Ciudad

En la calle, y en alerta

La historia de operarios de la Central de Emergencia que siguen poniendo en pie a la ciudad

En cuarentena, cientos de trabajadores públicos brindan sus servicios en un nuevo contexto. Cristian y Lucas son parte de eso y están preparados para todo


Con el transcurrir de la cuarentena dispuesta en todo el territorio nacional, las respuestas adoptadas por el municipio a los distintos escenarios que se fueron presentando se multiplicaron, y con ello también se redoblaron las actividades de los empleados del Estado local cuya labor fuera encuadrada por el intendente Pablo Javkin como servicio esencial. En el caso de los agentes de la Central de Operaciones de Emergencias (COEM), dependiente del área de Defensa Civil, desde el primer día que se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio, se encuentran de lleno involucrados en la emergencia sanitaria por el Covid-19 pero sin abandonar ni un minuto las acciones y demandas cotidianas en una ciudad que parece vacía pero que sigue en funcionamiento.

Cristian Reinoso es jefe de operaciones de la COEM y a su cargo están seis cuadrillas que operan las 24 horas los 365 días del año. Cuatro cuadrillas lo hacen durante la semana y las otras dos son feriantes. “Nuestro trabajo consiste en todo lo que es emergencia, como incendios, derrumbes, accidentes de tránsito, caída de árboles, inundaciones”, detalla.

A su vez, explica que su repartición sigue trabajando en las áreas normales pero que por la cuarentena hay equipos que diariamente están afectados a tareas relacionadas a la emergencia sanitaria. “Dos o tres cuadrillas diarias salen a buscar todo lo que es donaciones y lo llevamos al domo de la ex Rural, o trasladamos mercadería e insumos a los centros de salud”.

Preparados para lo peor, dando lo mejor

Reinoso trabaja en la Municipalidad hace 9 años y lo ha visto casi todo. Tiene muchas historias para contar sobre el trabajo cotidiano que lleva adelante junto a sus compañeros de cuadrilla. La lista es larga y amarga, pero no todo es tragedia. Mientras rememora la explosión del edificio de calle Salta, y las catástrofes que ocurrieron fuera de Rosario y en las que los agentes municipales acudieron para colaborar, como las inundaciones en Melincué y en Sanford, o el choque de ruta entre los colectivos en Zaballa, el coordinador también recupera momentos que, aunque peligrosos, tuvieron resultados gratificantes.

“Hubo un rescate -dice- que hoy es una linda anécdota”. Y habla del derrumbe de una escalera en un edificio de la zona oeste de Rosario, que ocurrió en 2017.

“Nos llamaron porque se había caído una escalera de cemento de un edificio sobre una persona en bulevar Seguí y Espinillo. Cuando llegamos los bomberos estaban rescatando a un hombre mayor, de 70 años más o menos, que tenía una fractura expuesta en la pierna. Lo primero que hicimos fue contenerlo hasta que llegó el SIES”, recuerda Reinoso, y continúa: “Cuando la dotación de Bomberos Voluntarios se fue, nos hicimos cargo de la situación: teníamos que bajar a cinco personas de un cuarto piso, y tres eran chiquitos de 5, 7 y 11 años”.

Se trataba de una familia que había quedado atrapada tras el derrumbe de la escalera. “Ni bien pudimos ingresar les empezamos a hablar, para darles contención, especialmente a los niños, porque estaban muy asustados. Y armamos una especie de juego, diciéndoles que los íbamos a bajar en un ascensor en el que iban a poder volar. Les tuvimos que mentir un poquito”, asegura con picardía.

“Fue una situación bárbara en la que se trabajó muy bien en conjunto con todos mis compañeros, y como jefe de guardia no dudé ni un segundo en tomar todas las medidas de seguridad posibles. A los chicos los bajamos con el hidroelevador nuestro, les dimos nuestros cascos, y les pusimos a cada uno un arnés. Ellos lo tomaron así, como un juego, fue una anécdota muy linda”, relata el agente.

Y a continuación enfatiza la importancia de las capacitaciones e instrucciones de todo el personal de emergencias: “Es fundamental toda la preparación psicológica para la contención de las víctimas, para transmitirles tranquilidad. Hay rescates que nosotros los vivimos con mucha adrenalina pero tenemos que ser fríos, porque un error puede poner en un riesgo mayor a las víctimas”.

