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La historia de cuatro mujeres graduadas en la UNR en el 8M

Cuatro mujeres profesionalmente diferentes, pero que las une el deseo de reivindicar sus derechos, ya que cada cual en su experiencia han sufrido las diferencias marcadas por una sociedad machista.


El 8 Marzo es el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. En un contexto de marcha, movilización y lucha por sus derechos, las mujeres del mundo paran sus actividades y se hacen oír. La Facultad entrevistó a cuatro mujeres graduadas de nuestras carreras, haciendo hincapié en sus experiencias en cuanto a la inserción laboral y sus propias miradas acerca del rol de la mujer en la sociedad actual. Conocé a estas mujeres profesionales de las ciencias sociales.

Cuatro mujeres profesionalmente diferentes, pero que las une el deseo de reivindicar sus derechos, ya que cada cual en su experiencia han sufrido las diferencias marcadas por una sociedad machista.

María Eugenia Schmuck es Licenciada en Ciencia Política y concejal de la ciudad de Rosario. Muchos fueron los desafíos que tuvo que llevar adelante para insertarse laboralmente. “En un partido como la Unión Cívica Radical que es un partido de constitución netamente machista, tuve las mismas dificultades que existían en los partidos tradicionales hace 20 años atrás, uno tenía que demostrar el doble que los hombres, su capacidad política y técnicas para ejercer determinadas funciones”.

Por su parte, Celina Rossa graduada de Relaciones Internacionales y actualmente como funcionaria de carrera en Cancilleria, mencionó que históricamente el mundo de la diplomacia fue un mundo de hombres, sin embargo los cambios que están sucediendo a escala global en relación al empoderamiento de las mujeres, a la conquista de más y mayores derechos también va permeando el mundo de la diplomacia. “El número de ingresantes al Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN) son más equitativos en términos de género y seguramente en las generaciones futuras no sea un ámbito repleto de hombres sino que las mujeres vamos a tener más fuerte voz en el mundo de la diplomacia”.

En cuanto al campo laboral de las trabajadoras sociales, Fernanda Díaz, quien desempeña funciones en el Servicio Público Provincial de la Defensa Penal, comenta que el trabajo social o la asistencia está más relacionada con lo femenino, con el cuidado y hasta ahí está todo bien, el problema está cuando se empieza a hablar de distribución del poder, de políticas sociales, de cómo el poder impacta en la vida cotidiana de las personas, de cómo las relaciones de poder definen las posibilidades de vida de alguien.

Sonia Tessa, quien es periodista de Rosario12 y graduada en Comunicación Social, afirma que siempre ha sido difícil en el periodismo poder acceder a lugares de decisión siendo mujer. Tessa hizo hincapié en la formación en temas de género. “Es nuestro trabajo, porque como los medios de comunicación son productores y reproductores de discursos sociales que forman parte de la opinión pública, es muy necesario que realicemos todas nuestras prácticas para poder tener un discurso más acorde a esta situación”.

Estas cuatro mujeres tienen su perspectiva acerca de los cambios que se están sucediendo y sobre el rol de las mujeres en todo el mundo. Son conscientes de las diferencias que existen en la sociedad entre hombres y mujeres y de las problemáticas del género.

“En la carrera diplomática todas esas problemáticas se ven potenciadas por la propia dinámica de la profesión que implica traslados, desarraigos y que muchas veces agravan o dificultan aún más el ejercicio de muchos derechos, por ejemplo la maternidad”, afirmó Celina Rasso.

María Eugenia Schmuck considera que es necesario un cambio estructural y cultural de una sociedad que sigue siendo patriarcal. “Una mujer muere cada 18 horas y todavía hay una enorme cantidad de varones que cree que la mujer es de su propiedad, que creen que pueden hacer uso de ellas como si fueran un objeto y que son objetos de violencia. Mientras no logremos acabar con esta pandemia, que es la violencia de género, no habrá igualdad posible entre el hombre y la mujer”.

Por otro lado, Fernanda Díaz comentó: “Yo no quiero parecerme a nadie respecto de lo masculino. Creo que se trata de construir otros modos de ejercicio de poder, en relación a los demás, a nuestro propio cuerpo. Entender que el poder no es someter a otros y que eso no construye una sociedad democrática. El poder está para construir instancias donde todos estemos mejor. Se trata de construir otro modo y no de disminuir las diferencias. Para construir otro modo hay que hacer política y darle valor a esa instancia más feminista”.

“Existe una demanda de la sociedad”, aseveró Sonia Tessa. “Sabemos que a muchas mujeres les resulta muy difícil su inserción laboral y continuar con su carrera cuando desean o cuando se plantean la maternidad y esto tiene que ver con que siempre el plus de trabajo es mayor, las mujeres hacen una doble o hasta una triple jornada y que porque las tareas de cuidado vienen socialmente ligadas a las mujeres”.

Indudablemente existen problemáticas que sufren sólo las mujeres y que deben ser abordadas desde diferentes ámbitos. Se necesitan acciones positivas por parte del Estado, pero también un compromiso fuerte entre las mujeres y que sea acompañado por los hombres y abrazado por la sociedad en su conjunto.