Miguel Passarini
“Gregorio es un pato trabajador que un día se despierta en su cama convertido en zanahoria. Esta nueva «forma» le trae considerables dificultades con su familia que depende de su sueldo para subsistir. Y todo se complica aún más con la llegada del jefe pato a su casa”, describen a modo de presentación desde el equipo artístico de la obra teatral Gregorio, el zanahoria, una nueva creación del Teatro Nacional Cervantes (TNC) Produce en el País, esta vez en coproducción con el Teatro Municipal La Comedia de Rosario, que se conocerá este sábado por la tarde en el primer coliseo local de Mitre y Ricardone.
Con el disparador inicial de La Metamorfosis, de Franz Kafka, aunque valiéndose de la premisa que todo clásico tiene, como tal, una resonancia en el presente, el nuevo Gregorio que es zanahoria y no cucaracha ya no tiene habilidades de ave, ni pico para hablar y vender telas, porque viene de una familia de patos. Y a medida que pasa el tiempo, comprende que más allá de lo que piensen su jefe y sus más cercanos, no hay ningún castigo en el cambio, sino una posibilidad. Su desafío será liberarse de esos personajes testarudos y ligeramente malvados, aunque habrá que ver si esta zanahoria cantora logrará escapar de los patos iracundos.
Pensado para un público familiar y corrido de las lógicas a las que asisten los “infantiles”, que suelen subestimar a las y los más chicos, Gregorio, el zanahoria surgió a partir de una idea de la actriz, docente y directora de teatro local Ludmila Bauk, quien además es la autora del texto junto con el escritor y músico Agustín Alzari, también en escena, como músico, junto con un elenco integrado por Manuel Baella, David Gastelú, Cecilia Li Causi, Marisa Rinaldi y Nicolás Terzaghi.
Tras los pasos de una historia
“Esta es una coproducción del Teatro Nacional Cervantes y La Comedia; a la convocatoria nos presentamos casi 180 proyectos de los cuales fueron seleccionados cuatro de distintos puntos del país y uno es éste, Gregorio, el zanahoria. La idea nació hace tres años, en 2019; mi hijo estaba fanatizado con La asombrosa excursión de Zamba (serie de animación de la señal Pakapaka), particularmente con el capítulo dedicado al Martín Fierro, que es hermoso. Y por otro lado, Agustín (Alzari) estaba corrigiendo una traducción de La Metamorfosis, de Kafka, que se distribuía en las escuelas en el marco de las Tertulias literarias. Y justo nos regalan un libro hermoso, de Max Cachimba, que se llama Versos selectos, que en la tapa tiene una zanahoria que está feliz de la vida (risas). Todo eso confluyó en una idea que apareció una noche: me pregunté qué pasaría si Gregorio Samsa, en lugar de levantarse convertido en cucaracha, se levantaba convertido en zanahoria y qué pasaría si el resto de los personajes, su familia, no fuesen humanos sino patos”, planteó a modo de hipótesis del proyecto Ludmila Bauk acerca de esta producción cuyo elenco surgió de un casting abierto destinado a actrices y actores radicados en Rosario para dar forma escénica a un proyecto que fue seleccionado sobre un total de 177 presentados en el marco de la convocatoria abierta TNC Produce en el País 2022.
Gregorio, el zanahoria es una interpretación alocada y entretenida de La Metamorfosis escrita en octosílabos rimados, con canto, coreografías y música ejecutada en vivo con sintetizadores y samplers. “La idea es la de una obra diferente sobre lo diferente, que permite reconocerse en ese otro, en Gregorio. Y entre otros de los interrogantes, en esta conjunción de cosas que se dieron cuando apareció la idea inicial, preguntarnos si todos los personajes hablasen en octosílabos rimados como si fuera el Martín Fierro. De movida nos encantó la idea y escribimos una especie de sinopsis y los primeros momentos de la obra. Después el tiempo pasó, hicimos otras cosas, vino la pandemia, hasta que el año pasado apareció la convocatoria del Cervantes. Y justo, por esas cosas bisagra de la vida, mi jefe de entonces me dijo que no me iba a poder seguir pagando el sueldo de un momento para otro y me vi enfrentada a la posibilidad de apostar a hacer lo que amo que es el teatro o tener que hacer otra cosa. Sentí que era el momento de apostar; nos pusimos a escribir, teníamos el primer acto y la sumamos a Aimé Irupé Fehleisen en la producción que se entusiasmó mucho tras leer el material. Primero quedamos en una preselección, pasamos a una instancia de entrevista y finalmente quedamos entre los elegidos”, planteó Bauk quien destacó a un gran equipo que completan, desde Rosario, el diseño y realización de escenografía, objetos y utilería de Pali Díaz; la realización de escenografía y dirección de taller carpintería y herrería de Marcos Adelmar y Agustín Pagliuca, realización de costuras en escenografía y utilería de Patricia Pérez, el diseño de vestuario de Ramiro Sorrequieta, el diseño de iluminación de Diego Quilici, la composición y producción musical de Agustín Alzari, la producción y diseño de sonido de Diego Longinotti, las coreografías de Agus Black y la asistencia de dirección de Celeste Bardach, con un equipo que completan, desde el TNC Federal, Martín Lavini (productor técnico), Maxi Libera (productor ejecutivo), Fernanda Sampedro (responsable administrativa) y Enrique Iturralde (prensa federal).