Reinoso empezó su formación en crisis, emergencia y catástrofes apenas ingresó a la repartición. “Al segundo año de trabajar pasé a ser jefe de guardia feriante, y después me empecé a capacitar en lo que es rescate en altura, búsqueda y rescate en estructura colapsada, cartografía y navegación; gestión de riesgo, y después incendio en aeronave”, enumera el trabajador.

Además se formó en coordinación en emergencia, respuesta organizada en emergencia y desastre, y estrategia en trauma a través de la Unión Latinoamericana de Organismos de Rescate.

Compañerismo y el reconocimiento de la gente

“Acá nos damos una mano entre todos. Yo soy jefe de operaciones y tengo seis guardias a cargo pero también salgo a la calle con ellos, incluso para capacitarlos”, cuenta Reinoso, y agrega: “Por ejemplo, la semana pasada con Lucas sacamos entre los dos un árbol de 35 metros. Todos salimos a la calle, todos nos damos una mano entre nosotros y estamos en contacto con la gente”.

Lucas Romero es jefe de guardia feriante, y al respecto se encarga de explicar: “Nuestro trabajo durante la semana también es sumamente activo y terminamos trabajando todos los días debido a la alta demanda de emergencia de diferente índole, ya sea climática o sanitaria”.

En este sentido, informa que el rol de los agentes de la COEM en esta emergencia sanitaria es la logística, el traslado de donaciones, de mercadería, y suministros esenciales.

“Desde que empezó la cuarentena nuestra actividad se abocó a la participación con áreas de Salud, en colaboración en la logística y prevención el virus, pero también seguimos trabajando como siempre, aunque ahora con elementos de protección personal como el barbijo y los guantes de látex para la actividad cotidiana”, señala este trabajador que se sumó al personal municipal hace 11 años.

Además, plantea que durante este tiempo de cuarentena se trató de trabajar con un mínimo de personal “pero la demanda de emergencia hace que la totalidad del personal sea necesario y se trabaja con guardias completas”.

Romero también se refiere a la importancia del contacto con la gente, aun en este período en que rige el distanciamiento social.

“La respuesta de los vecinos es muy positiva, son muy agradecidos, respetan el aislamiento y, sobre todo, son muy solidarios”, reconoce el operario, y cuenta un episodio reciente y muy significativo: “El 31 de marzo a las 20, los vecinos de Grandoli y Gutiérrez nos invitaron a un reconocimiento con aplausos y de fondo el himno nacional, agradeciendo nuestra vocación de servicio. Fue bastante emotivo y un empuje para seguir trabajando”.

“Si bien el rol que cumplimos es importante, nos afecta anímicamente con estrés y cansancio, pero el reconocimiento que tenemos de la gente nos da empuje”, remarca y completa, poniendo en valor su ámbito de trabajo: “Además, lo que tiene la Central de Operaciones es que con los compañeros se hace catarsis, el compañerismo es muy importante dentro de la repartición”.

Defensa Civil

El área de Defensa Civil vela por la seguridad e integridad de la ciudad y sus habitantes ante situaciones de emergencias, conmociones, catástrofes y conflictos extraordinarios. Además, planifica y lleva adelante acciones tendientes a la prevención y promueve acciones de sensibilización y capacitación a la población para actuar en situaciones adversas.

Sus agentes están preparados para la asistencia y rescate de personas. Tanto la Central de Operaciones de Emergencias (COEM) como la Base de Comunicaciones trabajan de forma coordinada y funcionan en el cuartel de Defensa Civil ubicado en Francia 1960.

Una de las principales tareas de Defensa Civil/COEM es la gestión del riesgo a través de acciones de prevención y /o mitigación.

Los reclamos provienen de todas las vías de comunicación puestas a disposición de la comunidad, principalmente la línea de emergencias 103. Esta línea de atención trabaja las 24 horas durante los 365 días del año. Allí se reciben, registran y gestionan todas las situaciones de emergencias.

La categoría Riesgo agrupa a todos los sucesos que requieren una respuesta inmediata, ya sea por parte de la COEM -emergencias relacionadas con el arbolado público, derrumbes, desprendimientos de mampostería, voladuras, hundimientos de calzada y acera- como de empresas que por sus características deban ocuparse del hecho (emergencias vinculadas al alumbrado público y al servicio de energía eléctrica, entre otras).

En todos los casos, Defensa Civil/COEM se hace presente en el lugar y controla el peligro (previniendo situaciones de mayores daños), luego de lo cual la situación es derivada para su resolución definitiva.

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