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Fiesta patria

La Iglesia pidió “no perder la sensibilidad ante los pobres”

El cardenal Poli encabezó el Tedeum por la Revolución de Mayo en la catedral metropolitana ante el presidente Macri.


En medio de fuerte operativo de seguridad, el presidente Mauricio Macri participó ayer del Tedeum por el aniversario de la Revolución de Mayo brindado por el arzobispo porteño, Mario Poli, quien hizo un llamado a “no perder la sensibilidad ante los más pobres” y a que “las promesas no defrauden a la gente”.

Se trató del primer Tedeum de Macri como jefe del Estado, para el que se montó un vallado en la Plaza de Mayo, que el mandatario recorrió a pie para llegar desde la Casa Rosada a la catedral.

“Para Jesús, el que ejerce bien la autoridad se pone al servicio de todos, con gestos y palabras”, señaló el cardenal primado de la Argentina, a la vez que pidió que “no se preocupen tanto de hablar, cuanto de escuchar” y que quienes tengan cargos los ejerzan “con espíritu servicial y humildad”.

Acompañado por la primera dama, Juliana Awada, el gabinete nacional, el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, y legisladores nacionales, el mandatario arribó a la catedral metropolitana pocos minutos antes de las 11 de ayer para participar de la conmemoración de los 206 años de la Revolución de Mayo.

En los casi 50 minutos de la ceremonia, el arzobispo de Buenos Aires reclamó “coraje para crear espacios y mesas” en las que se pueda “compartir la sabiduría del diálogo, donde las ideas superen las ideologías y donde nadie se levante hasta encontrar acuerdos razonables y duraderos de los que dependen tantas vidas, proyectos y sueños”.

La homilía tuvo dos etapas: una en la que el cardenal citó al Evangelio y puso el ejemplo de Cristo y la restante en la que abordó la situación política y social del país.

Así, el vicepresidente primero de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) se sumó a los continuos llamados de la Iglesia argentina realizados en los últimos tiempos para atender la situación social y en medio de las diferencias surgidas entre el gobierno y el papa Francisco.

En tanto, puertas afuera de la catedral las fuerzas de seguridad desplegaron un fuerte operativo que incluyó vallas y efectivos de las guardias de infantería para prevenir eventuales protestas de los cooperativistas que realizan un acampe en reclamo de mejoras salariales y puestos de trabajo al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

“Ayúdanos, Jesús, para que los que tenemos algún grado de dirigencia en la Argentina soberana nos comprometamos cada vez más a servir y a no ser servidos; a descubrir la grandeza y alegría del que sirve, dejando de lado toda mezquina ambición”, subrayó Poli.

Y agregó: “Que el genio que muchas veces nos distanció se convierta en ingenio para que todo argentino o inmigrante de buena voluntad que comparta nuestros días tenga tierra, techo y trabajo, lo elemental”. En ese sentido, el sucesor de Jorge Mario Bergoglio al frente del Arzobispado porteño hizo alusión a las cifras de distintos informes eclesiásticos sobre la situación social: “Que no nos paralicen las estadísticas, más bien, no perdamos la sensibilidad para escuchar y redoblar esfuerzos ante el dolor de los más pobres, de las familias que sufren la humillación por carecer de lo esencial”.

Tras posar junto a Awada y Poli en las escalinatas de la catedral, Macri cruzó la avenida Rivadavia hacia la Plaza de Mayo, donde saludó a personas que se habían agrupado junto a las vallas y luego se dirigió en un vehículo oficial rumbo a la residencia de Olivos para encabezar un locro con referentes sociales.

“Falta una charla franca”

La vicepresidenta Gabriela Michetti admitió ayer que en la relación entre el mandatario Mauricio Macri y el papa Francisco falta una charla “franca y profunda”, además de un “momento de comprensión del proyecto político” de parte del Papa. “Es una situación bastante complicada, por un lado en alguna conversación que he tenido cuando Francisco era nuestro arzobispo que sabe perfectamente que Mauricio es una persona de buena madera”, afirmó.

A su entender, “lo que puede estar ocurriendo” es que existe “una distancia en términos de comprender el proyecto político” del oficialismo. “Lo que puede estar ocuriendo es una distancia del Papa en términos de comprender el proyecto político que estamos llevando adelante”, destacó Michetti.

Corrupción y narcotráfico, los temas del Tedeum en el país

A través de las ceremonias religiosas en conmemoración del 25 de Mayo, obispos de distintos puntos del país hicieron ayer un llamado a la dirigencia política y a la sociedad para trabajar contra la pobreza, la corrupción y el narcotráfico.

El obispo de Santa Fe y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), José María Arancedo, subrayó que “la invocación religiosa es también un llamado a la responsabilidad cívica, porque Dios no sustituye al hombre, sino que cuenta con él”.

Arancedo encabezó el Tedeum por el 25 de Mayo en la catedral de Santa Fe y evaluó, ante el gobernador Miguel Lifschitz, que la pobreza “no es un tema sólo económico”, sino que “tiene raíces morales en el hombre que es el que crea estructuras injustas”.

Por su parte, el obispo de Gualeguaychú y presidente de la comisión episcopal de Pastoral Social, Jorge Lozano, consideró que “naturalizar la pobreza, no tener decisiones firmes para cuidar el ambiente, ser tolerantes con la corrupción y aceptar pasivamente la injusticia” no permite “plasmar ideales nobles” en la sociedad.

A su turno, el obispo de Salta, Mario Cargnello, reclamó ayer a los líderes políticos “superar las ideologías” y “enfrentar a la corrupción y el narcotráfico”. En su mensaje por el 25 de Mayo, sostuvo que hay que dejar de pensar que la Patria “es un botín”.

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