialistas, esto sólo será posible si comienza a masificarse el uso de blockchain y cripto en operaciones cotidianas, que aliente al uso de esta tecnología en personas y empresas, tentados por los beneficios de menores costos de usos, mayor velocidad y conveniencia frente a opciones disponibles en la actualidad.
En la Argentina, la demanda por criptoactivos abarca tanto la inversión de riesgo (una apuesta al aumento de valor en el largo plazo) como la búsqueda de mantener el valor real de los ahorros a través de la dolarización cripto con stablecoins o “monedas estables”.
“La tendencia que se observa entre los jugadores locales es hacia la oferta de una gama cada vez más amplia de productos complementarios, como la posibilidad de ahorrar en stables y cripto volátiles, usar tarjetas prepagas que toman fondos de estos ahorros o dar créditos usando como colateral los ahorros en criptos”, señaló Calderón.
Cada día avanza más la innovación en infraestructura de blockchains -las redes en las que se registran operaciones de forma irrevocable e inmediata-, con procesamientos más eficientes y con menores costos operativos, y con mejoras en la seguridad y confiabilidad de los protocolos de Finanzas Descentralizadas (DeFi), que permiten ahorrar y tomar créditos sin intermediación de instituciones como bancos.
“Aún con la baja pronunciada que tuvieron las cotizaciones desde sus máximos, seguimos viendo un ecosistema creciente y pujante. La clave es entender que el ecosistema sigue creciendo, que los casos de uso de la tecnología blockchain continúan expandiéndose y que la tesis de inversión inicial sigue siendo válida”, apuntó Francisco Mayora, CFO de Koibanx.
En ese sentido, señaló que la tecnología de los NFTs (Tokens No Fungibles en inglés, que permite una representación digital única de casi cualquier cosa) creció especialmente en los rubros de arte, gaming y entretenimiento, pero que ahora se está viendo una adopción de esta tecnología “en áreas productivas más cercanas a la economía real, aplicándolos por ejemplo a ticketing y control de accesos”.
“Creemos que en el corto plazo la interacción de estos casos de uso con la incipiente creación de identidad digital 3.0 puede generar toda una nueva categoría de aplicación de la blockchain en la vida diaria de las personas”, afirmó Mayora.
Uno de los ejemplos de esta tecnología es el Petrotoken, un proyecto de Koibanx que permitirá “generar un activo financiero digital (token) respaldado por uno de los commodities más valiosos de la economía (el crudo de petróleo)”, que representará los derechos económicos de cobro de los barriles enterrados una vez que los mismos se extraigan y comercialicen.
“La industria contará con una herramienta que posibilitará ofrecer los PetroTokens como colateral para solicitar créditos y líneas de financiamiento en el acto; la posibilidad de vender los PetroTokens a descuento para obtener liquidez contra los mismos; y ofrecerles a pymes, corporativos e inversores profesionales la posibilidad de tomar una posición en el commodity a un plazo determinado y arbitrar con los mercados bursátiles”, explicó.
Por su parte, Ramiro Raposo, country manager de Bitwage, señaló que los problemas que mostraron los exchanges centralizados -empresas dedicadas a facilitar el intercambio de criptomonedas- como FTX, que quebró y estafó a cerca de un millón de usuarios por miles de millones de dólares, hará que “DeFi se siga robusteciendo y que cada vez haya menos intermediarios”, por lo que “puede que este sea un buen año para las empresas que ofrezcan productos no custodiales y creadores de billeteras frías”.
“Los argentinos buscan la independencia financiera porque es un país con muchas trabas y controles financieros. DeFi puede traer muchas soluciones a este problema”, afirmó.
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