El presidente de la conferencia episcopal italiana, el cardenal Angelo Bagnasco, solicitó este lunes “sobriedad”, “disciplina” y “honor” a los líderes políticos italianos, en una referencia al escándalo sexual que implica al jefe de gobierno Silvio Berlusconi.
En una asamblea de obispos italianos, el cardenal subrayó: “Cualquier persona que asume un cargo político debe ser consciente que ello comporta medida, sobriedad, disciplina y honor, como dice la Constitución”.
“Nubes preocupantes cubren nuestro país”, reconoció el purpurado, que se refirió a la grave situación política que atraviesa Italia, por las acusaciones de la fiscalía de Milán (norte) contra el jefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi de inducción a la prostitución de menores y abuso de poder.
Bagnasco invitó a todos “a frenarse, a aclarar de manera veloz y pacífica y en las sedes apropiadas”. Sin embargo no mencionó explícitamente al jefe de gobierno.
“Numerosas informaciones mencionan comportamientos contrarios al decoro (…) describen estilos de vida incompatibles con la sobriedad y lo correcto”, agregó Bagnasco al admitir que la opinión pública siente “un malestar moral evidente”.
La reacción oficial de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) era muy esperada, ya que la iglesia italiana ha apoyado siempre al gobierno conservador de Berlusconi.
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