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Estuvo en terapia tras un choque

La historia de Juampi, el cadete fanático de Central que le llevó los churros a Messi: “Temblé todo”

Tiene 18 años y este lunes conoció al mejor jugador del mundo, hecho que recordará para siempre


Juampi trabaja todo el día como cadete

El sueño de cualquier argentino es conocer a Lionel Messi en persona. Ese gran anhelo se le cumplió este lunes al cadete de un local de churros de Funes, donde se hospeda la familia de la Pulga cuando viene a la Argentina. Juampi tiene 18 años y estuvo con el 10 cara a cara.

La encargada del local de Churros, Sofía, declaró a TN que el cadete era la primera vez que entraba al barrio que queda a unos 40 minutos de distancia del local.

Al volver al local, el joven les contó a sus compañeros cómo hizo para llegar a la casa del capitán de la Selección argentina. “Le preguntó al de la puerta si lo podía lo podía direccionar y el hombre le dijo: ‘No, mirá, vos vas a una casa donde tenés que llevar esto’. Y le dieron un GPS. Le dijeron, además, ‘vos no lo pierdas porque si te demorás nosotros te tenemos que ir a buscar’”.

“Fue el mejor día de mi vida, sigo sin poder creerlo. Pienso en ese momento y se me vuelven las lágrimas a los ojos”, le dijo emocionado Juampi a Sofía tras conocer al mejor jugador del mundo.

“El cadete trabaja todo el día, pobre. Hace un año tuvo un accidente muy grave, lo filmaron mientras estaba saliendo de la operación: lucía muy perdido. Fue un accidente acá en Funes, muy grave. Hubo gente detenida y todo. Él quedó como muy mal de ese momento”, relató Sofía.

Juampi chocó con su moto con un camión mientras estaba yendo a trabajar. El fanático de Rosario Central estuvo en terapia intensiva tras sufrir un traumatismo de cráneo. “Él quedó muy sensible de eso”, agregó la encargada de la churrería.

¡Messi llamaba y no atendían el teléfono!

Como a cualquier familia que está de vacaciones, este miércoles a Lionel Messi, Antonela Roccuzzo y sus hijos les dieron ganas de comer churros.

Antonela llamó una vez, dos, tres… el teléfono no paraba de sonar sobre las 17 de ese lunes, esperando poder hacer el pedido, pero nadie atendía. Fue Sofía, la encargada del local, la que explicó: “Lo que yo hago siempre es registrar el número y después escribirle, así que lo contacté. Me pidió tres docenas de churros y lo mandamos para Kentucky”.

Cuando hicieron el pedido, nadie podía creerlo. ¿Era Messi? ¿El mismísimo Lionel Messi? Sí. Era él: “El cadete tardó casi 45 minutos en volver, estaba casi temblando y llorando porque no podía creer lo que le había pasado. Nos dijo que Antonela fue quien lo atendió, que Mateo lo abrazó, y Leo lo saludó desde el fondo de la casa. No pudo tomarse una foto, pero se llevó ese recuerdo”, contó Sofía, aún incrédula.

La churrería de Funes, el local preferido de los Messi-Roccuzzo

En declaraciones al sitio Info Funes, Sofía agregó: “Estaba con tantos pedidos ese día que no relacioné que eran ellos. Ya nos pasó en otras ocasiones que nos encarguen y les enviamos nuestros productos, aunque nunca pensamos que eran para Leo, que él los comía. Ya saber que los recibidos a la familia del campeón era un mimo al alma, pero esto superó todo”.

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