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Episcopado

La Iglesia se mostró preocupada por el desempleo y la inseguridad

Los obispos se reunieron en el marco de la Comisión Permanente, que preside monseñor José María Arancedo.


La Iglesia expresó ayer su preocupación por la posible despenalización del consumo de drogas, la inseguridad, el creciente desempleo y el avance del gobierno bonaerense sobre los médicos que aplican la “objeción de conciencia” para no realizar abortos no punible.

Así lo explicó a NA el vocero de la Conferencia Episcopal Argentina, Jorge Oesterheld, en el marco del inicio de la 168º reunión de la Comisión Permanente que se lleva a cabo en la sede del Episcopado durante tres días, con la presidencia de su titular, monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe.

En la primera parte de la reunión, los obispos pasaron revista a la realidad pastoral del país y debatieron la realidad socioeconómica para abocarse a la preparación de la Asamblea que tendrán en noviembre, que será electiva y en la que se renovarán las autoridades del Episcopado, instancia en la que Arancedo puede ser reelecto por tres años más.

La Iglesia se encuentra preocupada por la situación del empleo en la Argentina con los numerosos despidos que se suceden en muchas empresas, confirmó Oesterheld.

“Es uno de los temas que a la Iglesia siempre le preocupa y en la medida en que la situación macroeconómica empieza a dar las señales que estamos viendo, esto genera mucha preocupación por el tema social en general y la falta de trabajo”, indicó.

Reconoció que, sobre el desempleo, “hasta ahora” la información que maneja la Iglesia es la periodística y “a través del Observatorio de la Deuda Social de la UCA (Universidad Católica Argentina) que se refiere a una realidad un poco anterior porque es un estudio sobre el año pasado, pero que ya tiene indicadores preocupantes al respecto”.

No está previsto que los obispos produzcan un documento que refleje su preocupación sobre la situación socioeconómica del país porque van a trabajar fundamentalmente sobre la situación interna de la Conferencia con respecto a la próxima Asamblea Plenaria, que es lo que más tiempo va a llevar.

Al referirse a la seguridad en el país, el vocero destacó que es “un problema muy serio que le preocupa a toda la sociedad y a los obispos en todas partes, especialmente en los lugares de mayor pobreza y marginalidad que es donde se dan los mayores índices de delitos y de inseguridad y eso preocupa mucho a las comunidades”. Manifestó que “es claro que los pobres son los más perjudicados cuanto más inseguridad hay”.

Otro de los temas que consideran alarmante los obispos es la posible despenalización del consumo de drogas y Oesterheld señaló que “la Comisión de Drogadependencia que depende de Pastoral Social ha realizado varios encuentros, hay gestiones, ya que la Iglesia ha fijado su postura y es que no está de acuerdo”.

“También hay preocupación sobre lo ocurrido en la provincia de Buenos Aires, con un camión que se utiliza para el tema de los abortos cuando los médicos expresan su objeción de conciencia”, señaló.

Consideró que “esto es muy grave por la situación que implica quitar la vida de las criaturas, pero también es muy grave como avasallamiento del derecho de objeción de conciencia que tienen los médicos”.

Orar por la paz en el mundo

Monseñor Jorge Oesterheld manifestó que no creía que los obispos aborden, en el marco del debate de la Comisión Permanente, el tema de las guerras en el mundo, como el enfrentamiento entre palestinos e israelíes en la franja de Gaza y la persecución de cristianos en Irak.

De todos modos, el obispo precisó que “en todas las diócesis del país se respondió este fin de semana pasado al pedido del papa Francisco de orar por la paz en el mundo y especialmente por la situación de los cristianos en Irak que es muy grave”. Asimismo, en el encuentro de los obispos en la sede porteña de la Conferencia Episcopal Argentina se abocarán cuestiones internas de la Iglesia, como la participación del Episcopado en el Sínodo Extraordinario de la Familia.

Ese encuentro está convocado para octubre próximo en el Vaticano, a fin de abordar las nuevas realidades familiares, entre ellas la comunión a los divorciados en nueva unión.

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