Ciudad

La GUM se instaló en la playa

La presencia de la Guardia Urbana descomprimió el conflicto. Hoy los bañeros se reunirán en asamblea para resolver si van o no al paro, y piden que se coordinen las fuerzas para prevenir desmanes.

El conflicto que mantienen los guardavidas de la Rambla Catalunya entró en un impasse ayer a la tarde, cuando la Municipalidad de Rosario comenzó a instalar pequeñas carpas en la playa donde asignó personal de la Guardia Urbana que ayer comenzó a caminar la rambla. De esa manera, en la asamblea que celebraron los bañeros, se resolvió un cuarto intermedio hasta hoy a la tarde, donde decidirán si van o no al paro. El reclamo de los bañeros se refería a la necesidad de dotar la zona con más seguridad, debido a los desmanes que ocurrían por parte de bañistas que, alcoholizados, protagonizaban incidentes de los cuales los bañeros no podían hacerse cargo. “Estamos trabajando para solucionar el problema”, dijo ayer a la mañana el subsecretario de Prevención y Seguridad Ciudadana, Luis Baita.

Poco después, los trabajadores se reunieron en asamblea. Mientras, comenzó a llegar a la zona personal de la GUM que empezó a instalar gacebos, mientras los agentes recorrían la playa. Esta actitud comenzó a destrabar el conflicto, ya que parte de su reclamo podría quedar zanjado con la Guardia Urbana instalada en la zona. De todos modos, ayer reclamaban una reunión entre guardavidas, policías y GUM para organizar la manera en que se solucionará el problema de la seguridad.

“En realidad venimos haciendo operativos desde principios de diciembre y lo que pasó es que el 25 y el 26 la costa por las altas temperaturas explotó de gente, lo que hizo que tengamos que repasar nuevos operativos para ir ajustándolos y evitar algunos inconvenientes. Ahora queremos evitar que el 31 ocurra esto”, destacó Baita.

“El operativo se hizo en conjunto con la Policía. Nosotros teníamos casi quince agentes de la GUM y cinco de Control Urbano, más los agentes de la Policía. Estos son operativos que normalmente hacemos diariamente. Lo que pasó el 25 y el 26 fue por el desborde de gente y la presencia de alcoholizados, con heladeras, donde se manifestó un grado de violencia y agresividad importantes”, agregó. El funcionario había adelantado: “Vamos a reforzar la presencia de agentes, teniendo en cuenta también que el domingo está la caravana náutica a la tarde por lo cual la idea es reforzar todo el perímetro con mayor presencia policial y de agentes municipales”.

Y agregó que el año pasado también hubo inconvenientes. “Este año hay signos de violencia importantes en la gente que va y por eso hay cosas que ajustar. Este año el grado de violencia, reconocido por los guardavidas, es mucho mayor. Lo que hemos hecho es reajustar todo, hacer evaluaciones y vamos a ajustar alguna otra cosa durante estos días para profundizar el tema de los operativos”. Baita sostuvo que “va a haber uno 15 o 20 efectivos de la GUM que van a dividirse entre los turnos mañana y tarde por lo que vamos a contar con más de 30 agentes GUM, y la Policía está evaluando contar con una cantidad similar para todos los días de la semana. Para el domingo un poco más”.

Sobre la situación de los bañeros, Baita consideró: “Yo estuve ayer (anteayer) y la verdad es que los bañeros ya cumplen una función social. Entraban a sacar gente del agua alcoholizada y es cada vez peor. Lo que tenemos que hacer es tomar medidas sobre esto. Nos reunimos, hicimos una primera evaluación y quedamos en volver a reunirnos el jueves. El reclamo de los guardavidas es legítimo. No pueden  trabajar en estas condiciones, con gente alcoholizada. Tenemos personal de la GUM en las piletas municipales. Eso hace cuatro años no pasaba y hoy hay peleas de bandas en las piletas”.

Por su parte, Sergio Nanni, quien representa a los guardavidas, destacó que “el personal de la GUM se presentó, nos dejaron una radio, pero parece que todavía se están organizando. El tema es que la situación es incontrolable. El otro día hubo 20 mil personas. La seguridad está, pero es ínfima, no alcanza cuando las cosas se desbordan. Hay un consumo de alcohol  excesivo, vienen con las heladeras llenas y después es un caos la playa. Hemos tenido altercados, gente que te quiere pegar cuando vos le salvás la vida. Nosotros no podemos hacer nada. Seguimos haciendo una guardia pasiva porque irnos no nos podemos ir. Si nos vamos sería un caos. Lo que sí es que vamos a seguir con esta medida de protesta aunque para nosotros es triple trabajo porque no estás en el puesto de observación, estás metido entre la gente, tenés que estar más expuesto al sol y estar más atento”, agregó.

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