Aceptar lo diferente
“Esta es una obra pensada para todos los públicos sin escaparle a ciertos temas que los supuestos infantiles en el teatro no suelen transitar; partimos de una lógica, como pasa con algunas películas que están pensadas para las infancias, donde los protagonistas se encuentran envueltos en historias muy dramáticas. Los chicos, más que los adultos, tienen una capacidad superior para entender ciertas tragedias o dramas. Les niñes pueden comprender la tragedia que envuelve a este personaje, es esta cosa de despertarse convertido en otra cosa, donde ni su familia ni sus vínculos no sólo no lo entienden sino que además lo rechazan. En ese sentido, esta obra nos permite ingresar a ese mundo de esas grandes historias donde nos preguntamos qué pasa con los mandatos familiares, qué pasa cuando uno es diferente o cuando cambia y los demás ya no lo reconocen ni lo entienden. La obra se mete en esa problemática siendo muy fiel a La Metamorfosis, dado que los dos primeros actos son muy cercanos al original. La diferencia está planteada desde los personajes que son unos patos que cantan y bailan”, expresó la directora.
Y profundizó: “En el presente, hay una mirada que podemos hacer sobre ese Gregorio original al que le damos otro destino; nos planteamos que podemos pensar otro final para él que es alternativo, otra posibilidad para el que cambió; porque no es el destino que se podía pensar para un personaje cuando Kafka escribió su obra. Quizás en 1915 nadie podía pensar otro destino para un personaje semejante. Sin embargo, hoy tenemos esa valiosa oportunidad, un destino que no es el sombrío del original y que tiene que ver con una lectura personal de lo que acontece en la obra dado que se trata de una adaptación”.
Esta coproducción ofrecerá además la posibilidad de acceder a funciones gratuitas para escuelas e instituciones. “El proyecto considera funciones programadas gratuitas para instituciones educativas, organizaciones diversas, escuelas tanto públicas como privadas, con acompañamiento pedagógico. Desde la página del teatro La Comedia se podrán inscribir maestras, docentes, todas y todos los que quieran venir con sus grupos podrán hacerlo gratis”, contó la actriz y directora respecto de las funciones gratuitas exclusivas para instituciones educativas de nivel primario (2º ciclo) y nivel medio (1º año), de 9 a 13 años, con acompañamiento pedagógico a las que se accede, como en todos los casos de funciones especiales, con inscripción previa a través de formulario que se encuentra disponible en https://teatrolacomedia.gob.ar/gregorio-el-zanahoria/. Del mismo modo, durante los próximos dos meses habrá funciones para grupos y comunidades de gestión privada, conformados por veinte personas o más, con el 50 por ciento de descuento y funciones especiales con accesibilidad, que contarán con visita táctil previa y audiodescripción introductoria.
Finalmente, Bauk destacó la importancia de contar con las condiciones necesarias para un montaje semejante en términos de producción y al mismo tiempo la gran predisposición de todo el equipo de trabajo para aportar mucho más de lo que suponen las cuestiones contractuales, algo que es habitual e intrínseco al teatro argentino de producción independiente: “El piso de salarios que supone una coproducción de estas características implica poder dedicarle al trabajo de ensayo y montaje el tiempo necesario, además de los recursos para escenografía y vestuario, entre otras cuestiones de la puesta, con las que habitualmente no solemos contar. Eso está buenísimo pero también lo está el hecho de que toda la gente con la que estamos trabajando ha puesto muchísimo esfuerzo en este trabajo, independientemente de lo económico; hay un enorme compromiso que nos trajo está acá de la manera que llegamos y eso es muy hermoso”.
Para agendar
Gregorio, el zanahoria tendrá su estreno este sábado, a partir de las 16, en el Teatro Municipal La Comedia (Mitre y Ricardonde). Las entradas, que tienen un costo único de 500 pesos, se podrán adquirir en la boletería del teatro, de martes a viernes de 9 a 19, los sábados de 9 a 13, y los días de función desde dos horas antes del comienzo del espectáculo. Y también a través del sitio http://1000tickets.com.ar. La obra realizará dos meses de temporada con funciones del sábado 2 de julio al domingo 28 de agosto, los sábados y domingos siempre a las 16. Y Durante las vacaciones de invierno también se realizarán funciones los miércoles, jueves y viernes también a las 16. Además hay disponibles descuentos 2X1 para estudiantes, jubilados y socios del TNC.
Comentarios